-No puedo ayudarte con eso, lo sientoSoltó tajante luego de un silencio demasiado largo, no dejaba de mirarlo buscando una sonrisa torcida o algo que le indicara que estaba tomándole el pelo, que solo intentaba medir su compromiso con el trabajo ¿hasta dónde estaba dispuesta a llegar? Pero estaba tan seria y ofendida, su expresión lo decía todo, ojos bien abiertos, sin brillo, nada de expresiones faciales. Su rostro estaba congelado.
-Danielle, piénsalo..., será un acuerdo absolutamente limpio, ambos seguiremos tal cual... -intenta convencerla desesperado por un "sí"-. Es solo un papel, un documento, se puede anular –explicó con voz suave y paciente
-¡No! -soltó fuerte y claro
-Al menos dime que lo vas a pensar, piénsalo
-No
-Di otra cosa, por favorVolvió a pedir realmente angustiado, ella solo estaba allí con sus grandes y repitiendo un "no" a cada intento por convencerla que hacía, ni siquiera argumentaba su "no"
-No puedo -negó repetidas veces con la cabeza convenciéndose de lo que acababa de pedirle
-Tómalo como un aumento, un ascenso, recibirías dinero cada mes y no tendrías que ir a la oficina
-No, no intentes convencerme, es algo completamente sucio ¡descabellado!
-Ayúdame
-Búscate a otra -espetó con los dientes apretados, comenzaba a ponerse roja, pero de rabia
-No, tú..., tienes que ser tú -estaba convencido que solo podía ser ella, quería que fuera Danielle, y nadie más que Danielle...
-¡Que no! –levantó la voz furiosa, de pronto todas las lindas palabras que le ha estado dedicando y el coqueteo le supieron a limones ácidos
-Quiero que seas tú, Danielle, solo tú puedes ayudarme. Todo depende de ti
-Nicholas, no me vas a comprar –le advierte
-Lo sé, por eso es que eres perfecta
-Entonces no insistas, esto es humillante, quieres que me venda por un ¡POR UN EDIFICIO! –suelta con un nudo en la garganta
-Ayúdame, por favor Dani, te lo pido...
-Te puedo ayudar con lo que sea, con lo que quieras excepto esto –ahora parecía estar a punto de echarse a llorar, de pronto se sintió manipulada..., y pensar que llegó a creer que alguien como Nicholas, podría sentirse atraído por alguien como ella...
-Será como el trabajo, sigo siendo tu jefeY ahí estaba el antipático, egoísta y pretencioso jefe que recordaba. Seguía siendo ese, el tratarla bien fue solo "su estrategia". Puto
-No me gusta mentir, por favor ya basta
Pidió angustiada ¿realmente pensó que diría que sí? ¿Tan mala impresión tenía de ella? Adiós autoestima, no podía estar más herida, OFENDIDA.
-No tendrás que hacerlo, no vas a mentir –continúa
-Tengo que fingir ser tu esposa ¿eso no está catalogado como mentira? –suelta sin evitar el sarcasmo en la pregunta
-Serás mi esposa, será real
-Yo no..., no puedo hacerlo... -susurró a punto de echarse a llorar
-Al menos prométeme que lo vas a pensar, podemos redactar un acuerdo con límites, reglas, lo que quieras, como tú quieras
-Que descanse, señor Allen... -se despidió, ya no aguantaba las lágrimas y se negaba a que la viera llorar
-Te lo ruego...Wow, ella sintiéndose reducida a nada y el escuchándose así de vulnerable, de desesperado por conseguir una solución por conseguir eso que tanto deseaba su abuelo sin importar el costo o las consecuencias que trajera... Pero iba en contra de los principios de Danielle, no podía aceptarlo. Para él, solo era un mero papeleo, para ella la palabra matrimonio era importante, algo que respetar, no un juego para obtener lo que quieres, por dinero..., ya tenía el ejemplo del desastroso matrimonio de sus padres, no quería tener que pasar por eso nunca, aunque solo fuese un "arreglo"...
Lo fulminó con la mirada por unos instantes más, para que se diera cuenta de lo horrible que era para Danielle, lo que él, pretendía que hiciera. No dijo una palabra más, Nicholas, lo captaba pero no desistía, traía el pelo alborotado de tanto tirar de el en la desesperación por convencerla y cuando iba por el siguiente intento ella dio por finalizada la videollamada más extraña que ha tenido en su vida.
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Porque YO lo digo
RomanceÉl es Nicholas Allen, el denominado demonio al mando. Ninguna asistente consigue superar el mes. Ninguna lo soporta. Desfilan como si de una pasarela se tratara. Y lo intentó con varones, pero resultó un completo desastre. Hasta que ella llegó. Dan...