Capitulo 31

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Ana

Facu: Hola amor, perdón por haberme ido así y haberte dejado sola. -Me beso.

Ana: No pasa nada, ya fue, solo dime que no hiciste ninguna tontería.

Facu: Tranquila, no hicimos ninguna tontería. Solo lo hemos golpeado un poco para que pague por lo que le hizo a Pablo. -Me alejé.

Ana: De esa tontería hablaba, dime, cuando Emma venga a vivir con nosotros y alguien le haga daño, ¿lo golpearas? ¿Le enseñaras a la niña a golpear a los demás? No todo se arregla a base de violencia. En realidad, no arreglas nada con la violencia. -Lo mire enojada.

Facu: Lo se, se que a la niña no puedo darle ese ejemplo. Pero ella aun no esta aquí y ese idiota se lo merecía.

Ana: Muchos se merecen muchas cosas, pero no siempre podemos hacer algo. Facundo, no era tu trabajo hacer que pague. En todo caso lo hubiéramos demandado.

Facu: ¿Si? Bueno, dime su nombre, porque sin ese dato, ¿a quien demandaras? -Se cruzo de brazos.

Ana: A veces podes llegar a ser un idiota. -Suspire y me fui con las chicas.

Facu: Hey, espera -me detuvo agarrándome el brazo- ¿no crees que estas exagerando un poco?

Ana: Yo no estoy exagerando, quizás, tú debas reflexionar y por hoy dormir separados. Hasta que pienses mejor tus actos.

Facu: No soy un niño de los cuales acostumbras cuidar y enseñar.

Ana: Lo se, mis niños no actuarían de una forma tan violenta y si lo hacen, saben cuando decir "esto esta mal perdón". -Me gire y camine hacia las chicas.

Yami

Sin ninguna duda estaba asustada, si bien Pablo estaba fuera de peligro, aun no despertaba. Ahora me encuentro en la habitación, mientras le acariciaba la mano.

Yami: Amor, ¿sabes? Ya paso un día, dentro de dos días viene Emma y no vas a querer que te vea durmiendo en esta habitación sin vida.

Él se movio un poco y Yamila sonrió entre el mar de lagrimas que era su rostro.

Yami: Mi amor, bebe, ya desperta, has dormido mucho, ya nos has asustado demasiado bonito. -Le beso los labios.

Pablo se comenzó a mover y lentamente abrió sus ojos.

Pablo: No llores hermosa. -Dijo un poco débil.

Lo mire y sonreí, para luego besarlo.

Yami: ¿Porque no te despertaste ayer? Me tenias muy asustada. -Le susurré.

Pablo: Lo lamento amor, pero ya he despertado para poder apreciarte. Esta vez no me volveré a dormir por tanto tiempo. -Me acaricio la mejilla.

Por su contacto cerré los ojos y él en ese acto, se atrevió a robarme un beso. Yo sonreí en medio de este y le seguí el beso.

Yami: Pero que atrevido, aprovechó el momento para robarme un beso, ¿le parece bien joven?

Pablo: Si es a usted a quien le robo el beso, si, me parece genial. -Sonrió.

Yami: Mira vos, lo que una se viene a enterar en un hospital. -Los dos reímos.

Pablo: Amor, ven, acostate conmigo. -Abrí mis ojos sorprendida por su pedido y él rió- no en ese sentido, tírate aquí, conmigo.

Yami: En ese caso si puedo ceder a su propuesta. -Me acosté a su lado.

Pablo: ¿Cuanto tiempo estaré aquí?

Yami: Bueno, ya que hoy te despertaste, los doctores nos dijeron que pasaras la noche en observación y que ya mañana al medio día te darán el alta.

Pablo: Eso suena bien. -Me beso.

Yami: Bien es poco, suena increíble. -Le di muchos besos por toda su cara y él comenzó a reír.

Ari

Estaba sentada abrazando a Iban, estaba muy cansada y el sueño me estaba haciendo efecto.

Iban: Mi amor, trata de dormir, no lograras nada estando despierta.

Ari: Yamila nos necesita a todas despierta. Por favor no quiero dormir Iban.

Iban: Yamila lo que necesita es estar tranquila de que sus amigas cuentan con buena salud, no le servirá de nada que te enfermes por no cuidarte.

Ari: Iban no hagas eso. -Susurre cerrando los ojos.

Iban: Solo te acaricio el rostro amor.

Ari: Lo se, ya no lo hagas, me da sueño.

Iban: Solo cierra los ojos un segundo bonita. -Beso mi mejilla.

Ari: Bueno, pero no dejes que ,e duerma, ¿esta bien?

Iban: Claro amor, no dejare que duermas.

Me acomode en su pecho, cerrando los ojos y si, me dormí. Un rato más tarde sentí que me sentaban, abrí los ojos lentamente y estaba en un auto con Iban.

Ari: Amor ¿a donde vamos?

Iban: A casa, Yamila nos aviso que Pablo ya esta bien, que vayamos a casa y descansemos.

Ari: ¿Y ella que hará?

Iban: Supongo que se quedará aquí con Pablo.

Ari: Bien, pero ¿donde esta Belén y Melina?

Iban: Están en los asientos de atrás con Facundo. -Voltee y así era.

Ari: Bien, avisame cuando lleguemos. -Me acomodé y nos fuimos.

Amigas desde la adolecenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora