Capitulo 2

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El sonido del despertador se metió en mi cerebro como todas las mañanas haciendo que vuelva a revolearlo como la mañana anterior y la otra y la otra...

Me levanté con la pesadez que puede tener ninguna persona en las mañanas y fui al baño a darme una ducha rápida. Me cambié con un jeans negro, un buzo gris con rayitos amarillos y mis Adidas blancas. 

Bajé a desayunar encontrándome con la mesa llena de comida junto a una nota- como todas las mañanas- debajo de mi taza.

"Hija, espero que disfrutes tu desayuno, con tu padre ya nos fuimos a la empresa, que tengas un lindo día en el colegio, ¡¡Te queremos!!"

Tomé mi desayuno, agarré la mochila junto con los auriculares y empecé a caminar hacia la escuela, no quedaba tan lejos, pero por la mañana, caminar se me hacia bastante pesado. 

(...)

Estaba por tocar el timbre para irnos a casa, solo faltaban cinco minutos y los segundos en mi celular parecían tardar mas de lo normal. Las horas se me habían pasado lentas, mis amigos me distraían un poco, pero ya no había nada que me sacara el aburrimiento.

Cuando el timbre de salida sonó, salté de mi asiento mientras me despedía con la mano de mis amigos.

Mientras caminaba fuera de la institución, mi teléfono comenzó a sonar mostrando el nombre de mi padre en la pantalla.

- ¡Hola papá!- Saludé alegre.

-Hola hija, escúchame, va a ir el hijo de Sebastián a buscarte, necesito hablar de algunas cosas contigo, va a estar tu madre también aquí- Sebastián es su socio.

- Bueno papá, pero no hace falta, yo voy caminando.

- No Sarah, ya debe estar llegando, se llama Alex, no desconfíes de el, lo conozco bien.

- Está bien papá, nos vemos al rato- Dije para luego colgar.

Lo único que me faltaba es que un desconocido venga a buscarme a la escuela, como si no supiese manejarme ya.

Alguien tocó mi hombro haciéndome girar rápidamente; un hombre bastante ejercitado, ojos mieles y muy alto.

-Hola, soy Alex, tu debes ser Sarah, ¿Verdad?

- Así es- Contesté seria.

- Bueno, vamos, tu padre te espera.

Asentí y nos encaminamos al auto negro de este hombre, Alex. 

- Tu padre me hablo mucho de ti Habló sin despegar su vista del frente- Quieres trabajar en la empresa, ¿No es así?

- En realidad no, quiero irme a estudiar medicina, pero mi padre prefiere que trabaje en su empresa con el hijo de su socio.

- Ósea yo- Contestó con una leve sonrisa.

Tiene una sonrisa muy blanca y perfecta.

- Eso parece.- Dije dudando.

- ¿Así que te gusta la medicina?

- Si, pero a mi padre no tanto, así que no voy a poder hacer nada contra su palabra.

- Yo diría que estudies lo que a ti te gusta, y si te quieres ir, vete, tu padre no puede hacer nada contra eso, es tu futuro, y quiera o no, el no va a estar toda tu vida para decirte lo que debes o no hacer.

- Lo tengo claro- Contesté sin mas.

Llegamos al rededor de quince minutos a la empresa, subí al ascensor sintiendo la vista de Alex pegada en mi.

- ¿Tengo algo en la cara?- Pregunté seria.

- Eres muy bella la verdad, tu padre tenia razón- Me sonrojé.

- ¿Qué dice mi padre?- Pregunté mirándolo intrigada.

- Me dijo que eras muy guapa y que tus ojos podían hipnotizar a cualquiera.

- Yo no.... creo eso..- Contesté nerviosa.

- Yo creo que si, en verdad eres hermosa Sarah- Mis mejillas eran fuego.

- Gracias- Hablé bajando la vista al piso del ascensor.

- No hagas eso- Dijo tomando mi rostro con sus manos.

- ¿Hacer que?- Pregunté extrañada por su toqué en mi piel.

- Mirar al piso, no lo hagas, mírame cuando te hablo y respóndeme- Fruncí el ceño para luego asentir lentamente.

Las puertas del ascensor se abrieron haciendo que salga delante de Alex, fui hacia la oficina de mi padre intentando que Alex no me siga, pero antes de poder siquiera tocar el picaporte, su mano me detuvo haciendo que lo mire.

- Aquí te dejo- Habló sonriendo.

Besó la comisura de mis labios y se marchó dejándome ahí parada.

Este hombre esta totalmente loco, ni siquiera me conoce. 

Deje mis pensamientos de lado y entre a la oficina saludando a mis papas quienes estaban conversando seriamente.

- Voy a matarlos a ambos- Dije con el ceño fruncido.

- Tranquila cariño, no creo que haya sido tan malo- Contestó mi padre.

- A parte es guapo- Dijo mamá pícaramente para luego reír haciendome saber que estaba bromeando.

- ¡¡Mamá!!- Me quejé- Papá si que fue malo, sabes que puedo manejarme sola, no lo hagas mas- Hablé enfadada- Con respecto a lo otro, ¿Qué tenían que decirme?

- Cariño, no se como vas a tomarte esto- Habló mamá con tono de tristeza.

- Ya, ¿Qué pasa? Dilo- Dije fastidiada.

- Tenemos que irnos a un viaje de negocios- Habló esta vez papá.

- Pero eso lo hacen siempre, ¿Cuál es el problema?

- Este no es como los de siempre, este es mas extenso.

- ¿Extenso?- Pregunté.

- Si cariño, tenemos que salir por tres años afuera, y posiblemente se alargue un poco mas- Habló mi madre mirándome.

Mi cabeza quedo en blanco y si no fuese por la silla que tenia atrás, hubiese caído al piso.

¡¡Holaa, nuevo capitulo!!

¡¡Espero que les guste!!

¡¡No olviden dejar sus comentarios y votos!!

¡Gracias por leer!

Perversa adicción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora