*Capítulo 22*

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—Pero está bien Fedra... las croquetas de pescado saben igual que las de Pollo. Será que la cocinera ha estado mezclando cosas, eso es todo.

—Preocúpate por lo que comes, Gwen. Podría traer algún químico.

—Hoy en día todo trae mierdas que nos perjudican... la pasta de dientes por ejemplo, uno de los ingredientes está clasificado como insecticida y una cantidad exagerada de sodio.

—¡¿Quéééééé?! ¡¿Cómo pueden?!

—Por eso mejor opta por llevar una buena alimentación y hacer tu propia pasta dientes. Yo la he hecho con aceite de Coco, algunas yerbas del jardín de la mamá de Verid y aceites esenciales. Es por eso que mi aliento no es fresco pero si agradable.

—Yo lo que necesito es congelar a las personas con mi aliento, que por cierto... es a fresa. —Sonríe la picarona.

—Si, si, claro, mientras envenena a tu cuerpo con esa espumita tan pendeja.

—¡No me juzgues Señorita Nature is Pure!

—Chicas, chicas, no se peleen. ¿Ahora cuál es el problema? —Se acerca Bernardo con una charola de comida.

—Pues Gwen dice que soy una adicta a los insecticidas y basura para el medio ambiente.

—Ignórala, Berna. Estábamos hablando sobre los productos con químicos.

—Por cierto... Gabriel no ha estado comiendo mucho. ¿Lo han notado?

—Sí... pero ¿a qué viene eso?

—Pues... hablando del cuidado y productos químicos mi cerebro se hizo ésta pregunta.

—Pues tenemos que motivarlo a comer.

—Lo he visto comer galletas con leche, pero no es suficiente. Fedra tiene razón, tenemos que orillarlo a comer más que eso.

—Sí. Está muy delgado y me preocupa que pueda caer en una enfermedad.

—Aparte solo con mirar su aspecto, no es feo ¿verdad? Pero se ve tan pequeño, como un bebé.

—A mi bebé Gaby le envidio su cutis... es muy lechoso, amo eso en los chicos.

—Entonces por qué no me amas a mí, pequeña borreguita.

—Porque tú Bernardo tienes la piel áspera y podría cortar zanahorias con ella.

—Ya basta chicos, no vayan a empezar de nuevo. —Advierte Gwen.

—Ahhhhh. Gaby debe de estar aún en clases. Ojalá le esté yendo bien.

—Eh escuchado que Alicia le imparte Matemáticas.

—¿Alicia? Bernardo.

—Vaya fastidio debe tener el pobrecito.

—Oh ahí viene Rafa, podemos sugerirle que vaya en busca de su pequeño bebé.

—¡Tehe oído, papanatas! —Avienta Rafael una bolsa de papas fritas en la cara deBernardo.

delicado; reflejos © [LIBRO 1# Saga DELICADO] (DISPONIBLE EN AMAZON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora