La etiqueta de "señorita líos" me la he ganado a pulso.
(Normal, no doy una derechas)
Y claro que lo de anoche traería cola sorpresa no es.
Comenzando con mi prima la okupa y su afirmación "era que lo vieras, no que te lanzaras sin saber si es el " pasando por su majestad con
" espero que tu hermano no acabe sin un amigo por tu mala cabeza"
(Sin eso es lo que va a acabar ella que mi paciencia a sus tonterías está a nada de desaparecer)
Y acabando con mi amiga tras enviarle un SOS diciendo "Ufff, ayer la lié" y su repuesta "Algo se, ya te vale" que me sonó a como si me lo dijera mi madre.
(Tampoco tardará mucho en decirme algo pues las vecinas cotillas un rato son)
Hasta llegar a la guinda donde Romeo me escribió diciéndome "Tenemos que hablar Minerva".
Y esa maldita frase que si no eres tú quien la dice, te crea un estado de incertidumbre complicado de entender.
Aderezado con todas esas preguntas que vienen de serie sin respuestas se hicieron con toda la mañana y buena parte de la tarde.
(Mejor no puntúo el día que no existe escala para hacerlo)
Como consuelo la benevolencia de mi amiga tras explicarle lo ocurrido entre el café de cada día.
"Ayyy... tampoco te armes un taco de aúpa. Es un beso nada más" dijo acogiéndome en sus brazos.
(En esos momentos me vuelvo ñoña)
Para darle un giro al despedirnos
"Eso si, la próxima vez no hagas caso a las voces de tu cabeza y por favor, no te saltes la medicación" dijo al detectar que me daba pánico tener que ir a casa.
Pues ella sabe como yo que mi hermano capaz es de llevarme de la oreja en cuanto vea que no me apetece nada echarme a la cara a Romeo.
(Muy echada para adelante en algunas cosas pero a la hora de la verdad...)
Así que... retrase todo lo que pude ese momento y volví dando un paseo.
Pero .... ¡¡Sorpresa!!! ... excepto mi amigo de cuatro patas, no había nadie en casa.
¡¡¡Menudo alivio!!!
(Por un momento creí que estaba soñando)
¡¡Que bien me vino el baño!!... y esa medio intimidad pues el perro se quedó en la alfombrilla que si no empieza a ladrar al rato de cerrar la puerta.
(Creerá que me iré por el desagüe o algo parecido o no se fía ni un pelo de esta dueña loca que le ha tocado)
Pero en realidad era porque ya quería salir hacer sus cosas en el parque... y de paso demostrarme que lo que quería evitar sencillamente era inevitable.
"Perdona que no te contestara, en diez minutos estaré por el parque" le escribí deseando que no apareciera ese doble chek que confirma que lo leyó.
Ni un segundo tardo en parecer junto al ok.
(Para no variar su actitud mi karma al que un día asesinaré)
Un escueto "hola" acompañado de ese instante de silencio como muestra de que no sabíamos por donde empezar.
Hasta que por fin dio el paso.
"Al final tenía razón no era ella quien me gustaba " dijo y.... ¡vaya empujón se llevó! que cuando quise darme cuenta, sus labios estaban rozando los míos.
Y el perro enervado de tal manera que de no ser por la correa se lanza a el.
"No te confundas y si de verdad quieres algo te lo tienes que currar ... " dije y allí se quedó con cara de " Dios santo esta está mas loca de lo que creía"...( Y va ser que si, que a loca nadie me gana y menos cuando descubro una pequeña verdad.. ¿lo hará? Definitivamente los líos me encantan...)
ESTÁS LEYENDO
¿Y si resulta que eres mi hilo rojo?
Random¿Quien no ha creído que su hilo se rompió alguna vez? Aunque la leyenda dice que es indestructible. Y todos de algún modo soñamos con encontrarlo. Minerva a través de su diario, contará su periplo para volver a creer y preguntarse: ¿Y si resulta que...