Pink

-18-

Dejé el arma sobre la mesa y entré en la ducha.

Hacía tanto frío que no sentía mis extremidades. El agua caliente relajó mis músculos al instante, llenando el baño de espesas nubes de vapor. Observé perdido en mi mundo cómo la sangre desaparecía por el sumidero, limpiándome.

Sequé mi cuerpo con una toalla y até ésta a mi cadera. Salí del baño y como ya era costumbre, Jin me esperaba tumbado en la cama para dormir juntos.

Le di un dulce beso de buenas noches y me acosté, demasiado cansado para tener una conversación.

-¿Quieres formar una familia?- me preguntó.

Tal vez esta conversación sí era necesaria tenerla.

Encendí la luz que anteriormente había apagado y me acosté de lado, mirándole.

SeokJin se mordía el labio, nervioso. Pasé mi brazo por su cintura, abrazándole.

-¿Me voy a una misión y ya quieres que sea padre?

Jin bufó, poniendo un puchero.

-¡No es eso! Es que como tú estabas de pesado con que querías tener hijos...

-Los tendremos, Jinnie, pero cuando estés listo y seguro.

-¿Quién ha dicho que yo tenga que tenerlos? Puedes ser tú también, ¿sabes?

-Que te haya montado cual caballo un par de veces no significa que yo sea el pasivo. Además, ya lo hemos hablado. Sé que la idea de tenerlos creciendo en ti te gusta pero a la vez tienes miedo.

Jin suspiró. Yo me dediqué a dibujar círculos sobre su piel, esperando a que se aclarara.

-Está bien pero... ¿Vamos a vivir de... esto? Los niños se criarían entre sangre y pistolas.

-Podemos jubilarnos. Irnos lejos y criarlos, empezar de cero.

-¿Y Yoongi y Jimin? ¿Qué pasa con ellos?

-Se pueden venir con nosotros, no tienen otro sitio a donde ir.

-Abandonar todo... No lo sé...

-Por eso tienes que estar seguro, tú me dirás cuándo quieras tenerlos.

El rubio asintió. Se puso sobre mi y besó mis labios lentamente. Yo le correspondí de inmediato, sintiendo cómo comenzaba a acariciar mi cintura y rozaba su nariz con mi mejilla.

Siempre estaré contigo.

Aunque no físicamente.

Aunque no me veas.

-Namjoon, te quiero.

-Por favor no me hagas esto... No puedes hacerme esto...

¿Por qué lloras? No me gusta que llores.

¿Por qué tengo frío? ¿Por qué no estás a mi lado?

-Despierta Nam, hazlo por mi...

Quiero estar contigo. Formar nuestra familia...

Lucharé hasta el final para consolarte.

Aunque no llegue.

Escuché una voz. Una voz rota que luchaba por no echarse a llorar.

-¿Namjoon?