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-¿En serio lo preguntas?- le preguntó al peli rosa, sentándose a su lado en el sofá- espero que seas consciente de lo que acabamos de hacer. T-Te acabo de hacer un oral y me he venido sin tocarme un poco.

-¡N-no sabía qué pensar!- dijo con las mejillas sonrosadas- creía que el que se sonrojaba por estas cosas eras tú...

El castaño cogió las manos de Jimin entre las suyas y le dejó un suave beso en la mejilla.

-Me gustas, Jimin. Siendo un asesino o no, me gustas y quiero estar contigo- confesó con las mejillas sonrosadas, como ya era de costumbre.

Jimin sonrió como solo él sabía hacerlo. Apretó sus manos y se acercó a él hasta estar al lado de su oído.

-Tú también me gustas, Kook.

-🌸🌸🌸-


Recogieron las cosas y subieron a la habitación que compartían. Para ser altas horas de la noche, Jungkook  no tenía una pizca de sueño, y se podía ver que Jimin tampoco.

Sumidos en un silencio absoluto, se pusieron el pijama y fueron directos a la cama. Jungkook apagó la luz y cerró los ojos, esperando que el sueño hiciera su trabajo. 

Pero no podía dormir. 

A su lado, Jimin se removía inquieto, intentando caer en los brazos de Morfeo. Pasó una hora y finalmente el peli rosa se dio por vencido, incorporándose. Abrió un cajón de la mesilla de noche y sacó un cigarro para luego encenderlo. La llama del mechero iluminó por un instante su rostro. La oscuridad de sus ojos hizo que algo en el interior de Jungkook se removiera. Se incorporó como él, cubriéndose bien el cuerpo con el edredón. Aspiró el olor a suavizante y entonces se acercó a abrazar a Jimin por la espalda. 

Él estaba mirando por la ventana. La luna llena era lo único que iluminaba la habitación, junto con su cigarro.

-¿Por qué fumas?- le preguntó después de un momento de silencio.

-Necesito aclararme- contestó el peli rosa mientras el humo salía por sus gruesos labios, haciendo que el moreno arrugara la nariz por el olor.

-No me gusta que lo hagas, es malo para tu salud.

Jimin rió con dulzura, haciendo que su cuerpo se moviera y el de Jungkook también lo hiciera al estar apoyado en él. 

-Solo adelanto lo inevitable, además es culpa de Yoongi que empezara con los cigarros cuando necesitara relajarme. 

-Voy a tener que hablar seriamente con él- dijo escuchando cómo esa risa que tanto adoraba se le escapaba de los labios junto con el tóxico humo. 

-No es precisamente su culpa. Digamos que yo sabía donde los escondía, y él estaba tan ocupado que no se daba cuenta de que le faltaban algunos cigarros.

-Jimin... ahora que estamos juntos... e-es decir tú lo sabes todo sobre mi, pero yo no sé nada de ti...- comentó el castaño timidamente, apoyando la frente en su hombro, esperando su respuesta.

El pasado del peli rosa siempre le había llamado la atención. Le había visto sin camiseta muchas veces, se sabía de memoria cada una de las cicatrices del peli rosa. Quería saber por qué las tenía y qué le había empujado a hacerse asesino, ¿una venganza tal vez?

Jimin volvió a darle una última calada al cigarro y lo apagó en un cenicero. Jungkook no se había fijado que estaba ahí. El más bajo pasó sus dedos por su pelo, retirándolo de su cara y se acomodó más en el caliente cuerpo de Jeon. 

-Te dije que algún día te la contaría...- murmuró- pero no quiero tu lastima. No cuando acabamos de empezar una relación.

-Por eso mismo deberías decírmelo rosita, por nosotros. Quiero conocer a mi novio- le contestó el castaño con seguridad.

Pink   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora