24 Justin

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Matt corrió con dos de las bombas en mano, los demás le seguimos hacia los jardines, el edificio principal estaba sobre una colina, el camino seria largo y peligros. Loga goleaba y corría con fuerza, el chico rubio corría con una bomba y el palo de golf, Austin corría de la mano con Melanie, golpeaba y empujaba a cualquiera que se le atravesaba, de repente, las puertas del edificio de clases se abrieron y salieron más de esas cosas.

-         ¡Corran!- grite.

Matt se detuvo y volteo.

-         Toma – me paso una bomba casera.

Tomo la suyo, le prendió fuego al trapo y la lanzo con todas sus fuerza, la botella se rompió y el fuego se esparció, esas cosas no sentían dolor, pues envueltos en llamas seguían corriendo hacia nosotros, algunos se caían con fuego en sus cuerpos. Matt tomo la siguiente bomba casera, le prendió fuego y la lanzo.

No se detuvo a ver si dio en el blanco, siguió corriendo hacia los demás, y yo le seguí, golpe a varias de esas cosas, Austin y los demás ya estaban sobre la colina del edificio, Logan llego primero y abrió las puertas, entraron pero Matt y yo seguíamos corriendo.

-         ¡Dense prisa! – grito Austin.

Corrimos más deprisa, subimos los escalones de la colina y llegamos con los demás, cerramos la puerta tras nosotros. Todos estábamos cansados ya, el gran pasillo del edificio principal estaba completamente oscuro, nadie dijo nada al respecto, tenía miedo de encender las luces y encontrar algo peor.

Las luces parpadearon, Austin encendió el interruptor, el pasillo estaba libre, miramos alerta hacia todos lados, en la espera de algo.

-         La puerta hacia el sótano esta por recepción – dijo Austin.

Melanie en ningún momento le soltó la mano, caminaban uno junto al otro, no podía dejar de ver la escena, seguía preguntándome ¿Por qué él? ¿Por qué siento celos hasta ahora de mi hermano? ¿Es por Melanie? Pero, envidio más que eso de mi hermano, siempre el favorito.

Por momentos, Melanie me atrapaba observándola, pero era ella la que desviaba la mirada, su beso no fue accidente, sentí un gran sentimiento en él, ella siempre se sonrojaba cuando estaba cerca.

-         Esperen – dijo Austin, sacándome de mis pensamientos.

-         ¿Qué sucede? – pregunto Matt.

Austin señalo hacia el pasillo de la derecha, en recepción, estaba una persona, y no cualquier persona, el prefecto Johnson, caminaba arrastrando los pies, tenía sangre en la boca y mordidas en el cuello.

-         Solo es el – dijo Logan – acabemos con él y salgamos de aquí.

Matt, tomo el palo de golf, camino hacia el prefecto cuando este, estaba de espaldas, pero justo cuando Matt se acercó, el prefecto volteo y dejo salir un gruñido, más que un gruñido diría un grito como un rugido, Matt retrocedió asustado, al igual que los demás. El prefecto avanzó hacia Matt, el reacciono y golpeo la cabeza.

Nadie dijo nada, fue extraño aquel rugido o gruñido, o lo que sea. De pronto se  escuchó un fuerte ruido, golpes y vidrios rotos, miramos hacia todos lados, detrás de nosotros, los muertos lograron entrar, de las escaleras empezaron a bajar y caer más Zombies.

Sin pensarlo corrimos hacia la recepción, doblamos otro pasillo a la derecha y ahí estaba la puerta, Matt saco su navaja y se inclinó hacia la perilla, se escucharon más cerca los gemidos. El chico rubio tenía una de las bombas, se la arrebate y le dije a Matt:

-         El encendedor – el me lo dio sin decir nada.

Corrí de regreso por el pasillo, Austin me grito pero lo ignore por completo. Antes de llegar al final del pasillo, los Zombies empezaron a caminar hacia nosotros, tome el encendedor y prendí la tela, espere que esas cosas se acercaran, sus rostros sangrientos, llenos de sangre seca y negra, sus ojos blancos y perdidos, sus gruñidos espeluznantes.

SOBREVIVIENDO (Prisioneros)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora