-10-

27 5 4
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

     Recuerdo que después de mi confesión me arrepentí, ese ataque de sinceridad lo traté de ver como bien, me había expresado ante ti después de todo, pero no como esperaba, sembré corazones y los coseché rotos. Me pregunté, ¿Por qué lo dije?

Mario Benedetti contó que "La sinceridad siempre nos llevará a odiarnos un poco", ¿Cómo contradecirlo? Si la misma dice toda la verdad, pero igual lo hacen, desde pequeño nos dicen que no mintamos, que siempre hablar con la verdad es mejor, que pastor que miente se le escapa el rebaño; pero, lastimosamente, el mundo no está preparado para escuchar la verdad, como tampoco está listo para aceptar que vivimos en una mentira, por eso la odiamos, ¿Te sabes esa? lo dijeron en Doctor House.

Pero lo más doloroso es como lo redacta Lorena Dona Ji, "La sinceridad a veces cobra algunas lágrimas, pero la falta de esta destroza corazones". Lo peor que puede pasar en cuanto a cubrirnos con mentiras es nunca destaparlas, y cuando por fin se rebelan ya sea muy tarde y rompa toda la ilusión, lo veas como una falsa, un teatro y se corrompe la confianza que le depositaste.

A mí me pasó, en todas las versiones que me dicen estos honorables autores, no estando preparada, lloré al aceptar la verdad de que mis sentimientos no serían correspondidos, odiándome por ser tan impulsiva, por confiar en que la sinceridad de estos estaría respaldada por la película que me montaba, una que pronto sería cancelada.

Mi moraleja aquí es que si eres sincero entiende que fuera de tu burbuja vives en la casa de las mentiras.

Pero no sé tú, dime ¿Aun existe el valor de la sinceridad? Si es no, no te preocupes, ya me lo imaginaba, pero si es si, entonces, ¿Mis sentimientos te parecieron una mentira? Lamentablemente, creo saber la respuesta...

Recuerdos de un amor perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora