_Capitulo 25_

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No recordaba que estábamos en la escuela, pero no me importó en verdad, Jose se comenzó a alejar de mi cuando sus compañeros comenzaron a carraspear por el abrazo en plena exposición.

-Genial que estés aquí... -su sonrisa fue contagiosa a la mía-

-Aquí estudio... -respondí con una risa-

-Vale... -dijo un compañero de mi clase- ¿se van a besar? Por que yo no quiero ver eso...

-¡No! -gritamos en unisono con Jose y luego ambos reímos-

-Hablamos luego... -me dijo en tono amigable- Jeison... -se perdió entre sus compañeros -

-vale -me levante de hombros y mi sonrisa no desapareció-

Tome asiento y quedamos en silencio de nuevo, se escucho como la puerta se cerro, un chico comenzó a explicar el tema, mi atención estaba en el, o al menos mi vista.

-Y eso... Son las matemáticas -todos aplaudieron-¿alguna duda?

Negamos con la cabeza, en realidad era aburrido si te explicaban las mates con un cartel y solo números, tal vez un láser les hubiera ayudado, recuerdo que nuestro profesor de matemáticas, algunas veces hacía eso, eramos como gatos con el láser y a la vez, prestábamos atención... Era divertido y gracioso a la vez.

-Gracias por su atención... -realizo una reverencia y de nuevo, aplaudimos-

Salieron de nuestro salón y cada quien comenzó a hablar de sus temas, por mi parte no entable conversación... Saque mi cuaderno de dibujo y empecé a trazar líneas sin sentido.

-Adely... ¿cierto? -se me acerco un chico y me extendió la mano- me llamo Emilio... Instrumento el piano -levanto la mirada con orgullo-

-Es... Es un placer -estreche su mano - pues, no tengo Instrumento, pero ya lo encontrare -reí por un momento-

-Todos aquí... ¿siempre son así? -volví a ver a mis compañeros quienes conversaban, cada quien en su mundo... -

-¿Si? -Sonreí- ¿Por?

-Curiosidad, es que... Somos nuevos -se colocó una mano en su nuca- a penas y llegamos ayer...

-Oh -cerré mi cuaderno de dibujo y el se sentó a mi lado- Entonces... Bienvenido...

-¡Gracias! -me dijo con su sonrisa tan blanca como la nieve-

-¿somos nuevos? -recordé sus palabras-

-Si -rió por un momento- ¡Samy, David! - grito por lo alto y un chico y chica se acercaron a nosotros-

-¿Todo bien? -cuestiono el chico de ojos azules quien me había dado el papelito-

-Si... -dijo el volviendo a sonreír-

La chica tenía ojos color café oscuro, su cabello tenía mucho volumen, era color café claro y... ¿quien lo diría? Tenía sus uñas pintadas, me observo de pies a cabeza y luego rodó los ojos... "tu también me agradas" dije con desagrado en mi mente...
El otro chico tenía ojos azules, su cabello estaba alborotado y así se miraba bien... Tenía la piel muy blanca, casi parecía nieve...
Y Emilio, el me agrado al instante y eso no es común en mi, su cabello oscuro no estaba tan alborotado como el de Luis... Sus ojos cafés daban esa sensación de que era buena persona y su piel era morena en la cual no le quedaba nada mal...

-El es David -el me saludo y sonrió a la vez-

-Un placer... -dijo el-

-El placer es mio -sonreí-

-Ella es Samy- señalo a la chica quien se realizo una coleta-

-Hola -dijo tajante-

-Un gusto -respondí a la contraria de ella -

Mi Psicólogo un Suicida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora