Obscuridad

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Yo sé que mentí, yo sé que fallé

Que te traicioné y que me alejé de ti

Vagando en el denso mar de la falsedad

De espalda al infinito...

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- ¿Tan temprano y bebiendo? - Me reprocha Leonard, al encontrarme de pie frente al mini bar.

Yo me encojo de hombros y sigo con el cometido de llenar mi vaso de Whisky.

- Desde que te separaste de Candy, te has vuelto un miserable alcohólico.

- ¿Ya vas a empezar con lo mismo? – Respondo con fastidio.

Él deja escapar un largo suspiro y se acerca a mí, poniendo su mano sobre mi hombro - Tal vez todavía puedas enmendar tu error y volver con tu esposa.

- No lo creo, no después de la forma en que la traté la última vez que nos vimos.

- No había necesidad de que fueras tan duro con ella...

- Sí, sí era necesario, de otra forma ella jamás se hubiera dado por vencida.

- Debiste decirle la verdad.

- No, no quiero su maldita lástima.

- Tu esposa no te tiene lástima...

- ¿Qué no lo entiendes? No quiero que Candy vea como mi estado de salud empeora con el paso de los días, no quiero que me vea morir... Ya no deseo hacerla sufrir más.

- Terry, ella está sufriendo igual o más que tú.

- Eso ya no importa. Lo hecho, hecho está - Murmuro con melancolía - ¿Sabes? Creo que jamás debí acercarme a ella, jamás debí pedirle que fuera mi esposa... El imbécil de su hermano tenía razón, yo solo le causé dolor – Dominado por la frustración, aviento el vaso que sostengo en mi mano, el cual termina estrellándose contra la pared, provocando que varios de fragmentos de cristal caigan al suelo.

- Eso debiste pensarlo antes de acosarla como lo hiciste. La envolviste de tal forma que ella no tuvo oportunidad de escapar de ti. Todos te lo advertimos, pero tú no quisiste escucharnos.

Ni siquiera me molesto en llevarle la contraria a mi viejo amigo, pues sé que tiene razón, así que en lugar de seguir discutiendo, me encamino hacia el mostrador donde tomo otro vaso y lo vuelvo a llenar de Whisky.

- No creo que debas seguir bebiendo, no es bueno para tu salud – Insiste Leonard.

- ¿Qué más da? Ya pronto acabará todo...

Yo le doy un sorbo a mi bebida antes de seguir hablando

- Prácticamente estoy viviendo horas extra - Expreso con cinismo.

- No por eso tienes que beberte todo el contenido del bar.

- No estoy de humor para tus sermones, así que si no tienes nada mejor que decir, te ruego que me dejes solo - Le respondo, señalando la salida.

Mi amigo me observa por unos segundos sin decir palabra alguna y luego se da la vuelta para salir de la habitación. En el momento en que escucho que la puerta se ha cerrado, me dirijo hacia el ventanal para observar el jardín y mi mente empieza a recapitular todo lo que ha acontecido en estas últimas semanas.

Rápidamente viene a mi cabeza aquel viaje que realice a Nueva York, con la esperanza de obtener ese nuevo tratamiento que, sí tenía éxito, cambiaría mi vida por completo. Mi madre, quién no había dejado de buscar opciones desde su última visita a Chicago, se comunicó conmigo esa misma mañana para darme todos los detalles del novedoso procedimiento y me dijo que tenía que partir lo antes posible hacia Manhattan para realizarme los estudios pertinentes. Yo no dudé ni un solo instante en aceptar su propuesta, ya que la sola idea de prolongar aunque sea un par de meses mi tiempo de vida, me llenó de alegría.

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⏰ Última actualización: Feb 22, 2019 ⏰

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