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*Capítulo 9*

La entrepierna de Gabriel comienza a tensarse, su sexo ha explotado en cegueras. La cascada prematura estaba por llegar, Rafael tiene que hacerse cargo ahora mismo. Dentro de su elixir, su cabezo le pide parar, pero no puede, su lado neandertal se lo impide.

Gabriel está alcanzando el nirvana, incluso su alter ego había recibido órdenes de no integrarse a Gaby durante muchos años más.

Sus corazones estaban a punto de rivalizar el acto, más pudo su apiñar, es lo más vanidoso, algo que nunca podrán olvidar. El odio no estará ahí, simplemente se están dejando llevar.

Por la ventana, un pájaro azul de líneas rojas se posa, detenidamente observa el acto de amor que Rafael y Gabriel se están impartiendo. Entra, y vuela sobre ellos, da tremendos círculos, pero éstos dos aún no han terminado de despegar sus labios, incluso Rafael se ha quitado su camisa negra, dejando al descubierto su torso bien formado, con pechos gigantes y firmes, brazos eléctricos y abdominales satinadas, resalta un tatuaje al costado derecho bajo: una mariposa tan hermosa color púrpura y terciopelada, con alas de armadura y líneas blancas alrededor. La idea no había sido tan despistada, pues toda su familia tenía hecho un tatuaje.

Después de un tormentoso día, el pequeño Rafita posaba bocarriba en un parque con hermosas flores amarillas y pasto fresco, el aroma que desprendía le recordaba a su hermosa infancia cuando viajó a los Alpes suizos con su madre antes de que ésta muriera 4 meses después de que Rafa se haya graduado de la escuela secundaria, aquella época sin remordimientos, cuando tenía tan solo 15 años. Los últimos momentos de su vida fueron de la mano con su querida familia, a quién perdonó por ser tan ingrata, a quién intentó construir con el mejor de los resultados, esa malcriada zona muerta entre la cocina y la sala de estar, todo había quedado en el olvido. Ya estaba por terminado lo pendiente, y la vida daba para seguir disfrutándola. Pero aquél día soleado —que pintaba para ser bueno— del 25 de Julio de 2005, un accidente de coche había dado casi por terminada la vida de una bella dama, alguien irreparable en sus decisiones, alguien que ya había acabado todas sus metas, ella lo sabía, tenía a sus hijos bien preparados, maduros para su edad, y a un esposo perdonado por infidelidad —él ahora está tranquilo, sabe que ella hubiese querido que viviese como lo hace ahora, festejando sus ganancias y con la frente en alto conociendo nuevas personas—, una estrella se apagó en la tarde y volvió a brillar en el cielo en la noche, sufrió de un golpe de cabeza, sobrevivió a duras penas hasta ser instalada en un hospital local de Ottorsuchets, un pueblo muy cercano a la carretera principal de Alabama; casi a fueras de la ciudad, en la noche exactamente a las 10, dio su último suspiro.

Rafita, quién ya había cumplido 16 años, decidió poner manos a la obra y dejar todo lo negativo en la mierda, se dirigió hacia un negocio de tatuajes, daba buena pinta, actualmente sigue visitando el lugar. Un joven alto y no tan apuesto se dirigió al pequeño Rafa…

—¿Qué buscas?

—Tatuajes, ¿Cuándo cuestan?

—20 bolas, depende de cual necesites.

El pequeño sacó de sus pantalones cortos un dibujo impecable; una mariposa mediana color púrpura, con terciopelo en su cuerpo, armaduras en sus alas y líneas blancas hechas a la perfección, éstas resaltaban para el sujeto, quedó boquiabierto, su mente trajo miles de recuerdos.

—Bien, siéntate en ese diván. —Señaló aquella camilla oscura de piel.

Rafita no sentía remordimiento, aún recordaba por qué tenía que hacerse ese tatuaje.

—¿Le has dado algún significado? Niño.

—Sí.

—¿Se puede saber?

—Mi madre cuando estaba a punto de morir, me dijo que las mariposas para su familia significaban el reencuentro y la reencarnación. Que las armaduras los caballeros las han llevado donde no quieren ser lastimados, o donde está su debilidad. El color púrpura, representa al hilo rojo del destino, ella me confesó que sabía a qué tendría que enfrentarme cuando yo fuese grande, que no fuese obvio en la pintura, que usase algún tipo de sangre extraterrestre. Éste tatuaje, representa, mi pasado, mi presente, mi futuro y mi vida, porque es efímero, estará conmigo siempre, así esté bajando de ésta montaña rusa.

Rafael desprende masculinidad y autoridad en la casi copulación, Gabriel toma a Rafa de su nuca y lo lleva más a él.

Es incluso como si ya supiesen donde darse caricias tibias, donde tocarse, Gabriel está impactado, nadie de sus anteriores parejas sabía cómo ganárselo, como dejarlo con ganas de más. Está en trance, sus pupilas se dilatan, la causa una especie de ardor cerca del cuello: está hirviendo en deseo carnal.

(Gabriel)

De un momento a otro, me disparo hacia atrás, me siento frío ahora, los ojos se me han humedecido, estoy por ¿llorar? No puedo comprenderme, me he dejado llevar.

—¿Por qué de ésta forma? —Susurro, sin necesidad de ser escuchado realmente.

—Gabriel… —Se acerca a mí, me toma de la cintura— ¿lo sentiste?

En verdad sé de lo que está hablando, por un momento sentí que flotaba, que me iba de este mundo.

—Sí. Un cosquilleo.

—Sí. —Se lleva las manos a la boca y se voltea.

—Rafa, sigo con esa enorme duda. ¿Por qué tú? Y ¿Por qué yo? ¿Por qué llegamos a esto sin siquiera tenernos tanta confianza, estoy asust…

—Gabriel… ¿alguna vez has sido superficial? ¿Alguna vez has sentido que no eres tú? Que en realidad estás poseído, lo descubres cuando te analizas.

—Ahora mismo, Rafa. —Estoy por quebrarme.

Se aproxima, da golpecitos en mi espalda todavía caliente. Inunda mis ojos de su esencia, me hace querer imitar su forma de mirar. Qué locura.

—Es muy loco todo el mundo, ¿no lo crees?

¡¿Qué has dicho?! ¡Puedes saber lo que siento!

—Quisiera que nuestros encuentros no solo sean cómo éste, me acabo de interesar más en ti, quiero saber cómo piensas, tus ideologías, tu forma de ver la vida. Quiero enterarme de quién demonios eres, por qué me has hechizado, quiero saberlo todo.

En efecto, sabes leer mi subconsciente, o ¿es acaso que lo percibes? Sé que hay capaz dentro de él: La superficial, la que lo niega todo, la que recibe e intercambia… la última, la que sabe lo que quiere en realidad. Ésa capa está conquistando todas las que tengo, quiero saber de dónde eres, quienes son tus paisanos, cómo llegaste a mi vida: querido Rafael.

¡Yahalo! ¿Cómo están?
Hoy me demoré en subir Capítulo por motivos del internet y falta de inspiración, pero no se preocupen, Delicado sigue procesándose bien chidoris. 7u7r

Ya conocieron un poco a Rafael, ¿verdad? Aún falta por recorrer en cada uno de los personajes, deben de tener ese carisma, y me estoy inspirando mucho de Stephen King para la creación de dichos... creo que podría llevarme 300 páginas hablando de personajes, en verdad quiero que tengan profundidad y personalidad.

Bueno... ¡¡nos vemos luego!!

Disfruten su lectura r7u7r