Aunque para Alba los días pasaran como años, pasaron. Ya era el día de ir en avión. Había traído como tres maletas con ella, y aunque la gente la mirase raro por la calle ella solamente pensaba en lo feliz que iba a ser.
Se subió al avión, y se sentó sola en uno de los asientos. Nadie se había puesto a su lado, cosa que agradeció porque se puso bastante cómoda escuchando con sus auriculares aquellas canciones tan Soft que tenia. Miro Instagram, Whatsapp y millones de apps que no había mirado ya que se había estado informando de su estancia en Madrid.
Sus padres, aunque estuviesen algo molestos porque no haya pasado ni una semana sin que quisiera irse a otra ciudad a vivir, les hacia feliz ver a su hija, tan pequeña y mona irse a vivir su vida. Para ellos era como ver al pajarito volar por primera vez, aunque ya lo hubiese hecho varias veces.
Pasaron unas 3 horas hasta que llegaron a Madrid. A pesar de que era ya Septiembre empezaba a llover como si encima de ellos hubiese unas cataratas del Niágara invisibles. Menos mal que Alba era previsora, y se coloco dos abrigos encima.
Salió del aeropuerto y María se abalanzo ante ella antes de que Alba la pudiese llamar para ver donde estaba. Alba la abrazó con todas sus fuerzas, se había convertido en una de sus mejores amigas.
África estaba atrás, y hasta que acabaron de darse ese tremendo abrazo no la pudo conocer.
― ¡Hola! ¿Tú eres África?
― ¿No lo parece? ―dijo mirándose la ropa.
― No sé, a lo mejor es una ladrona y nadie lo sabe ―dijo María, dejándoles con una duda existencial en la cabeza.
― What ―dijo Afri bugeada.
― Mira, hace mucho frio para gilipolleces ―dijo María agarrando de una de las tres maletas de Alba y yéndose― vámonos al coche ya que se me están poniendo los pelos del coño congelaos'
Aquello provoco un ataque de risa en Alba. Lasa dos se miraron con una sonrisa, ya empezaban a notar su presencia en plena capital de España, en la gran Madrid.
Llegaron al coche y se subieron dejando las tres maletas en el maletero y encima de África, que estaba sentada atrás con una maleta casi aplastándola.
― Esta noche hemos querido hacer la fiesta en nuestra casa, ¿Te acuerdas no? ―dijo María sin prestar atención a la carretera.
― ¡María la carretera! ―decía Alba pegándose muchísimo al asiento.
― Lo tengo todo controlado, tu tranquila ―dijo mirando a la carretera― Bueno, respóndeme.
― Si, aun me acuerdo ―dijo algo asustada― desgraciadamente.
― Vamos tía ―dijo África dándole un pequeño puñetazo en el hombro, como amigable― te va a encantar la fiesta que vamos a montar, ya verás.
― Va a venir mazo de gente, y seguro que ligas chica ―dijo María con tono picaresco dándole otro puñetazo como el de África.
― ¡María! Todos sabemos que eso es imposible, IMPOSIBLE.
― Tranquila tía, que yo me asegurare de que no tengas a otro mamarracho como ese
― Y yo también ―afirmo Afri.
― ¿A qué hora es la fiesta? ―pregunto Alba
― Sobre las 10 de la noche
― Pero tienes que ver la casa nuestra para que puedas ver como de grande va a ser la pedazo de fiesta, te lo digo yo ―dijo África.
― Miedo me dais ―dijo riéndose Alba, y pegándole la risa a las otras dos.
Alba, aunque no lo pareciera, tenía unas ganas locas de llegar a aquella casa, poner todas las cosas y de ver a aquellas personas nuevas que no conocía. Iba a ser la semana de su vida, lo tenía bastante asegurado.
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Rebeldia | albalia
Fanfiction"Nacimos para ser felices, ¿Cuánto tiempo más vas a tardar?" . . . . . . . . Rankings mas impresionantes :) #1 Shippeo #1 Natalba #1 Alba Reche