XII

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Eran ya las 7 de la mañana de aquel viernes tan esperado para muchos. África fue la primera en levantarse de aquellas tres en la casa. Salió de la habitación de María con un tambor del estudio de grabación colgado sobre su pecho y empezó a darle golpes con la maza que tenia.

― ¡Buenos días por la mañana! ―decía animosa― ¡Hoy es un gran día cariñitos míos!

― ¡África! ―gritaba ronca María desde la habitación― ¡Te voy a pegar un puñetazo como vuelvas a despertarnos así!

Alba seguía dormida, ni un tambor perturbaba su sueño entonces. África entró en la habitación, abriendo la puerta dándole un golpe con la pierna rollo samurái y siguió dándole toques al tambor.

― ¡Alba Martínez Reche! ¡En orden de la ley te obligo a que te levantes!

― Dios ―bostezaba― te vas a cargar el tambor

― ¿Qué otro modo tengo de levantaros sino?

― Pues con besitos como cualquier otra persona NOR-MAL ¿entiendes?

― Que sosa eres María ―decía Alba en alto, mientras se desperezaba.

África se fue por la puerta, seguramente a hacerlas el desayuno como todas las mañanas. Alba se levantó de la cama y abrió el armario, pensando que se podría poner hoy sin tener que coger nada de la maleta del camping.

Finalmente se decidió por llevar una camiseta que decía "Bollo dramas" a pesar del peligro que pudiese ocasionar con aquel rollo con Natalia, ella sabía que estas chicas eran capaces de todo.

Encendió el teléfono y se quedó sentada en la cama, esperando un aviso de África para desayunar un desayuno calentito junto a las otras dos. Miro todas las redes sociales, y tenía demasiadas notificaciones, muchas de ellas eran de su familia, que le preguntaban qué tal le estaba yendo aquellos días por la capital.

― ¡A desayunaaaar! ―aviso Afri, causando que Alba tirase el teléfono a la cama y se dirigiese para la cocina de inmediato.

Desayunaron las tres, hablando como pudieron sobre lo que tenían pensado hacer durante esos tres días en el camping. Afri estaba hiperactiva esa mañana, Alba bueno, iba tirando, pero María parecía que se iba a morir de sueño.

― Tenía que ser hoy ―lamentaba María― el día que mas sueño tengo de todo el año.

― Tomate un café ―respondía Afri.

― Me he tomado tres

― Pues te tomas cuatro

― África ―avisaba María indicando con su dedo índice que iba en serio― como esta noche no duerma tú tampoco vas a dormir.

― Que pillina te has levantado mari ―comentaba Afri soltando una risa algo, malpensada.

Alba no pudo evitar reírse ante tal comentario, casi atragantándose con el aguacate de las tostadas.

África y María la miraron, las miradas hablaban por si solas, pero Alba no se percató.

Llego la hora del encuentro con los demás. Estaban bajo la casa de Noelia, y estaban todos, menos Natalia, Marta y Noelia. Seguramente las dos primeras venían de camino, Noelia siempre llegaba tarde.

― ¡Hola! ―decía Alba empezando a saludar a todos.

― ¡Hola! ¿Qué tal estas? ―decía Sabela, que era la más cercana y que le dio dos besos.

― Muy bien, ¿Y tú?

― Muy bien también, si. ¿Qué tal con estas dos liantas?

― Tirando, esta mañana nos ha despertado Afri con un tambor de la sala de grabación.

Rebeldia | albaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora