Día 1.Mimos Desnudos

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Pov Escritora
Jimin se escabulló rápidamente entre los estudiantes, esquivándolos grácilmente mientras retozaba de un lado para otro, llamando fugazmente la atención de ciertos individuos que al segundo clasificaron su inusual acción como una nimiedad. Aquel tropel de descarriados estudiantes tomó rumbo hacia la salida, así que sabiendo esto, el rubio se dejó llevar. Pero de allí si que no salió ileso.

Apenas sus pulmones pudieron recoger una pequeña cantidad de aire limpio libre de transpiración y mal olor propio de la edad, se sintió en paz y con ganas de continuar. Justo iba a emprender el camino a la casa de sus padres, animado como siempre, cuando siente unas manos grandes apresar sus caderas y apegarlo al cuerpo ajeno. Al minuto pudo reconocer sus finos dedos pálidos y su masculina escencia siendo recogida por sus fosas nasales.

─JiMin...─ su redondeada nariz brindó leves caricias en el cuello del menor, quién se estremeció por su cálida respiración y por el tierno gesto. Estaba aguantando las insufribles ganas de soltar un gemido al sentir sus finos labios dejar pequeños besos en una de sus zonas más erógenas.

─Y-YoonGi... Aquí no, vamos a casa.─ se volteó, viendo luego de un largo día a su hermoso novio, el cual poseía unas esferas oscuras y rasgadas, que al sentir su mirada postrada en tí, te derretías por el profundo sentimiento demostrado. O eso sentía JiMin cada vez que YoonGi lo miraba, bueno, más bien se lo comía con la mirada.

─Apuremonos. ─ el de cabello azabache le robó con una sonrisa un casto beso al etéreo ser que tanto amaba. Solo constaba decírselo. Los arrastró a ambos, sintiendo la necesidad corroer sus venas. Necesitaba a JiMin.

Se fueron de allí con sus manos entrelazadas ante las atentas miradas que recibían diariamente.

Llevaban dos años de pareja, siendo una típico dúo cariñoso y muy extraño en la reciente jerarquía ya que, además de que hace tiempo que los alphas y omegas no se juntaban, a pesar que estos últimos en siglos pasados eran usados como incubadoras, ahora tendían a ser alphas con betas y omegas con betas. O betas con betas. Pero a pesar de las críticas, ellos conectaban sus ojos y se perdían en aquellas pequeñas galaxias del contrario. Se amaban fervientemente.

JiMin es un omega muy goloso que adora los mimos. YoonGi es un alpha de apariencia fría pero con un interior dulce el cual amaba satisfacer y darle cariño a su risueña pareja. Extraña pero acertada relación la que se tenían.

El pequeño omega de fragancia derivada de la piña y chinola pero con dejes de miel, sentía que desfallecía de la necesidad. Dudaba que su celo estuviese próximo pero eran esos impulsos y retortijones que se producían en su vientre que le advertían lo indiscutible. Lo haría por primera vez con su alpha.

─Hyung... No aguanto m-más.─ sus piernas flaqueaban sin cesar, usando la poca fuerza que le era posible reunir para mantenerse en pie. Sentía su cuerpo escocer con cada roce de su piel y los atavíos que portaba. Tenía demasiado calor, empapándose a chorros y más en la zona de su entrada que estaba más que ansiosa.

YoonGi reaccionó a tiempo, cargando el débil cuerpo de su pequeño, dejándolo en una posición en la que su respingada nariz estuviera en la zona de su cuello donde sus feromonas eran producidas. Esperaba que eso lo calmara más.

Y estaba sorprendido por la temperatura del cuerpo del rubio. Irradiaba una calurosa sensación de quemazón que excitaba cada recóndito lugar de su cuerpo. El problema no era el hecho de que su JiMin estaba en celo y necesitaba su alivio, sino que es el más fuerte que le ha dado nunca.

─Yo-YoonGi...Duele. ¿Qué me está pasando...?─ rogó, soltando un pequeño suspiro contra el cuello pálido del mayor. Su cuerpo trémulo y ardiente le consternaba. Este celo que le atacaba era una barvaridad comparado con los que ha pasado todos estos años. Despegó a regañadientes su naricita, observando los ojos gatunos del adverso, apenas viendo retazos por sus esferas cristalizadas.

─Ya casi, pequeño. Esperame un poco más.─ seguía corriendo como loco, preguntándose como su omega se encontraba tan duro por él que ni se fijaba del maratón que se estaba echando.

Ya en la entrada, el pálido entró de una patada a la casa, cargando con el omega ovillado que gemía en sus brazos. Siguió corriendo hasta encontrarse con la cama de ambos. Porque sí, vivían juntos.

Lo dejó suavemente en la cama. JiMin sintió a su alpha atendiéndolo, abriendo sus ojitos para ver al mayor saborear su piel.

El azabache comenzó explorando su apetitoso cuello, besando y mordisqueando a su paso. Recorrió todo el camino, llegando a sus definidas clavículas, chupándolas un poco fuerte, enloqueciendo al rubio.

Lo despojó de su camiseta, hallándose con unos botones rosados alzados y duros, pidiendo atención. Ambas carnes fueron pellizcadas, besadas y jaladas. YoonGi chupaba sus pezones con más entusiasmo del que creyó posible.

Siguió explorando su acaramelada y tersa piel, besando cada lunar por el camino, ubicando su boca por su vientre un poco rechoncho, como le gustaba al mayor. Lamió los finos vellos que sobresalían del la ropa inferior. YoonGi no tenía ni idea de como tenía tanta conpostura para probar a su omega y no simplemente penetrarlo hasta que no pueda más.

─M-Más...¡Más!─ gemía el rubio al conocer la grata sensación de esos labios finos y sabrosos más su elástica y placentera lengua bordeando su pene por completo, engulléndolo mientras esperaba por su descarga.

JiMin nunca se sintió tan bien como aquella noche.

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─Pequeño, es hora de levantarse.─ insistió trazando su desnuda espalda con sus labios, deslizando su músculo por aquellos fascinantes globos que tanto amasó la noche anterior.

Siguió besando y repartiendo caricias por su cuerpo hasta que escuchó gemidos y ronroneos por parte del menor. Así supo que estaba despierto. Optó por colocar su esbelto cuerpo encima del suyo, rodeándolo con posesividad.

─Te amo.─ susurró JiMin en los belfos contrarios antes de estrellarlos juntos, cortando la distancia.

─También te quiero.─ dijo YoonGi con un deje de diversión en sus ojos. Esas palabras hicieron que el rubio se despabilara por completo, mirándolo perplejo.

─¡Hyung! No sea tímido y digame que me ama. No se crea que ayer no escuche todos sus "te amo". Quiero escucharlo.─ se sonrojó violentamente. Quería ser mimado por el resto del día, escuchando constantemente como su hyung le decía cuánto le quería.

─Está bien, mocoso. Te amo.─ besó su frente y miró a otro lado, intentando ocultar su sonrojo. JiMin lo abrazó fuertemente mientras reía. Pasaron el resto de la tarde y noche de ensueño, mimándose y acariciándose con cada oportunidad, teniendo más confianza por el lazo recientemente establecido. Y todo estando desnudos.

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¡Hola!
Lamento este capítulo un poco mierda pero lo hice rápido, así que no le puse la acción pues el día de hoy eran mimos así que da igual. Hoy comienzo el 30 días de smut challenge, el cual me ayudará mucho en futuros fics. Espero que les guste.

30 Días de Smut Challenge|| YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora