Meli
-¿Como están? -Pregunté.
-Bien, aunque eso, deberíamos preguntarlo nosotras. -Dijo Ana.
-Meli, sabes que discutieron Romina y Juan esa noche. -Preguntó Iban.
-Entre muchas cosas, porque nos llevó en ese estado y porque no la llamo. Él era el más sobrio entre nosotras. Dios, sus gritos eran como pequeñas bombas en mi cabeza, recuerdo que Romina nos cargo a un auto y nos llevo a casa, nos acostó y apago todas las luces, para supongo, dormir. -Dije todo lo que recordaba.
-¿Te acordas el resto de los temas en la discusión? -Pregunto Pablo.
-No, oh solo uno, ella le grito "Estas loco, como vas a ponerle eso en sus vasos y darle como cinco con eso, idiota" -Luego suspire- eso es todo lo que recuerdo de aquella noche.
-Wow, es mucho. -Dijo Yami sorprendida.
-Pero, ¿no sabes que contenía? -Preguntó Ana.
-No, pero por lo que Romina me dijo, no era nada bueno. Nunca me dio nombres, solo dijo que no aceptemos bebidas que no vemos como preparan. -Explique.
-Todo esto es muy raro y la única que puede recordar todo de aquella noche, es Romi. -Dijo Facu.
-Creo que lo mejor, sera descansar y mañana llamarla para que venga a hablar con nosotras. -La mire.
-Si, quizás sea lo mejor. -Dijo Ari.
Yami
Nos fuimos a acostar, pero antes nos bañamos por haber estado en la playa, luego, cuando nos acostamos, abrace a Pablo y así quedamos dormidos.
Al otro día me levante, me vestí y baje a desayunar. Estaban todos abajo. Emma, jugaba con Coco en la sala, mientras que Ana, se alistaba para que pudieran irse, en el comedor estaban Ari, Iban y Facu.
-Buen día. -Los salude.
-Buen día. -Me saludaron.
-Yami, hoy atenderás a Louis, mandale mis saludos. -Reí negando.
-Sigues con eso Facundo, ya déjalo. -Él negó.
-Oh no, él me debe una torta de chocolate, lo dejaré cuando me de aquella delicia. -Me volví a reír.
-Bueno, deberás esperar, porque no creo que te la de. -Él bufo.
-Perdió y no me quiere dar mi premio. -Se quejo.
Mire la hora del reloj, agarré mi chocolatina y me fui despidiéndome de todos, Ana y Emma ya se habían ido.
Subí a mi auto, me dirigí a mi trabajo, en el camino, vi una tienda para bebes y mis ojos se llenaron de lagrimas. Cuanto quisiera ya tener a mi pequeña/pequeño entre mis brazos, protegerlo de todo y todos, espero poder aguantar a tanta ansiedad.
Ari
Estaba terminando mi desayuno, hoy ire a trabajar, ya que en la tarde me quitaran esta cosa horrible del brazo.
Me despedí de todos al acabar mi desayuno y me fui a buscar mis cosas para ir a la veterinaria. Al llegar, entre y estaban arreglando todo el lugar.
-Hola, aun esta cerrado. -Dijo muy amable una chica un poco más grande que yo.
-Hola, no soy un cliente. Mi nombre es Arianna y vengo porque me transfirieron aquí. -Le explique.
-Oh, usted es la nueva jefa, bienvenida a mundo animal, aquí nos traen a sus mascotas porque no pueden con ella, o para curarla. Esto seria como un hospital para animales y también seria un hogar. -Me explico.
-Es increíble que allá lugares así. -Dije feliz.
-Si, bueno la guiaré a su oficina. -Me llevo hasta un cuarto, donde había un escritorio, una silla y luego estaba completamente vació.
-Muchas gracias por el recorrido. -Le agradecí con una sonrisa.
-No es nada, estaremos ordenando todo, por si necesita algo. -Se fue.
Mire todo el lugar y luego comencé a ponerle un poco de vida. Cuando acabe, fui hacia la entrada y ya habían muchas personas con sus animales.
ESTÁS LEYENDO
Amigas desde la adolecencia
AdventureEsta historia habla de un grupo de chicas (cinco para ser exactos) de 18 años. Ya eran independientes, la mayor vivía en New York por su trabajo y compartía el apartamento con una amiga que conoció allí. Las otras cuatro vivían en Montevideo, Urugua...