Omegas hombres deben casarse con Alfas mujeres.
Omegas mujeres deben casarse con Alfas hombres.
Está absolutamente prohibido que dos hombres y dos mujeres contraigan matrimonio.
Está estrictamente prohibido que dos hombres y dos mujeres procreen un hijo, si desobedecen, terminan encarcelados por trece años y sus hijos deben ser condenados a muerte. Estos niños son demonios, una vulgaridad y el fruto de un pecado.
En este Universo, los Betas ya no existen.
Si alguien tiene un Beta, deben matarlo inmediatamente.Es una noche fría. Mientras las estrellas titilan, tres personas parecen huir de algo. El Omega de la capa dorada se asoma y asiente con la cabeza al percatarse que no hay peligro. Continúan caminando en silencio. La Alfa tiene entre sus brazos un recién nacido. El otro Omega que lleva una capa gris les dice que ya no puede acompañarlos, les da unas monedas, un mapa, les desea suerte y se retira.
La pareja sigue su destino por un buen rato.
El bebé se queja leve y ella lo calma tarareando una canción sin dejar de caminar.
—Pequeñito, no tengas miedo. Cuidaremos bien de ti. Ya casi llegamos con tu padre.
Llegan a un valle donde hay casas destruidas, hongos gigantes al igual que las flores. Él prepara su espada en cualquier caso que aparezca una bestia.
—Por desgracia, este es el único camino a Gusu...
Frente a ellos aparecen los cultivadores de la secta Wen montados en sus motocicletas.
Maldicen. Con esas cosas han logrado alcanzarlos. Y no pueden volar con la espada por culpa de la neblina.
—Wen Chao —susurran ambos.
— ¡Denos ese monstruo y su castigo no será tan severo!— ordena Wen Chao con una sonrisa malévola. El Omega de la capa dorada saca su espada.
Se llevan la desagradable sorpresa de que los Wen tienen un prisionero. Es el mismo muchacho que hace unas horas les ayudo a escapar.
Él pide perdón por delatarlos.
— Yo los distraeré... corre.
Ella niega.
—No te dejare sólo. No puedo hacerlo...
— ¡Corre! Le hiciste una promesa a tu hermano y debes cumplirla.
—Pero...
— ¡CORRE! Te juro que no moriré.
El líder ordena a sus lacayos que ataquen al Omega y que maten al bebé.
La Alfa huye confiando en las palabras de su pareja.
Tiene mucho miedo, escucha las motocicletas tras ella. Unos hombres bloquean su camino mientras vuelan sobre sus espadas. Ella se encuentra rodeada y no se anima a soltar a su sobrino en ningún momento. Da un paso atrás y cae en un agujero, todos los individuos se asoman y pueden escuchar los gritos de la Alfa.
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Los ángeles también lloran.
Roman d'amourUna profecía muy vieja, dicta que un niño (un Beta), hijo de los mejores cultivadores y de dos varones dará fin al clan Wen, asesinando a su líder actual y destruirá el Sello del Tigre, un amuleto que por siglos se encuentra perdido y todos lo busca...