Capítulo 18

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El sonido de mi teléfono hizo que despertara, no sabía con exactitud que hora era pero al mirar por la ventana me di cuenta que ya había oscurecido y probablemente fuera ya muy tarde.
Mi celular sonó de nuevo, lo busque por la cama y al encontrarlo observé que tenía una llamada entrante de un número desconocido.

No estaba segura de si debía de contestar pero la curiosidad me ganó y lo hice.

— ¿Si? — respondí y la voz me salió un poco rasposa, tallé mi ojo derecho y note que estaba hinchado.

— ¿Podemos hablar?

Dejé de rascar mi ojo para quedarme completamente inmóvil.

— ¿Cómo conseguiste mi número? — pregunté sorprendida.

Hasta donde recordaba, Siwon y yo jamás habíamos intercambiado números porque siempre hablábamos por el del hotel, además de que cuando nos veíamos él solo tenía que bajar dos pisos y asunto resuelto.

— Eso no es lo importante — contestó rápidamente — ¿Puedes abrir la puerta?

Me levanté de la cama para caminar hacia la puerta y observarla, me debatía en si debía de abrirla o no, del otro lado se encontraba Siwon y por el tono de su voz se escuchaba que estaba triste.

— ¿Para que? — pregunté saliendo de mi trance — mañana me voy, Siwon.

— Porque quiero hablar contigo, Anna — suspiro pesadamente y escuche un débil golpe en la puerta — déjame entrar.

— ¿Para que? — me senté sobre la cama — ¿Para seguir discutiendo?

Escuché que soltaba el aire, podía imaginármelo con la frente pegaba sobre la puerta, con el celular en su mano, esperando a que cediera y pudiera abrirle.

— Solo quiero verte — contestó — por última vez, ¿Tiene algo de malo en querer volverte a ver?

Sonaba molesto y triste, me levanté de mi cama para caminar hasta la puerta, me quede allí parada con la mano sobre la manija debatiendo si debía de abrirle o decirle que se fuera.

— Solo abre — escuché nuevamente a Siwon.

Lo obedecí, abrí la puerta, dejándome a ver a un Siwon con los ojos y nariz roja.

Mi corazón se detuvo, aún cuando estuviera en el peor estado se veía hermoso, haciendo que volvieran a surgir mariposas en el estómago.

No sé cuanto tiempo nos pasamos mirándonos el uno al otro, seguía teniendo el celular pegado a la oreja, era como si el tiempo se hubiera detenido y lo único que importaba en ese momento éramos nosotros.

Siwon fue el primero en reaccionar, guardo su teléfono en el bolsillo de su pantalón para después caminar hacía mi, lo miré sorprendida por los movimientos tan repentinos que había hecho.

Sus manos tomaron mi rostro haciendo que despegará el celular de mi oreja, la puerta se cerrará por completo y pudiera besarme con intensidad, no sé con exactitud en donde había caído mi celular pero no me importo, rodeé su cuello con mis dos brazos, no queriéndome separar de él nunca.

Sentí sus manos recorrer mi mi espalda, atrayéndome más a él, mientras tanto yo disfrutaba del beso, queriendo recordar todo de él y sabía que esto estaba mal, sabía que solo iba a dolerme más la separación pero no me importó, dejé de pensar en las consecuencias y me concentré en él, solamente en eso.

Las palabras sobraban, sus caricias y sus besos expresaban todo lo que estaba sintiendo en ese momento; frustración, emoción, excitación y tristeza. Esta seria la última noche que pasaría en Tokio y con Siwon, quería que fuera eterna, quería que este día jamás se acabará y por sus acciones sabía que él también deseaba lo mismo. Sabía que probablemente después de esto no volveríamos a vernos y es por eso que los dos nos dejamos llevar, olvidando todo a nuestro alrededor.

Woke up in Japan (Siwon) *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora