Los rayos del sol me despiertan al pegar con fuerza mi cara y lo primero que veo al incorporarme del sillón, son los ojos azules del Sr. Grandchester, quien me está observando fijamente desde la camilla.
- Buenos días, bella durmiente – Me dice, mostrándome su mejor sonrisa.
- Buenos días, ¿cómo se siente hoy?
- Mucho mejor...
- Me da mucho gusto.
- Por un momento pensé que no iba a vivir para contarla, pero bueno, ya sabe lo que dicen por ahí...
- ¿Qué es lo que dicen?
- "Hierba mala nunca muere"
- Sí, eso debe ser verdad. Aunque tengo que confesar que me pegó un buen susto.
- El susto me lo llevé yo, nunca imaginé que fuera tan diestra en las artes marciales.
- Papá nos llevó a una escuela de Karate cuando teníamos diez años y tal parece que aún no he olvidado lo que aprendí ahí.
- Debería agradecerle a su padre, créame que no me quedaron ganas de volver a pasarme de listo.
- Me alegra saber que aprendió la lección y que no va a volver a molestar a señoritas indefensas cómo yo – Bromeo y al momento de escuchar su risa, me doy cuenta de lo mucho que me gusta conversar con él.
- Srita. White, no es necesario que se quede más tiempo aquí en el hospital, yo ya me siento mucho mejor y estoy seguro que pronto me darán de alta.
- Prefiero esperar a que el médico venga a evaluarlo y me diga que todo está bien.
- Como usted guste.
Mi celular comienza a sonar y al observar la pantalla, veo que se trata de Anthony.
- Con permiso, tengo que contestar una llamada.
- Adelante.
Justo cuando voy saliendo, veo al médico de guardia que se acerca rápidamente por el pasillo.
- Buenos días, Srta. White – Me saluda y yo le respondo el gesto haciendo un ademán con la mano; segundos después lo veo introducirse en la habitación del Sr. Grandchester, mientras que yo tomo la llamada.
- ¿Diga?
- Candy, ¿dónde demonios estás?
- En el hospital.
- ¡¿Te ocurrió algo?!
- No, pero un... amigo se puso mal y vine a acompañarlo.
- Me tenías muy asustado, pensé que te había pasado algo malo, ¿por qué no has contestado mis mensajes?
- Porque he estado un poco ocupada, discúlpame.
- ¿Ocupada? ¿En qué?
- Ayer salí a bailar con Annie y hoy me fui temprano a mis clases, cuando regresé al departamento me dediqué a dormir y después me vine al hospital.
- Te escucho rara, ¿estás bien?
La conversación que tuve con Annie durante la madrugada comienza a dar vueltas en mi cabeza y sin saber por qué, el impulso de terminar con todo esto se apodera de mí.
- Anthony, creo que lo mejor será que vengas pronto a Chicago, necesito hablar contigo... Es algo importante.
- ¿Qué es lo que te pasa?
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Acaricia mi alma
FanfictionCuando hemos perdido la fe, la vida nos muestra un rayo de luz para hacernos ver que la esperanza es lo último que muere. Terryfic.