Cuéntame, ¿Qué pensaste después? ¿Lo mejor para mi o lo mejor para ti? Te diré lo que pensé yo: No puedo dejar las cosas así, debo superarte.
Hemos llegado al momento en que empezó un largo procedimiento para, no sacarte, pero si dar un corte a la situación entre ambos. Lo recuerdo muy bien, fue en las siguientes vacaciones en una tarde más de agosto, pensaba ideas para una de mis historias, ya para este entonces había conocido wattpad y continuaba con mi primer proyecto.
Estaba en una escena de los protagonistas, que no describiré, pero sí de que tipo era, ellos bailaban perdidos en su mundo, encendiendo la chispa que más adelante sería la llama que despertaría el sentimiento entre ellos. Una de las partes más emotivas de la historia porque se ambientaba en San Valentín y no tenían idea de que esa noche sería solo el inicio.
Solamente con el tema mis ojos se desviaron un segundo del teléfono y fueron a parar en el techo, recordando el dolor de ese San Valentín incompasible, en ella, en ti, en las infinidades de veces que los vi juntos después de eso y, además, en lo demasiado que la querías.
Me levanté de la cama y fui hasta mi armario donde tenía la cajita de chocolates que me disté el 14 de febrero de ese año, ahora como un recipiente de plástico con piedras para pulseras, la miré sin hacer otro movimiento y un dolor en el pecho. Ese momento fue el momento de decidir y creo que elegí lo correcto, ¿Te imaginas que fue? Decidí que ya era momento de decir <<Es suficiente>> y pasar página.
<<Superar>> Suena tan bonito su facilidad que la dificultad no la ves hasta que empieza el proceso, sientes que estás escalando los escombros de lo que te derrumbó y cuando ya piensas estar cerca de la cima, te caes de nuevo al inicio.
Dije que tu sonrisa era el brillo que alegraba mis días, ¿No? Adivina, también era la espada que me anclaba a la pared hasta que yo misma pudiese alzar mis manos y sacarla de mi pecho, pero ¿Sabes? Nunca pude hacerlo, la voluntad no me daba, el día que volví a verte en el año entrante pensé <<Creo que lo quiero más de lo que pensé>> No sé si llamarme ilusa, estúpida, masoquista; sin embargo, si se cómo llamar a la situación: Aferro, un aferro que me estaba autodestruyendo y la única culpable era yo, por no ser capaz de detenerlo.
ESTÁS LEYENDO
Recuerdos de un amor perdido
RomanceNo sé cómo te llamaría después de todo lo pasado... Te has estancaste en mi corazón e impregnado en mi mente, tatuado en mi piel y dejado la sensación del roce de tus dedos después de todos los abrazos que me diste. Propinaste caos en mis emociones...