Shelley May regresa a Londres después de unos años en América. Al ella volver se da cuenta que en su casa nada era igual, incluyendo que su hermano el estudioso como todos en la familia lo veían tenía ya su banda de rock. Mientras ella intenta adapt...
- no puedo creer que hayan quitado nuestra cafetería preferida y hayan puesto un maldito Starbucks.— Roger molesto, patea la entrada.
- hey tranquilo, esa cafetería llevaba ahí desde los 70s, ya tenían que quitarla.— lo tome de ambas manos para voltearlo hacia mi.— en la cafetería donde nos conocimos.
- donde comíamos pie de limón cada que pasaba algo importante.— por supuesto que me dolía que la quitaran pero no es que me sorprenda pues tenía que pasar en algún momento.— ¿y ahora nuestra tradición será tomar café con todo menos café?
- ¿de que rayos estás hablando?— reí.
- Lily y Roger Jr, siempre llegan a la casa con un café de estos pero realmente nunca es café. O es una bebida chocolatosa con mucha espuma o de caramelo.
- pues puede y nos guste.— le di un beso.— o... podemos buscar en cualquier otra cafetería un pie.
- nunca será lo mismo.— suspire, no lo había visto de esa manera. Era como cerrar algún ciclo. Pero también me hacía feliz pensar en todo el tiempo que llevamos juntos. Es demasiado.— todavía recuerdo cuando entré a tu casa renta y estabas bailando música de los Beatles a todo volumen.
- en ropa interior.
- así de hermosa y sexy como siempre eres.— pasaba la gente y como ahora ya tenían teléfonos celulares, tomaban fotos de Roger.— y luego te traje aquí a desayunar y me contaste del tonto de Kevin.
- es cierto, wow cuánto tiempo. Y ahora somos padres de dos Fabulosos niños.
- nuestros niños ya ni siquiera si niños. Ya están en la preparatoria y... es cuestión de tiempo para que empiecen la universidad— reímos, estábamos ahí en la banqueta de la calle teniendo una conversación. Eso era extraño, aparte de que la gente pasaba y seguía tomando fotos.— te amo Shelley May. Días como estos me hacen agradecer el que estemos juntos.
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- hey y yo a ti mi baterista estrella. Mucho.— una chica se acercó a nosotros.— hola.
- hola, no quisiera interrumpir su abrazo pero... estaba leyendo tu libro en estos momentos ¿quería ver si me lo podrías firmar?
- pero por supuesto que si.— me pareció de lo más dulce el que se acercara alguien, no es algo que me pase seguido. A Roger si.— aquí tienes.
- muchas gracias, escribes demasiado bien. Me encanta el libro, más bien todo lo que escribes. En verdad que deberías hacer una segunda parte de este.— la chica se metió a la cafetería pero antes de cerrar la puerta se voltea con nosotros.— hasta luego.
- eso fue demasiado lindo. Me encantó verla así de emocionada— dije y Roger me tomó de manera rápida en sus brazos y me besó con demasiada pasión, fue tan de pronto y me saco de onda pero lo disfruté.— ¿y eso por que fue?
- me encanta de una manera inexplicable verte feliz por lo qué haces.
- me acabas de hacer el día con ese comentario.— tomé de su mano.— ven, te compraré una de esas bebidas de chocolate con crema batida que se que terminarás amando. Ya nos verás aquí siempre.
- si es que me gusta, ahora cada que venga Lily le pediré que me traiga uno a la casa, créeme. Pero es muy imposible que pase.
- ¿apostamos Taylor?
- bien... entremos. Yo escogeré tu bebida y tú la mía.
- somos todos unos viejos, esto me lo comprueba.
...
Cada que entro a casa de Mary no puedo evitar pensar en Freddie. En mi gran amigo Freddie Mercury. Lo extrañaba demasiado, como nunca y es que con la publicación de mi libro sobre su vida... en verdad es un recordatorio diario de lo genial que era el. Su persona... todo el se extraña. Trato de usar siempre el collar que el me regalo, usar algo de él me hace sentir más cerca de él.
Freddie falleció estando en su casa en Londres. Un día antes, Freddie se sintió con la seguirías de anunciar que tenía sida. Estuvimos ahí ese día, Roger y yo estuvimos en su casa junto con Jim para apoyarlo tras haber anunciado esa noticia. Nunca me imaginé que al día siguiente en la madrugada, no lo volvería a ver por consecuencia de una bronconeumonía provocada por el sida. Cuando nos avisaron, todos estuvimos devastados. Nos dolió tanto el no poder despedirnos.
Fue todo tan rápido y es que creíamos tener más tiempo. La corona de Roger tenía el siguiente mensaje "Adiós, viejo amigo, ¡por fin tendrás paz!". Estuvo demasiado triste por varios días y no era el mismo. Nadie lo era.
Y es que a Mary no la hemos visto hace tiempo. ¿Por que? Jamás nos dijo que hizo con las cenizas de nuestro amigo. Se alejó de todos nosotros y dejamos de verla pero bueno, hoy de nuevo la veríamos. Aparte de que vive en la casa de Freddie.
Llegamos Roger y yo por nuestra propia cuenta ya que Roger Jr y Lily se irían junto con los hijos de John. Aprovechamos para llegar antes y ver de la casa. Sentí muchos escalofríos al volver a entrar a donde pase muchos años.
- que raro se siente volver a estar aquí.— pasé por la sala de estar tocando de los muebles.— es como si, estuviera en una maquina del tiempo y volvía a los años 80s
- todavía siento que fue ayer cuando nos enseñó a ambos la casa. Que quería que nos quedáramos a comer y le dije que no, solo porque estaba sentido con el.
- hey no te culpes, en ese momento ustedes dos no estaban del todo bien. Eso se entiende. Pero recuerda que después fue su fiesta.
- una de sus legendarias fiestas con toda clase de personas.— me tomó de la cintura para acercarme a él.— después subimos a una de las mimes habitaciones de gatos y pasamos un buen rato...
- siempre nos la vivíamos en la habitación de Tom y Jerry.— reímos.— siento que apenas fue ayer.
- hola par de tórtolos.— ante ese comentario los dos volteamos y nos encontrábamos con una Mary adulta.— se que no me queda nada decir eso pero, se me pegó.
- hola tu.— fui a donde estaba y le di un fuerte abrazo.
