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Todos estaban alrededor de Yoongi mirando fijamente la pantalla del ordenador. En ella solo aparecían letras y números que no llegaban a entender, pero el peli gris parecía saber lo que hacía.

-¿Alguna novedad?- preguntó Jin.

Cuando Jimin y Jungkook salieron corriendo del estudio en busca del rubio, lo encontraron herido en el suelo. Al parecer YoungJae le había dejado inconsciente al pillarlo por sorpresa. Jin se moría de vergüenza y no quería que hablaran más del tema.

-Esto está más cerrado que el ano de un virgen- musitó Yoongi entre dientes.

Los tres suspiraron y alejándose un poco, se sentaron derrotados en el sofá.

-Necesitaré un ordenador más potente. Conozco a alguien pero vive algo lejos de aquí. Yo iré a resolver este puñetero rompecabezas mientras ustedes hacen algo de provecho con sus vidas- dijo Yoongi mientras se levantaba.

-Yoongi tiene razón, no nos podemos quedar quietos como piedras- dijo Jin- Jimin, tengo una misión para ti hoy. Los documentos con la información están en tu habitación.

El peli rosa asintió en silencio y se levantó.

Había estado raro desde la misión para conseguir la información indescifrable de Lupus. Jimin estaba distante, algo sombrío. Y Jungkook  creía saber el por qué. Cree que le tiene miedo. O asco. Las dos cosas. Puede que le tenga algo de miedo, sí. Es aterrador cuando tiene el rostro manchado de sangre y una sonrisa en su cara pero aún así... Han sido incontables las veces en las que se ha quedado embobado, contemplando su belleza. Es divertido y se preocupa por él. Jimin es el tipo de chico con el que quiere compartir su vida.

-Y-yo voy con Jimin- dijo. 

Jin y Jimin se quedaron mirándole como si acabara de decir la cosa más sorprendente del mundo.

-J-Jungkook...- dijo Jimin sorprendido.

-No tengo por qué dar explicaciones, quiero ir con Jimin y punto- contestó el castaño atropelladamente. 

El jefe de los Koi asintió ante su duro tono y susurró algo de que se iba a descansar para luego desaparecer como Yoongi. El peli rosa miró al suelo, mordiéndose esos gruesos labios. Hizo el amago de irse pero Jungkook le cogió el brazo.

-¿Por qué quieres ir conmigo?- preguntó Jimin con voz suave.

-Simplemente porque quiero estar contigo, no quiero que te contengas... En nada.

El peli rosa le miró con ojos oscuros y se acercó más a él, haciendo que sus narices casi se rozaran.

-Sabes lo que estás haciendo, ¿verdad?- preguntó contra sus labios, haciéndole cosquillas.

Jungkook asintió y Jimin depositó un pequeño pico que le dejó con ganas de más. Así que mandó todo a la mierda y cuando Jimin se separó, agarró su cintura y lo pegó a su cuerpo, uniendo sus labios con fuerza. Fue un beso tranquilo, cariñoso. Cuando le dejó ir pudo apreciar el hermoso sonrojo de sus mejillas.

-Y-Ya no eres tan tímido...- susurró con la respiración agitada

Jungkook se sonrojó violentamente cuando notó que el peli rosa sujetaba sus manos y las posaba en su trasero. Al sentirlo bajo sus dedos, retiró las manos corriendo, escuchando la risa de Jimin.

-O tal vez me equivoqué- dijo mientras sus ojos desaparecían por su enorme sonrisa.

Ese fue el momento de Jungkook para sonrojarse y correr a la habitación que compartían.

-🌸🌸🌸-


El hombre cayó sobre la mesa haciendo mucho ruido cuando rompió el cristal. Jungkook seguía con su papel de espectador mientras Jimin avanzaba hacia su víctima con una sonrisa triunfal. El cuerpo del dueño de una empresa de Japón estaba lleno de pequeñas pero dolorosas agujas, clavadas incluso en su entrepierna.

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