Desde ya, ¡Feliz Navidad para todos de parte de su amiga Fran!
¡Las quiero!
***
ELEONOR
Podía asegurar que desde siempre esta era mi época favorita del año, amaba con el alma la Navidad, y no era por el simple hecho de que me dedicaba a decorar de luces y esferas el árbol junto a mi padre, sino también por el motivo de que era la época en que papá y yo solíamos planear nuestras vacaciones.
Esa era una linda tradición que teníamos desde hacía ya unos trece años atrás, nos la pasábamos ahorrando prácticamente que todo el año para así poder salir del país.
Aún recordaba mi primer viaje a su lado, habíamos ido a Orlando, para así poder visitar a Disney World. Una sonrisa se marca en mi rostro mientras niego con la cabeza y bajo las escaleras cargando una caja llena de esferas y luces navideñas, aún recordaba lo mucho que le había costado a mi padre despegarme de una de las piernas de Minnie, pero nadie podría culparme después de todo, pues apenas tenía 6 años.
Después de ello habíamos visitado tantos países, de los cuales mis favoritos habían sido Inglaterra, Perú, República Dominicana y Costa Rica. Aunque admitía que cada país tenía sus respectivas bellezas.
Así había sido como me había enamorado de la fotografía, pues desde que habíamos planeado nuestro primer viaje, papá me había obsequiado una cámara; una vieja Canon que aunque ya no funcionaba, aún la guardaba como un tesoro. Con ella había aprendido a tomar fotografías, fue con ese aparato que deseé convertirme en una fotógrafa profesional, lo cual ahora y si Cupido me lo permitía, estaba a poco de lograrlo.
Me detengo en la parte baja de las escaleras y dejo de sonreír al ver a una persona completamente distinta a mi padre, armar el árbol.
—¿Qué estás haciendo aquí?
Él me observó sobre su hombro con una ceja arqueada, antes de regresar su atención al árbol sin darme mayor importancia.
—¿Dónde está papá? —continuó sin hablarme.
Dejé la caja en el suelo y caminé con grandes zancadas hacia la cocina, dejando al sujeto de mirada oscura atrás. En la cocina, mi padre se encontraba sonriendo y charlando placenteramente con Acacia, mientras arreglaban lo que parecía ser, un pavo. Sobre la encimera había muchos ingredientes, como lo eran especias de diversos tipos, harina, arroz, y un montón de mariscos. Al ver todo aquello incluso me había dado la impresión de que estaban preparando comida para un ejército completo.
—¿Papá? —lo llamé desde la puerta sin tener la menor idea de lo que ocurría en mi casa.
—¡Oh! Aquí estás, cariño —me dijo, sonriendo de medio lado a la vez que dejaba de picar las especias para así prestarme atención.
—¿Qué sucede? ¿Para quién es toda esa comida?
—Somos familia, querida —alargó Acacia, fingiendo interés en mi presencia—, así que compartiremos la cena de Navidad este año —ella sonrió, a la vez que levantaba una ceja de manera arrogante en mi dirección.
—Papá, siempre hemos sido tú y yo —le recuerdo, ignorando completamente la presencia de Acacia—, ¿Por qué Aurelio está haciendo tu trabajo en el living? ¿No se supone que siempre armamos el árbol tú y yo?
—Él dijo que quería armar el árbol contigo —contestó mi padre, levantando los hombros.
—¿Y qué pasará con nuestro viaje? Siempre me das la noticia de a donde iremos durante la cena. Pensé que pasaríamos la velada solos... como siempre.
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Agentes del Amor © {Terminada}
ParanormalSiglos atrás Cupido hizo una gran revolución, el trabajo de enamorar a las personas alrededor del mundo, realmente se había vuelto mucho más agotador; los humanos se reproducían como conejos, por lo que, ya el pobre angelillo no tenía descanso. Así...