4 Matt

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Bajamos el prefecto Johnson y yo hasta la cuarta planta, seguimos el camino donde hay algunos estudiantes, que, como el resto me observa detenidamente, debe ser la ropa negra y vieja, o el simple hecho de que solo llevo dos maletas. No lose, pero mientras sepan menos de mi mejor.

-         Bien señor Taylor – dice el prefecto – espero que sea de su agrado esta habitación.

Se detiene frente a una puerta y toca. El que abre es un chico delgado, rubio y una cabeza más chico que yo.

-         Señor Hunter – dice mirando al chico rubio – le presento a su nuevo compañero de cuarto.

El chico me mira y pone una cara de molestia, como si acabara de comer algo podrido, me mira de arriba hacia abajo y  no dice nada.

-         Este es el Señor… - dice señalándome, pero lo interrumpo.

-         Matt – digo -  solo Matt

-         Bien – dice el señor Johnson – su horario de clases será enviado junto con su uniforme.

Dice el prefecto y se va por el pasillo, mientras el chico no dice nada y se queda de pie en la puerta, yo lo veo y el sigue con su mirada de malestar.

-         Bien ¿Me dejarás entrar o qué? – digo, y el chico parece reaccionar.

-         ¿Eres becado? – pregunta, y qué clase de pregunta, supongo que es algo que le molesta a los alumnos de esta escuela.

El chico se hace a un lado al ver que no respondo, y entro, la habitación es gris, demasiado pequeña, nada comparado con la primera habitación, por lo que veo este chico es todo un nerd, libros, posters de comics, todo está limpio y ordenado. Esto será peor que un infierno. Pero no me precipito, como ya dije no juzgo sin conocer.

Dejo mis maletas en la cama desocupada, tomo asiento y el chico rubio se siente frente a mí en su cama, cruza los brazos y me mira. No soporto esto, creo que debí quedarme en aquella habitación.

-         ¿Qué pasa si soy becado? – pregunto, mejor saber que me espera de estos chicos.

El se relaja ante mi pregunta y ya no me observa más.

-          Si eres becado – dice -   viniste al lugar equivocado.

-         ¿Por qué?

-         Bueno, los chicos de este lugar no son muy amistosos con los que no son de su clase, y sin ofender, pero por lo que traes puesto dudo que tú seas alguien con suerte económicamente.

Ya veo, lo que pensaba, esta escuela es todo un mundo de riquillos presuntuosos que se creen superiores a los demás, prefiero ser becado que ser uno más de esos idiotas.

-         Bueno, seré idiota, no debí aceptar esa beca- digo con una sonrisa y me levanto - ¿Dónde pongo mis cosas?

El chico me mira incrédulo y se levanta.

-         ¿Solo traes eso? – señala mis dos maletas.

-         Si, solo lo necesario

-         Ya veo -  dice pensativamente – el armario es para ambos la mitad es mía y la otra tuya, el baño también está dividido para tus cosas de aseo.

El chico se acuesta en su cama con un libro y empieza a leer, mientras yo guardo mi ropa, que por cierto es negra, aunque tengo prendas grises, solo para destacar un poco.

Cuando termino, el chico sigue leyendo su libro, pienso que eso es bueno, no pienso fraternizar con nadie, pues solo pienso quedarme unos meses y después hare que me expulsen y podre regresar a New York.

SOBREVIVIENDO (Prisioneros)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora