Ana
Rápidamente subimos al escuchar un golpe proveniente de arriba. Entramos al cuarto de las niñas y vimos a Vanessa llorando, agarrandose la pierna.
-Hey, ¿que ocurrió? -Pregunto tranquila, Romi.
-I'm sorry, i was going up to grab a doll, but I fell and now my knee hurts. (Lo siento, iba a subir para agarrar una muñeca, pero me caí y ahora me duele la rodilla). -Explico la pequeña Vanessa.
-Lo lamento, debí dártela. -Negue.
-Debieron pedírsela a alguien más grande. Ahora ya esta... -Abrace a mi hija.
-Creo que es hora de dormir, seguro Emma esta cansada y Nessa también. -Romi cargo a la recién nombrada.
-Adiós tía Romi. -Romina le sonrió y se despidió.
-Bien, ya, debe dormir jovencita. Porque una diva debe dormir las horas necesarias. -Dijo Yami, la pequeña asintió y se fue acostar.
-¿Me pueden contar un cuento? -Nosotras nos miramos.
-¿Romina ya se habrá ido? -Pregunto Meli.
-Se acaba de ir. -Dijo Emma mirando por la ventana.
-Genial, ¿tienen libros infantiles?
-No creo que wattpad sirva. -La mire.
-Wattpad no sirve y menos el tuyo. Le aclaré a Yamila.
-Auch, eso dolió. -Se tocó el pecho dramatizando.
Tocaron la puerta para luego abrirla, era Pablo.
Yami
Salieron todas las chicas y dentro quedamos Pablo y yo.
-Hola bonita, ¿que sucede? -Le pregunto a Emma.
-¿Sabes algún cuento? -Pregunto ella.
-Claro que si. -Sonrió y comenzó a narrarlo.
Luego de unos minutos, vimos a Emma dormida y salimos de la habitación apagando las luces.
-Hey, serian muy buenos padres... -Dijo Ana.
-Claro, si mi novia es la chica más tierna, cariñosa e inteligente que conozco.
-Tu no te quedas atrás amor. -Susurre para luego besarlo.
-Ya me voy, los veo mañana. -Se alejo Melina.
-Yo igual, fue un día muy agotador. -Se fue Ari.
-Cuiden se pero disfruten la noche, ah y no hagan tanto ruido. -Se fue Ana.
-Ellas creen que nosotros vamos a tener... -Lo interrumpi.
-Dejalo así, no tengo energía ni para pensar. -Susurre y ambos nos fuimos a la habitación.
Él quito mis cosas del trabajo y nos acostamos.
-Fuiste se al medico, no es normal que vómitos así. -Negue mientras él me abrazaba.
-No he tenido tiempo. -Le aclaré.
-Mi vida, primero esta tu salud y luego el resto. -Me explicó.
-Pero... ¿Si lo que tengo es un embarazo?
-En es casi nos haremos cargo del niño o niña que vendrá. -Me beso los labios.
Ari
Me fui a mi habitación y note que Iban ya estaba durmiendo, me reí un poco ante la tierna imagen y me metí en la cama. Rápidamente él me abrazo y susurro.
ESTÁS LEYENDO
Amigas desde la adolecencia
PertualanganEsta historia habla de un grupo de chicas (cinco para ser exactos) de 18 años. Ya eran independientes, la mayor vivía en New York por su trabajo y compartía el apartamento con una amiga que conoció allí. Las otras cuatro vivían en Montevideo, Urugua...