ELEONOR
Maldita sea.
No podía dejar de pensar en el puto sueño de la noche anterior. Ni siquiera entendía como carajos había sido capaz de llegar hasta ese punto, si antes de ello las pesadillas de los calabozos eran las que estaban atormentándome. Pero lo había sentido tan real, que con solo cerrar los ojos era capaz de sentir las manos de Admes sobre mi piel.
Deseaba tanto que aquello se hiciera realidad, aunque no sabía hasta que punto se podía realizar tal hazaña con una persona que solo yo era capaz de ver.
Muerdo mi labio inferior para así evitar que una tonta sonrisa se dibujara en mis labios.
Admes, Admes, Admes... ¿Cómo era capaz de permanecer permanentemente en mi memoria?
Trato de concentrarme en lo que el profesor habla sobre las fotografías que habíamos entregado como proyecto, pero me era inútil. En mi memoria continuaba navegando Admes.
Siento un pequeño pinchazo de un lápiz en mis costillas, miro sobre mi hombro con el ceño fruncido, únicamente para encontrarme con la petulante sonrisa de Colin Sámaras, mientras niega con la cabeza.
—¿Qué pasa, linda Eleonor?
—Nada, ¿Por qué preguntas? —respondo, moviendo mis manos.
—Porque bien un pájaro podría cagar sobre tu cabeza, y tú no te darías cuenta —ríe, sin dejar de negar con la cabeza.
—Idiota —mascullo, poniendo los ojos en blanco antes de regresar mi atención al frente.
—Realmente he quedado impresionado por la calidad de muchas de las fotografías entregadas por ustedes —confesó el viejo profesor, sin dejar de observar las imágenes que mantenía en sus manos.
El profesor podía incluso estar pensionado si él quisiera, pues podía asegurar que se encontraba cerca de los 70 años, pero no era su caso, él disfrutaba de la fotografía aún más que cada uno de nosotros, si era posible, además, ni siquiera se le veía cansado, pues siempre se movía por todo el salón sin sentarse un segundo, incluso, mantenía una sonrisa plasmada en su rostro.
—Colin, me fascinó como mostraste tu amor por el rock con una simple imagen —dijo, mostrando la imagen de Colin, la cual se trataba de una imagen de sus compañeros de banda, durante un ensayo.
—En realidad, no hay nada de mi parte que salga mal, profesor. Soy encantador de cualquier perspectiva —apuntó el otro, ganándose unos pequeños suspiros por parte del género femenino del salón, lo que me ocasionó que simplemente pusiera los ojos en blanco otra vez.
—Debo imaginarlo —contestó el hombre con sarcasmo, antes de centrar su atención en mí—, Eleonor, debo confesar que tu imagen me quedó debiendo más calidad —no dije nada, solo arrugué la nariz en cuanto mostró mi simple imagen de mis zapatillas de ballet, al lado de la ventana.
Era verdad, pero después de todo, si llegaba a contarle al profesor por todo lo que había pasado, no me culparía por no tener tiempo suficiente de tomar una buena fotografía.
—Allana, tu imagen sobre las abejas sobre las flores, fue sorprendente —la pelirroja simplemente soltó unas pequeñas risitas tímidas, ante el alago del profesor—, pero la imagen que se ganó completamente mi corazón fue esta —asintió, mostrando la imagen de la niña con la anciana, tomada por Milú.
Miré a mi amiga, quien se encontraba a mi lado, le toqué su hombro para felicitarla ante su buen trabajo, pero no respondió, ella simplemente se encontraba inexpresiva. Su mirada se encontraba fija hacia la ventana, lejos de saber que su imagen había ganado. Era como si su cuerpo se encontrara ahí, pero su alma estuviera divagando lejos de ese lugar.
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Agentes del Amor © {Terminada}
ParanormalSiglos atrás Cupido hizo una gran revolución, el trabajo de enamorar a las personas alrededor del mundo, realmente se había vuelto mucho más agotador; los humanos se reproducían como conejos, por lo que, ya el pobre angelillo no tenía descanso. Así...