30 Días de Smut Challenge|| Yoonmin

Día 23. Nueva posición

NOTA: Habrán imágenes para mejor comprensión del capítulo. A pesar de que las describí, quiero asegurarme que entiendan.
Odio poner fotos, pero es necesario.

Pov Escritora

En aquella magnífica e inmensa casa, dos integrantes se hallaban preparándose arduamente para comenzar a filmar un video juntos.
Cada uno por su lado tenía una vaga corazonada con la información breve recibida sobre lo que harían en este capítulo de su serie, pero no tenían ni un cuarto de conciencia sobre las intenciones ocultas de su malévolo maknae.

Ellos son Bangtan, una pequeña pero gran familia compuesta por siete chicos coreanos bien apuestos que son un grupo de youtubers mundialmente reconocidos por su variado contenido, destacando en sí por sus hermosos valores y gran amor entre ellos.

Lo que los convirtió en uno de los canales más influyentes fue la habilidad de capturar a la audiencia, haciendo que se sientan identificados con cada palabra y acción claramente auténtica a través de sus pantallas, haciendo que la mayoría quisiera poder tener aquella realidad intangible cercana a ellos por la desbordante calidez que sentían a pesar de la lejanía.

En el canal tenían múltiples series que fueron creando a petición de sus amadas fans: army.

Y entre ellas, una de las más aclamadas por el hermoso contraste creado, según las shippers, era la serie de JiMin y YoonGi. El rubio siendo un tierno chico con bellos sentimientos y el otro un joven interesante con aparente comportamiento frío. O al menos eso era lo que todos veían.

En el episodio que iban a grabar en esta oportunidad, siendo la maravillosa idea del maknae, iban a hacer el yoga challenge, que era bastante conocido, pero ellos habían llegado un poco tarde a la tendencia.

Para ciertos miembros fue bastante sospechoso que JungKook, quién nunca quería aportar ideas para los videos, de repente tuviera ganas de colaborar. Pero entre ellos tuvieron una nada sospechosa charla y llegaron a un acuerdo silencioso. Y mientras todos convencían al dúo de pequeña estatura sobre el tema, al escuchar una respuesta positiva, pudieron desplegar con malicia sus sonrisas de cocodrilo. Esto se pondría bueno.

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─¿JiMin?¿Ya estás listo para empezar?─ gruñó impaciente, sintiendo como el sudor corría a goterones por su cuerpo. Odiaba el clima caluroso y quería terminar rápido con el video para encerrarse en su cuarto. Aparte, era innecesario agregar que la acción próxima a realizar era demasiado tediosa para él.

Debido a la actividad que harían, tenían que estar en la terraza, que era un espacio amplio para el ejercicio, lugar que no poseía aire acondicionado.

Pero nada lo había preparado para tal deliciosa sorpresa.

El menor salió de su habitación libre de modestia, moviendo sus ridículas y sensuales curvas hacia él. Podía sentir su boca aguándose.

Aquel hombre de hebras doradas como el sol tenía de atavío una franela blanca ceñida que no cubría por completo su marcada anatomía, dejando a la vista sus brazos de músculos duros y esos abdominales que ahora mismo solo dejaban ver un candente contorno que lo prendió al instante, pero en su mente, quiso culpar al calor.

Y mientras bajaba la vista, dejó pasar un trago áspero de saliva. El muy descarado se había puesto unos shorts apretadísimos que delineaban su pene sin mucho bochorno más sus redondas y jugosas nalgas estaban muy a la vista debido a lo corto que era esa minúscula tela negra.

De repente le surgieron unas tremendas ganas de que Park JiMin lo agarrara y le aplastara la cabeza con sus fornidas piernas relucientes del sudor.