12.

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Estaba confundido, pero actuaba a a sus instintos y por ello solamente se maldice cuando divisa a YoungJae salir con un chico del Instituto.

Sí. YoungJae había ignorado sus mensajes y llamadas. No había ido a su casa para evitar problemas con su tía. Su oportunidad estaba ahí. Y ahí estaba él: recargado en una pared de algún local, donde tenía buena vista para atrapar a YoungJae saliendo de sus clases.

Trota hasta el rubio y cuando éste lo encuentra con la mirada; se tensa.

—¿Qué haces aquí?—Cuestiona el menor en cuanto se acerca su primo.

—Vine a recogerte.

—No te lo pedí.

—No, yo quise hacerlo.

—Jae—El chico que se había adelantado habla; el mismo con el que había salido de la escuela—¿Nos vamos?—Arquea una de sus pobladas cejas y mira al menor, después corriendo la mirada, desdén brillando en sus castaños ojos cuando encuentra al otro chico.

—Yo lo llevaré a casa.

—No hace falta, iba a mi casa—Habla con una falsedad enorme en esa amabilidad.

—¿Ah, sí?

—Sí.

—JinYoung hyung, podemos dejarlo para otro día...

—Sí, JinYoung hyung, pueden dejarlo para otro día.

—¿Qué pasa con éste idiota?

—¡Hyung!

—¿Disculpa?, eres tú quien me comenzó a mirar como si fuera mierda.

—Bueno, tal vez lo eres...

—¡JinYoung hyung, basta!

—Él comenzó.

—No, tú lo hiciste—JaeBum defiende.

—Sigan peleando, que yo me voy a casa.

—Ya, está bien. Mañana llega temprano, ¿Sí?

—Claro que sí, lo veo mañana.

Cuando JinYoung se va, YoungJae emprende camino a su casa, ignorando al azabache detrás de él.

—¿Cuándo me vas a perdonar?

—No tengo nada qué perdonar, hyung. Es tu opinión. Tampoco es como que me importe mucho.

—¿Entonces por qué me ignoras?

YoungJae detiene el paso, girando para encarar al mayor y a centímetros de él decide responder.

—Porque no soy un niño caprichoso que te ve como un puto juguete, JaeBum hyung. Porque no me vas a tomar en serio y cada vez me es más difícil controlarme cuando estoy contigo. Porque duele. Todo duele malditamente mucho—Sisea. Da una mirada a los labios del mayor y retrocede con lentitud—Así que no sé qué haces aquí. ¿Vienes a buscarme?, ¿por qué? Los hombres como tú no quieren a niños caprichosos que los ven como juguetes.  No me vas a volver gay, ¿no? Entonces vete ahora mismo porque necesito a alguien y claramente no serás tú por mucho que lo quiera. 

Y con rencor en todo el sistema, decide marcharse a casa.

¿Homofobia? [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora