Capítulo 1

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No podía creer lo mal que había resultado este día.

Salía del hospital en silla de ruedas siendo empujada por el idiota de Hemsworth.

— ¿Sigue enojada? — escuché la voz de Evans detrás.

— ¡Por supuesto que sigo enojada! — contesté molesta.

— Perdoname, Anna — escuché la suplica de Hemsworth.

Nos quedamos en la entrada del hospital esperando a Downey, quien había dicho que iría por el coche para que yo no tuviera que caminar hasta el estacionamiento.

Un auto gris se paró frente nosotros y Robert bajo de este.

— Listo para irnos — junto sus manos — Sebastian ya dejó tu coche en tu casa y ahora nos espera.

Bufé y traté de levantarme de la silla pero unos gritos me lo impidieron.

— ¡Oye! — observé a Evans extrañada — te vas a lastimar más el pie.

Puse los ojos en blanco ante su comportamiento tan exagerado.

— Lastimada ya estoy — contesté — el doctor dijo que si podía caminar y además no creo que me afecte dar unos 3 pasos hasta el asiento del copiloto.

— No puedo argumentar ante esa lógica — Downey fue el primero en hablar.

Después de que los tres estuvieran de acuerdo me dejaron subir sola al auto y así comenzamos el viaje hasta mi hogar.

Robert estaciono el coche, yo fui rápida y abrí la puerta para bajarme de una buena vez.

— No puedes caminar por tod...

— Ni una palabra de esto — los miré a los tres seriamente.

Sebastian salió y nos miró un poco divertido.

— Será mejor que le den su espacio antes que los termine odiando en serio — me defendió.

Sonreí y comencé a caminar a mi hogar.

— Yo bajaré sus cosas — escuche a Evans hablar a mis espaldas.

— Yo no voy a hacer nada — Downey le siguió para después verlo a un lado mío.

— Te ayudo — fue el turno de Hemsworth de hablar.

Llegue a la entrada del edificio, Sebastian ya se encontraba allí abriéndome la puerta para que pudiera pasar.

Le agradecí para seguir caminando al elevador, espere a que bajará y cuando lo hizo las puertas se abrieron, Stan puso una mano para que no se me cerrarán las puertas en lo que yo caminaba.

Los 3 entramos, Downey apretó el botón con el número 4 y las puertas se cerraron.

— Lamento que ya no te puedas ir a Japón.

Lo miré de mala manera a Robert.

— No planeo cancelar el viaje, llevo años esperando la oportunidad de conocer Japón y no planeo desperdiciarla por un simple esguince en el pie.

Él alzó las manos en forma de derrota, Sebastian le dio una mirada para que se callará de una buena vez y yo lo agradecí enormemente.

— Yo solo decía.

— Pues no hables — contesté molesta.

La verdad es que la caída había hecho que mi humor cambiara drásticamente, por el simple hecho de que iba a tener la bota ortopédica por casi dos semanas arruinaba todos mis planes, ahora no iba a poder salir a comprar lo que me faltará porque tardaría horas y tenía el tiempo encima.

Woke up in Japan (Siwon) *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora