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Un sudor frío recorrió mi espalda. Sé que si el chico disparaba otra vez, no iba a fallar.

-¿Qué quieres?- preguntó con rapidez.

-N-no sé de qué me hablas... baja el arma p-por favor- supliqué.

El chico rió con desdén, pero siguió apuntando.

-O eres un excelente actor y mereces un Óscar, o es que me han enviado a un puñetero novato.

Intenté fingir sorpresa, pero solo me salió una mueca extraña. Me había pillado.

-Veo que es lo segundo...

El rubio con rostro angelical se acercó a mi. ¿Por qué me habían mandado a matar a alguien tan jodidamente hermoso?

-Quiero que mires atentamente mis labios para que se te grabe en esa cabeza de chorlito mis palabras, novato.

Miré esas suaves nubes que me pedían a gritos ser besadas. No pude evitar relamer mis labios con las vistas, haciendo que el rubio se riera.

-Veo que además de novato, pervertido. Lo que quería decir antes de que tengas una erección en tus pantalones, es que por esta vez te dejaré con vida. Pero más te vale que no te vuelva a ver, porque no pienso tener piedad.

-¿Por qué no me matas?- pregunté.

El chico sonrió ladino.

-Me das pena simplemente, que manden a un novato a matarme tiene el mismo resultado que una misión suicida.

Con algo de torpeza, saqué el arma que tanto pesaba en mi abrigo, apuntando con ella a la frente del rubio.

-Es cierto, es mi primera misión. Por eso tengo que demostrar mi valía. Tengo que matarte.

Saqué del mismo bolsillo un papel con una foto y un nombre. El chico de la foto era idéntico al que tenía enfrente mirándome con algo de aburrimiento, solo que en el papel tenía el pelo negro.

-Kim SeokJin, ha llegado tu hora.

El chico se rió.

-¿En serio? ¿Esa es tu frase? Dios...- se limpió una lágrima, producto de la risa- será un honor ser asesinado por ti, oh gran jefe.

-¡N-No hace gracia! ¡Te voy a matar!

El chico dejó de reír, mirándome bastante tranquilo para haberle dicho que iba a acabar con su vida.

-No me vas a matar- sentenció- ¿y sabes por qué?

Negué, bastante nervioso.

-Porque me necesitas- añadió para luego señalarme- así no matarás a nadie, pequeño. Te propongo un trato, nos veremos para que yo te enseñe el arte de asesinar, ya que parece que no te instruyeron como es debido.

Bajé el arma algo confundido.

-¿Cómo sé que no te estás burlando de mi o intentarás matarme?

-Tranquilo, no pienso matarte, al menos por ahora. ¿Trato hecho?- dijo extendiendo su mano.

Tras pensarlo mucho, vi que no había otra salida, así que acepté.

-Supongo que no tengo que presentarme- dijo sonriendo, lo que hizo que casi se me cayera la baba- pero da igual, soy Kim SeokJin, dime Jin.

-Yo soy Kim Namjoon, encantado.

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