Miércoles 10 de FebreroUn mes después
-Necesito ver a Nicholas ¿está en el despacho?
La voz del extraño que pedía ver a Nicholas, interrumpió la lectura de Danielle. Revisaba y tomaba notas de unos documentos antes de llevárselos a su jefe
-Buenas tardes señor –saludó levantando la vista
-Discúlpame, olvidé mis modales. Hola encanto ¿puedo pasar? –señaló la puerta del despacho
-El señor Allen, no está recibiendo a nadie hoy está muy ocupado con un proyecto
-Es importante, por favorY como si lo supiera Nicholas, llamó a la línea privada justo en ese momento
-Un segundo por favor
Intimidada con la mirada del recién llegado que no dejaba de observar todos sus movimientos Danielle, tomó el auricular y antes de poder decir algo Nicholas, se le adelantó
-Danielle -suspiró-. Ven ahora mismo, necesito follarte –demandó Nicholas
-Señor Allen, sé que se encuentra ocupado pero tengo aquí al señor...
-Vincent Radenm
-Al señor Vincent Radenm, y necesita verlo
-Que se vaya a la mierda, ven ahoraSilenciando la línea con la mano Danielle, se dirigió al hombre que buscaba a Nicholas
-Lo lamento pero el señor Allen, no puede recibirlo. Si gusta puedo incluirlo en la agenda de mañana
-Dani, soy amigo de ese idiota, insístele
-¿Dani? ¿Cómo sabe mi nombre?Extrañada miró fijamente al extraño y no, no lo conocía ni mucho menos lo había visto antes, tenía memoria fotográfica y su rostro no le sonaba para nada
-Eres de lo único que habla Nico, lo traes loco –apunta el auricular con la mirada
-Yo..., no sé de qué habla –sorprendida por lo que escuchaba decidió fingir que no estaba enterada.
-Recuerdo que te vi en un club con tus amigas y a Nico, se le cayó literalmente la mandíbula cuando te vio
-Oh... -ruborizada no supo que responder, recordaba perfectamente ese día
-Corazón, sé que el monstruo ese ya te dijo que probablemente me mandes a la mierda pero es importante que lo vea ¿puedes entrar en ese despacho y convencerlo que me deje hablar con él?Suspiró con fuerza, había evitado entrar toda la mañana pero el desconocido parecía sincero.
-De acuerdo –colgó el auricular y suspiró
-Gracias Dani, de verdad que es importante, de lo contrario habría llamado.
-Haré lo que pueda.Levantándose de su escritorio se dirigió al despacho de Nicholas, pero nada más entrar y cerrar la puerta se lo encontró muy cerca, la agarró con tanto ímpetu que soltó un pequeño gritito de la impresión.
-¿A qué juegas? Me dejaste pegado al teléfono –reclamó con la boca pegada al oído de Danielle, provocándole escalofríos
-Lo..lo siento señor Allen –tartamudeó asustada por que alguien afuera hubiese escuchado su grito
-Vamos, no perdamos más el tiempo, quítate la falda y las medias, no quiero dañarlas, se te ven dolorosamente bien –exigió aflojado su agarre pero sin llegar a soltarla. Sus manos acariciaban con descaro su redondo trasero.
-No voy a hacer tal cosa Nic... –declaró alejándose de sus brazos.
-No me vas a dejar así, vamos estoy desesperado porque me dejes tocarte
-No
-Ha pasado un mes, me torturas con tu ternura, en cambio yo lanzo fuego
-Solo he venido porque hay una persona allá afuera que dice tener algo importante que hablar contigoY con una perversa mirada Nicholas, volvió a invadir su espacio personal y descaradamente metió una de sus manos bajo la falda de Danielle, mientras que con la otra la agarraba bien firme del trasero para poder llegar justo a donde quería llegar, ejerciendo presión justo entre sus muslos, tentando a su clítoris
ESTÁS LEYENDO
Porque YO lo digo
RomanceÉl es Nicholas Allen, el denominado demonio al mando. Ninguna asistente consigue superar el mes. Ninguna lo soporta. Desfilan como si de una pasarela se tratara. Y lo intentó con varones, pero resultó un completo desastre. Hasta que ella llegó. Dan...