_Capitulo 30_

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_Narra Adely_

Observe el vehículo, estaba allí... Ese color azul no era una buena señal, el miedo se centro en mi mente, inconscientemente empuñe mis manos, la voz de Jose se escuchaba a kilómetros, no respondí...

-Tierra llamando a Edu... -paso su mano en frente de mi rostro-

-perdona... - negue con la cabeza y lo voltee a ver, le deje ver una sonrisa- quedate aquí... Ya vuelvo

-Vale -se levanto de hombros y me sonrió-

Coloque ambas manos en los tirantes de la mochila, y los apreté... Comencé a caminar, de nuevo... Mi corazón latía a mil por hora, mi enojo se entrelazo con el miedo, aquella sensación de que no quieres que alguien note tus miedos, pero a la vez quieres tener aliados para salvarte a ti y a los demás...
Saque las llaves de mi bolsa y abrí la puerta; el sonido en la cocina me alteró un poco, me acerque lentamente y aunque ya sabía quien estaba allí... Tenía que verificarlo...

-¿Sabes donde están tus papeles? -pregunto él dándome la espalda, estaba sacando muchos papeles de un portafolio que tenía-

-No... -me mordí el labio-

-¿¡Como que no!? -me volteo a ver de manera enojada-

-Simplemente no hay papeles... -me cruce de brazos-

-¡NADIE TE PREGUNTO! -me grito, me di vuelta sobre mis pies y comencé a subir las gradas cuando su mano se poso en mi brazo y este mismo ejerció presión- ¿¡A DONDE CREES QUE VAS!?

-A cambiarme... -sentí que la sangre estaba saliendo lentamente de mi brazo-

-En verdad eres una basura... -entre cerro los ojos-

-Es malo que trates a una de tus hijas de esa manera... -respondí seca, no creo que le haya gustado que escupiera verdad, comenzó a presionarme más el brazo, me comencé a quejar... Ahora si dolía- Padre... Me lastimas... -con el otro brazo trate de quitarme el brazo de el-

-¡Que te duela! -seguía furioso- ¡¿Quien te manda a matar a tu padre?! -una lágrima rodó por mi mejilla, el recordarme todo seguía siendo doloroso, pero... ¿por que llorar cuando puedo defender mi palabra? -

-¡Pues al menos ellos nunca maltrataron a uno de sus hijos! -estaba a punto de responder, pero mi enojo tomo el control de mi persona- ¡Al menos ellos eran un ejemplo a seguir! ¡JAMAS PODRÁS DEMOSTRAR SE UN GRAN PADRE! -me solté de su agarre y corrí directamente a mi cuarto, me limpie las lágrimas- Vamos Adely... Tu puedes... Tu puedes... -me límite a decirme- solo... Aguanta...

Me cambie rápidamente, deje mi mochila, lo único que saque de la mochila fue dinero, no me importaba si estaba bien vestida, solo quería salir de allí... Me incorpore y entre al baño para echarme agua, me quede algo hipnotizada de como el color rojizo se combinaba con el agua cristalina... Sentí que el agua entraba en las rajaduras de mi piel, era algo extraño, nunca me dolió... pero ahora podía sentir un ardor, no era la gran cosa... Pero si se sentía... Diferente, me levante de hombros, me acerque a mi armario y saque una venda color blanca y la comencé a enrollar encima de las cortadas, la venda cambio de color a uno rojo pálido. Me puse un suéter, abrí la puerta de mi cuarto, y baje las gradas ya no se escuchaba ruido, supuse que ya se había ido pero... Deje salir un suspiro que resonó en toda la casa, no estaba segura de querer regresar al internado, negué con la cabeza al momento que me mordía levemente el labio inferior, no estaba segura de que mi padre hubiese querido esto me decía a mi misma... Escuche un carro arrancar y me recordé que mi padre era peligroso... Y luego me acorde de ¡Jose!.
Salí rápidamente de la casa, Jose estaba sentado en la banqueta y el vehículo ya no estaba, deje salir un suspiro de alivio, el que él estuviera bien... Era lo único que quería...

-Yap -dije cuando estaba a sus espaldas- ¿estas bien?

Estaba de manera en curvado, parecía estar sumiso en sus pensamientos. Me preocupe de inmediato, pero me volteo a ver y sonrió.

-Si -se incorporo, este me observó de pies a cabeza- ¿a donde quieres ir?

Jose estaba diferente, esta vez... Parecía distraído, no dure mucho en darme cuenta que estaba triste... Creo que ambos necesitábamos que nos subieran los ánimos, pero si el me los había subido... A mi persona, entonces era momento de agradecerle y pagarle...

-Vamos Jose -lo tome de la mano y comenzamos a caminar-

-¿a donde? -su mirada estaba baja, en verdad estaba mal-

-Te llevare a mi lugar secreto -sonreí-

Seguimos caminando, él no cambio palabra y mucho menos mirada, mi lugar secreto estaba algo lejos y creo que eso era lo que queríamos, alejarnos de todo...

_Narra Jose_

Adely había tardado mucho dentro de su casa, estaba positivo... Al menos lo estaba hasta que llego el...

-¿Que haces aquí? -el aliento a alcohol no hacía falta para darme cuenta que en verdad se había pasado de copas- ¿y tus hermanos?

-Padre, vete a casa... -me incorpore- no quiero líos ahora...

-¿¡Quien te crees que eres!? -alzo su mano para empujarme pero yo esquive su golpe- ¡ven aquí mocoso!

-Padre hablo enserio... -sabía que este no entendería, era inútil que intentara entrarlo en razón-

-¡Yo no soy padre de nadie! -se acerco un carro a sus espaldas, este era de color negro- ¡¿Quieres que te muestre de que esta hecho un hombre?!

-No gracias... -del mismo carro salieron sus amigotes, la cual, también estaba en el mismo estado, retrocedí ya que el olor se volvió más fuerte- quiero que te alejes...

Mis palabras se las llevo el aire, junto con los borrachos, empuñe ambas manos, estaba harto de que siempre fuera así... Baje mi mirada... Comencé a recordar que Jeny no merecía morir... Pero ella no quería venganza, en verdad quería matarlo... En verdad quería clavarle un puñal a ese hombre... "Vamos no es tan difícil... Lo tienes en frente... Matalo... Matalo... Matalo..." me decía varias veces, sentí la ira, dolor, rabia, tristeza... Un remolino de sentimientos venenosos para un ángel...
Adely salio, de plano noto que estaba mal, ahora estamos rumbo a saber que lugar... La rabia sigue aquí... En mi corazón, tengo miedo... Ella no sabe que cuando llego a mi limite... No me controlo... Ella sonríe radiante ante esta oscuridad...

-llegamos -levanto la mirada y me encuentro rodeado de personas-

-¿A donde? -pregunto con una sonrisa falsa-

-¡Bienvenidos! -dicen varias personas que nos observan desde su lugar de venta-

~No son los sentimientos los que te destruyen, son los recuerdos y rencores que destruyen el ángel que eras de niño... ~

Mi Psicólogo un Suicida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora