CAPITULO 4: TUS DOLORES SON LOS MÍOS... TU ERES YO Y YO SOY TU

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Sesshoumaru y yo nos levantamos de la cama, el me dio un tierno beso en los labios y salió de mi habitación, sonreí felizmente, corrí a mi armario y lo abrí de par en par, escogí un vestido muy hermoso.

Mi vestido es de color azul cielo, no tiene mangas y es esponjado me queda arriba de las rodillas, es escotado de la parte de arriba, como toda mi ropa, me peine de media coleta y salí de mi habitación, cerré mi puerta cuando me dije a mi misma... porque no ir a verlo?, me dirigí a su puerta... temerosamente toque...

Toc toc

Sesshoumaru: Quien es?

Rin: Soy... yo... Rin

Sesshoumaru: Adelante querida

Abrí la puerta y entre, él estaba poniéndose su camisa, volteo hacia donde estaba yo y se acercó a mi...

Sesshoumaru: De ahora en adelante... no tocaras mi puerta... recuerda que esta ya es tu habitación también

Rin: (Sonriendo apenada) Es verdad

Sesshoumaru: (Abrazándola) Estas hermosa

Rin: (Sonrojada) Lo crees?

Sesshoumaru: Si... bellísima... nos vamos?

Rin: (Sonriendo) Si... vámonos

Tomados de las manos salimos de nuestra habitación, me sonreía tiernamente y yo le correspondo, bajamos por las escaleras, cuando nos encontramos con Kagome...

Sesshoumaru: Kagome

Kagome: Dígame joven

Sesshoumaru: Dile a InuYasha que te ayude a pasar las cosas de la Señorita Rin a mi habitación... te quedo claro?

Kagome: Si, joven... en seguida se las pasaremos

Sesshoumaru: Muy bien... vámonos querida

Rin: Si amor... hasta pronto Kagome

Sesshoumaru y yo salimos tomados de las manos al jardín. Kagome nos vio salir y fue con InuYasha...

Kagome: Inu... tenemos cosas que hacer

InuYasha: A que te refieres?

Kagome: Veras... el joven dio la orden de que las cosas de Rin estén en la habitación de él

InuYasha: (Sorprendido) Enserio? Crees que ellos...

Kagome: No lo sé... es algo que no nos importa... pero... solo espero que... Rin sea feliz

InuYasha: Ojalá

Ambos fueron a la habitación de Rin y comenzaron a sacar las cosas de la chica para pasarlas a la habitación de Sesshoumaru.

Mientras en el jardín mi amado y yo comenzamos a recorrerlo, siempre lo he visto con vida pero ahora, al ir de su mano lo veo más vivo, me siento tan feliz, comenzamos a regar los rosales, nos sonreímos tiernamente... nunca ni en mis más locos sueños y desvaríos pensé que estuviéramos juntos...

Sesshoumaru: Las rosas han crecido muy hermosas

Rin: Es verdad... y más por me las regalaste tu

Sesshoumaru: Pero... tú las cuidas con mucho cariño y amor... así que... esto es gracias a ti

Rin: (sonriéndole) Mi amor... es gracias a los dos

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