Meli
Salimos del agua y nos sentamos en las piedras para ver el atardecer.
-¿Qué haremos ahora? -Pregunte.
-Podemos salir a bailar, hace mucho no lo hacemos. -Dijo Ana.
-Bien, pero si llegamos temprano, les recuerdo que mañana trabajamos y Yami debe de alimentar a los pequeños en la madrugada. -Dijo Ari.
-Claro, ahora vámonos, el tiempo es oro.
Nos estábamos llendo, el salvavidas nos miro de arriba a bajo y nos sonrió.
-Esta demasiado bueno. -Dijo Yami.
-Calla, tienes novio. -Le dije.
-Mirarlo no nos va a matar. -Dijo Ari.
-A mi no, pero por el bien de sus relaciones, no los miren. -Dijo Ana y chocamos los cinco.
-Solo fue una vez. -Protestaron ambas.
-¿Y quieren más engaños? -Les pregunte.
-Sos graciosa. -Dijo Yami.
-Muy. -Me reí.
Seguimos caminando cuando notamos que el salvavidas estaba frente a nosotras, bloqueando la salida.
-Hola hermosas. -Dijo con un bonito acento italiano.
-Hola. -Dijimos todas.
-Debemos irnos, así que si no es una gran molestia, ¿podrías dejarnos pasar?
-Esto no tomará más de un minuto, bonita. -Dijo mirándola de arriba a bajo.
Yami
-Bien, dinos, ¿que sucede? -Pregunte.
-Eso pregunto Yo, ¿porque unas chicas tan lindas se van a ir tan temprano? -Nos sonrió.
-¿Sera porque no somos una de tus diarias comidas para mirarnos hambriento? Ahora si nos vamos. -Dijo Ari.
-Esperen. -Dijo él.
- Oh, Lo lamento, pero el tiempo es oro. -Dije y nos fuimos.
Salimos de la playa y nos subimos al auto, para luego ir a una fiesta que estaba cerca de la playa.
Allí fuimos por bebidas y comenzamos a bailar.
-Esto está muy buena, ¿que será? -Pregunto Meli.
- ¿Me preguntas a mi? ¿Como lo voy a saber? -Dije riendo.
-Ok, si están buenas, pero no tomen mucho, recuerden que tenemos que volver temprano. -Dijo Ana.
-Por favor, no nos pasará nada. Somos grandes y nos sabemos cuidar. -Rió Ari.
La música cada vez era más fuerte y nosotras cada vez tomábamos y nos moviamos más.
Era increíble como podíamos movernos tanto sin sudar o siquiera cansarnos, era irreal.
Seguimos así hasta que vimos a Cheryl y Zoé, las amigas de Romina acercarse a nosotras.
-Hola chicas. -Nos saludo.
-Hola. -Dijimos las cuatro.
-Yamila, ten, toma sólo agua. Porque Romi me contó que estas amamantando y beber no le hará bien a los bebes. -Yo me reí.
-Estoy tomando agua. -Le mostré y era verdad.
-Bien, las demás parece que no. -Las mire.
Ari
ESTÁS LEYENDO
Amigas desde la adolecencia
PertualanganEsta historia habla de un grupo de chicas (cinco para ser exactos) de 18 años. Ya eran independientes, la mayor vivía en New York por su trabajo y compartía el apartamento con una amiga que conoció allí. Las otras cuatro vivían en Montevideo, Urugua...