Shelley May regresa a Londres después de unos años en América. Al ella volver se da cuenta que en su casa nada era igual, incluyendo que su hermano el estudioso como todos en la familia lo veían tenía ya su banda de rock. Mientras ella intenta adapt...
Es inexplicable lo mal que me sentí esa noche. De todas las cosas que me pudieron pasar, jamás creí que eso fuese lo que pasaría. Según Roger, el plan de Michael era pedirme ser su pareja oficialmente y ante esa idea yo estaba encantada. Realmente pensé en decirle que sí y darme una oportunidad para ser feliz con alguien mas después de un largo tiempo pero, veo que este cambió de decisiones y actuó como todo un idiota.
Más que nada me dio vergüenza lo sucedido ayer, todo el mundo en esa casa se entero de lo que había pasado y no era algo de que sentirse orgullosa. Por eso decidí irme de ahí, no estaba cómoda y no planeaba quedarme a ver como estos dos se peleaban. Pero, si Roger no hubiera llegado y lo hubiera detenido, no sé que hubiera pasado. Estoy de lo mas agradecida con el por siempre estar ahí para mi pero ahora ya no se que pensar.
Si mi noche fue toda una locura, ese mismo día también lo fue ya que fue cuando por primera vez este me confiesa lo que en verdad siente y yo no podía ser mas feliz. En ese momento mi vida se encontraba en un estado de paz y felicidad ya que, la persona que en verdad quería, me correspondía. Claro que sentí miedo por lo que Brian pudiera decir pero yo... yo quiero a Roger. Solo que desde que llegué ha sido una montaña rusa de emociones con el, tanto que en algún momento pensé en dejar de pensar en el y enfocarme en Michael, ilusa yo.
Ahora es un día diferente y pienso que en vez de ponerme triste por lo sucedido y a llorar como la débil que soy, mejor olvidemos lo sucedido, no volvamos a ver a Michael en nuestras vidas y seamos mejores personas. En verdad que la noche de ayer, al llegar a mi casa, fue para llorar y desahogarme con Cristal. Pero ya pasó, es de día y tiene que ser productivo. No puedo dejar que los demás vean que me afecto. Puedo ver este asunto como Roger ve a sus chicas; pasó, okay, pero ya no importa, siguiente.
Quería hablar con el grupo de lo que pasó ayer para dejarlos en claro que estaba bien, no quería verlos de repente y que me vieran como "pobrecita". Así que aproveche que estaban a punto de ir con la disquera para ver lo de su nuevo disco.
Fui a casa de Freddie donde los vi subiendo a su camioneta a todo el grupo y fue ahí cuando llegué a saludarlos. Cuando ellos me ven, de inmediato guardan silencio y muestran una sonrisa tímida. En especial John quien pues, era el que nos presentó a Michael. Quisiera hacerle entender que el no tiene ni un poco la culpa.
- hey, Shelley... ¿como estas? - dice John, rascando de su nuca nervioso. - escucha, sobre lo de ayer...
- de hecho a eso vine. - traté de mostrar una sonrisa pero seguía siendo incomodo para mi, máss si veía a Roger. - para empezar, John, esto no es tu culpa así que ni te sientas mal. Michael tampoco es el diablo, tan solo, tomó una mala decisión.
- ¿por qué lo defiendes? Es un idiota y lo lamento John pero... - entendía el que Brian actuara así, digo, el solo busca protegerme. Por algo no dejó a Roger hablarme. - solo pienso que, no debió aunque sea intentarlo.
- es cierto Shelley, no merece que le pongas pretextos al idiota ese. - voltee de inmediato a ver a Roger, a un Roger molesto y vi que intento acercarse a mi pero se detuvo. - ¿no es así Freddie?
- pues claro, digo quizá si sea un gran amigo de Deacy y lo que quieras pero no es como para cubrir la porquería que quería hacer, no cariño, no.
- solo... trato de ver esto con otra cara ¿si? Necesito que eso quede en el olvido y que nos enfoquemos de nuevo en la música. No quiero que este vuelva ser un tema de conversación para nosotros. ¿okay?
- solo... solo nos preocupamos por ti. - Brian se acercó a mi y me da un abrazo, uno el cual se que necesitaba. Y solamente de el pues es mi hermano y la persona que más necesitaba en estos momentos. - pero bueno, todo olvidado.
- bien... - me separé de el y volteo a verlos a todos. - ¿que tal la nueva idea para el álbum? - todos miran a Freddie.
- oh, tu espera hermosa, ven con nosotros y escucha la junto con Ray Foster. Tengo fe en esto.
- me alegro que siempre tengas fe en todo lo que pasa con Queen porque sin tí y el entusiasmo que le pones... - empece a decir.
- obviamente es por todos nosotros, incluyéndote. - me choca las manos, vi que traía puesto el brazalete que le regalé de cumpleaños. - vengan chicos, vamos subiendo las cosas a la camioneta.
Brian y John toman sus guitarras y bajo y entran a la camioneta. Entendí que Freddie hizo eso para que yo pudiese hablar con Roger, si no lo conociera.
- tu tranquila, yo entretengo a tu hermano. Y sí, de nada. - se mete ahora el a la camioneta.
Verlo de nuevo después de ayer y después de saber que piensa me ponía nerviosa, mas de lo normal. Se veía demasiado guapo, traía su cabello despeinado como siempre pero tal como me gusta y sus lentes de sol oscuros. Una camisa de botones negra y un saco extravagante. Este se quito los lentes de sol y me mira con ternura, da unos pasos al frente para quedar mas cerca de mi.
Lo primero que hice fue darle un abrazo, que al igual como el de Brian, era un abrazo que necesitaba. Me recargué en su pecho y el con sus brazos me rodeo, me hizo sentir tan segura y con una calma inexplicable.
Me separé de inmediato de el para poder verlo a los ojos, los cuales eran mi mas grande debilidad.
- gracias por lo de ayer. - ahora yo di el paso al frente. - no quiero ni imaginarme que hubiera pasado si no te hubieras aparecido.
- oye, yo siempre estaré ahí para ti. - da otro paso. El que estuviera mas alto que yo me gustaba ya que lo veía hacia arriba. - sabes que yo... te amo. - escucharlo decirlo de nuevo me dio escalofríos. - y para que tu estés bien, yo haría de todo.
- lamento que ayer ya no pudiera decirte nada de lo de la cafetería. Fue un día demasiado loco. - los dos soltamos una risa algo forzada pero creo que era porque ambos estábamos tan nerviosos. - pero, quisiera hablar lo. En serio.
Tomó de mi mano y la entrelazó con la suya.
- cuando quieras, May.
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En eso la puerta de la van se abre y Freddie asoma la cabeza.
- si, bueno, luego hablan de eso, ahora vamos a la disquera. - olvidé que estaban todos ahí.
