_Capitulo 3_

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Javier olvido el tema y eso me tranquilizaba, pero si noto la diferencia en mi persona...

-¿eres siniestra? -se sentó enfrente de mi-

-¡NO! -dije parando de escribir al instante-

-no... no, tranquila... -sonrió ligeramente y  luego me observo- te pregunto si eres "siniestra" pero en sentido de que escribes con la mano izquierda -realizo una pausa y luego continuo - debí de especificarme mejor... perdona

-claro... claro, am, si soy siniestra -dije riendo- y, tranquilo... supongo que debo de aprender más dialecto o lengua... -termine la operación y se la entregue- listo...

Comenzó a verificar el resultado, estaba tardando un poco y me levante de mi asiento y me acerque a la ventana, podía observar todos los edificios, también podía observar a personas que pasaban en frente de este lugar... Cerré mis ojos y me concentre en escuchar más allá de lo que se podía, estaba un profundo silencio, era hermoso...

-¿ya has estado en un Psicólogo?- me voltee y Javier ya se había cambiado de lugar, colocándose donde yo estaba antes-

-¿perdón? -dije al observarle-

-Que si ya... ¿habías estado con un Psicólogo? -me sonrió, su sonrisa era tierna, me agradaba tanto que me distraía un poco-

-pues... -coloque mis manos detrás de mi espalda- la verdad no, eres al primero con el que vengo -comencé a acariciar mi cortada- sinceramente no se por que estoy aquí...

-¿enserio preguntas eso? -se levanto y me observo, acerco su cabeza tratando de ver detrás de mi espalda-¿Quieres saber que aprendí de ti?

-Claro - seguramente diría cosas como estas aquí por que tus padres están preocupados, o tal vez que el no observo algo extraño en mi... o... o... simplemente diría que era una niña muy alegre-

-Supe que eres alguien que le gusta jugar, pero... -se apoyo en la pared y por instinto me senté, para escucharlo- Me di cuenta de que mientes mucho, te has cortado y utilizas esa pulsera para ocultarlo, esa pulsera la compraste simplemente en un lugar y no tiene ningún significado que no sea cubrirte las heridas, te has deprimido al contestar el examen-respiro profundo y continuó-... que de verdad te gustan las mates, pero también te gusta cortarte... -comencé a empuñar mis manos, las uñas me comenzaron a lastimar las palmas, estaba nerviosa... era mi primer Psicólogo y ya había adivinado todo de mi... o bueno, casi todo- Eres ambidiestra y ahora mismo me estas teniendo miedo... ahora mismo te quieres ir... ¿me equivoco? -lo ultimo que dijo, lo dijo en un tono algo tierno... y eso me volvió a dar escalofríos-

Quede callada por un momento, no sabía que decir... bueno, si... si tenia razón, que era una mentirosa, pero el no sabía por que lo hacía... El silencio se quedo establecido en el ambiente, me observaba y yo desviaba la mirada, deje salir un suspiro que corto todo silencio que teníamos.

-Adely... no eres la primera -se sentó a mi lado-

-ya lo se... - me levante de inmediato- hablamos luego... -me acerque a la puerta, abrí y me aleje de allí-

No quería saber nada...no quería seguir escuchando como me describía,no me gustaba la idea de que se enterase quien o por que era así. Me acerque a la puerta de salida y abrí sin ninguna dificultad, baje las gradas lo más rápido posible, tropecé pero no caí, ya que me detuve colocando las manos en la pared, me detuve y observe... sangre, mire mis manos y las uñas habían logrado su trabajo, estaba sangrando... negué varias veces con la cabeza y llegue al final, estaba por salir de la otra puerta... pero recordé que necesitaría de algo para la luz verde con la que ellos entraban, escuche que abrieron la puerta de arriba y me escondí por las gradas que iban hacia abajo, estaba oscuro y eso me agradaba.

-¿Como que la dejaste salir? -escuche la voz de una señora-

-Es una adolescente... ya sabes como funciona... -Javier había respondido-mira... otra vez sangre, busquen afuera... yo voy a preguntar

Me quede callada y escuche abrirse y cerrar puertas, no pensaba salir, no quería... capaz que ni mis padres se preocuparían... tenían suficiente valor para dejarme con un Psicólogo, pero no tenían valor para confesarme a donde íbamos... ¿por que paso por esto? en realidad yo no era mala... ¿o si lo era?...

-¿también crees que eres la mala? -escuche a mis espaldas una voz masculina, no me asuste misteriosamente, comencé a creer que era mi conciencia, entonces respondí-

-simplemente... creo que... soy la mala de este cuento... nada más... -hable en voz baja-

-Yo también creo eso... -me respondo- Javier aun cree que ya mejore, y eso quiero que todos crean...

-También quisiera poder hacer eso- junte mis manos y sentí la sangre... y el olor de la misma-je, tan perdida estoy que ya tengo esquizofrenia...

-¿Quieres un consejos? -escuche un suspiro- también creo que llegue a tope... creo que mi imaginación ya me engaña... o simplemente es como dijiste esquizofrenia...

Quede callada, esa voz comenzó a tomar un lugar en mi mente esa voz parecía a la que me había dicho "gracias por ser suicida"... ¿ya estaba loca? o simplemente estaba relacionando cosas que nada que ver...

-Wow... -dijo el chico- hasta mi consciencia me deja solo... bueno, eso me da a entender que ni yo mismo quiero estar con mi persona...

-No estas solo-dije poniéndome del lado positivo- ahora soy parte de tu historia...

-¿consciencia? -dijo ya algo asustado- ¿desde cuando me dices algo positivo?

-no soy tu consciencia... -dije con un suspiro- en realidad... solo soy una nueva...

-¿Como te llamas? -dijo algo curioso, su voz había cambiado a una más amigable-

-¿Mi nombre...? -no sabía si confiar... pero igual, si desaparecía por cualquier motivo, nadie lo notaria-Me llamo Adely... ¿y tu?

-Aquí me conocen por... -dejo que el silencio nos invadiera por un momento, pero no fue incomodo, sentí su respiración acercase y me aleje, tope con una pared y el quedo apoyado en la otra pared, quedando en frente mía- Llámame Jose... dime Jose... -no podía verlo, pero sentí que el sonrió-

-Un gusto Jose... -mi voz era algo suave, pero a la vez algo baja en volumen-

-¿Que edad tienes? -dijo aun curioso-

-no quiero decir nada acerca de mi... -volví a ese lugar "el miedo de ser descubierta" -

Quedamos de nuevo en silencio, comencé a sentir comezón en mis palmas y frote mis dedos en las palmas, sentí la sangre seca en ellas, apoye mi cabeza en la pared y deje salir una lágrima, mi garganta se quebró de nuevo, mi mente se comenzó a poner en mi contra, comencé a presionar mi muñeca y sentí la sangre salir de nuevo...

-Oye, deja de lastimarte... - Hablo y me tomo mi mano, como si me estuviese observando- Suicida...

Le quite mi mano de inmediato y salí del lugar, me mire la muñeca, todo estaba pasando de nuevo... Mi respiración se acelero y alguien me tomo de los hombros.

-No te vuelvas a hacer daño... -era la voz de Javier-

~Y nos dimos cuenta que ambos estábamos colisionando en este mundo lleno de maldad... ~

Mi Psicólogo un Suicida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora