XXVIII

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Pasó la noche, aunque ninguna de las dos pudo dormir. Se levantaron a las 9:30 de la mañana, teniendo que estar en el lugar del casting dentro de una hora y media.

Alba no sabía que ponerse, no sabía si escoger entre unos pantalones negros con una cadena y una camiseta básica blanca o unos pantalones sueltos de un color rojo con una camiseta negra. Finalmente se acató por coger el segundo atuendo.

― ¡Buenos días! ―chillaban María y África alegres por la casa mientras daban saltos de alegría― ¡Hoy es el casting!

― ¿Habéis dormido? ―preguntó Alba entregándole a cada una sus tostadas que ella misma había preparado para desayunar.

― Mejor que nunca ―respondió María, sentándose en la silla bastante bruta.

Natalia, mientras tanto, aun seguía afectada por lo de ayer. El hecho de saber que va a tener que ver a Alba tras lo ocurrido era lo único que echaba a Natalia hacia atrás para el casting. Aunque probaba pensar otras cosas, cosa que también intentó Marta mientras ponían a Michael Jackson mientras agarraba a Natalia para bailar con ella, no podía evitar visualizar ese momento en bucle.

― Sigues triste, ¿verdad? ―quiso preguntar con pena en sus ojos.

Natalia asintió aunque con una sonrisa demasiado falsa para calmar la tensión de la pregunta. No quería mirar a Marta, que ella en cambio la miraba mientras pensaba si decirle lo que habló el día anterior por Whatsapp.

― Bueno ―dijo respirando hondo dando una palmada― vamos a desayunar, ¿Lo de siempre?

Marta era de las personas que más apoyo le daba a Natalia desde que se conocieron. Siempre, pasara lo que pasara, ocurriese lo que ocurriese, ella siempre estaba allí. No dudó en abrazarla, en señal de agradecimiento, recibiendo también un abrazo de su parte.

Llegó la hora. Estaban África, María y Alba listas para ir en coche al lugar, bajo petición de África de encontrarse cansada y no querer gastar muchas fuerzas para poder cantar al máximo volumen. Natalia y Marta en cambio fueron andando hasta el lugar.

Habían quedado todos a las 11:00 allí, para hacer el casting al mismo tiempo. Para sorpresa de Alba Natalia ya estaba allí y Joan aun no había venido. María y África sintieron el verdadero terror al ver que Natalia, como había visto también Alba, vio a Joan acercarse hacia donde estaban. Joan, que saludo con la mano alegre solamente recibió por parte de Natalia una mueca de asco de arriba a abajo. El tampoco entendió nada.

Bajaron del coche tras unas cuantas vueltas a pesar de que Alba ya había visto donde era el lugar de la larga cola que empezaba a tener.

― ¡María! ―señalaba nerviosa alba hacia sus espaldas― ¡Si es allí!

― Creo que por aquí hay aparcamiento.

― ¡Pero si esta todo vacio! ―exclamaba.

― Ya, pero no me gusta donde están situados.

Bajaron del coche y casi tuvieron que ir corriendo al ver la masa de coches y gente andar hacia la cola, por propia dignidad no podían colarse delante de bastante gente que ya estaba esperando bastante.

Se acercaron finalmente hasta ellos, Joan fue el primero en percatarse y el saludo mientras la dirigía una sonrisa. Alba también la saludo desde lejos y salió corriendo hacia él, fundiéndose en un rápido abrazo pero fuerte, lo bueno estaba por llegar.

Natalia, percatándose de que el saludo era para Alba decidió bajar la mirada, andando con pasos muy cortos hacia el lado contrario de donde venia ella mientras soltaba un par de soplos algo molesta.

Rebeldia | albaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora