¡¡Ay Dios!! ¿Y ahora, qué?
Que el lado zalamero de mi amigo de cuatro patas salió en su máxima expresión. Y no para con Romeo, si no para hacerse con la perrita que le mola del tercero.
Fue descuidarnos todos y... ¡¡Ale!! Allí estaban dando rienda a sus instintos.
(Mejor no describo mi cara, ni que ni supe como reaccionar)
Verás como todo esto acaba pareciéndose a un divorcio y me toca pagar a pachas los gastos de los cuidados de la perrita hasta que suelte la camada (por lo visto tiene pedigrí)
Más pasar una pensión alimenticia hasta que se les dé en adopción. O peor aún. Que me veo en un tiempo como mínimo con un par más de miembros perrunos en casa. (Y yo haciendo las maletas que mis padres me echan)
En fin ... ya veremos que pasa, pero me da que lo de ser perriabuela no me libro.
(Como lo de ir al veterinario y que sus balas sean de fogueo y no se repita esto)
Al menos me ha servido para tener la conversación con mi amiga (tras una disculpa por su parte, claro) alejada de mi tarde noche de ayer hasta el café de cada tarde.
Deseando estaba y casi ni me dejo echarme el azúcar con su "venga, cuéntame"
Media hora de discurso y cara de "que me estás contando" hasta que dijo:
"No te flipes tanto guapa, que de nueva dimensión nada. Más bien que te has quitado la venda, la coraza y a saber sino también el tanga"
Aunque eso último ni por asomo, ya no solo por la canita al aire de mi amigo perruno. También porque Romeo midió mucho su comportamiento bajo el "muchas veces no sé a qué atenerme contigo"
(Al menos fue sincero)
Y mi "hubieras elegido susto, en vez de participante de mis juegos del hambre" por lo menos, le hizo gracia.
"Bueno, aún así seguiré apostando al rojo y si llega el momento de tener que comerse bayas venenosas que sea, con mucho licor de regaliz y menta" me respondió con una mirada de esas que te están pidiendo permiso para besarte.
Y como andaba con eso de que mi mundo se había dado la vuelta ... beso y sin saber muy bien porqué, suspiritos color rosa pastel. (Muy ñoño, lo sé)
Que se sumaron a sonrisa boba y tartamudeo al quitarme un mechón rebelde que me caiga por la cara.
Algo que se ha repetido al contarlo para regocijo de mi amiga y su intento de anotarse el tanto con el "si venía venir"
"¡¡Coño!!! Si tan evidente era ...gracias por haber dejado que parezca una gilipollas con mi búsqueda de eso del hilo rojo, que casi me da para un libro" estuve por soltarla ante su carcajada.
"Mine, si es que no las ves hasta que te estrellas y si no ¿porque te daba tanta rabia que anduviera con Julieta?" Añadió como argumento y claro, en fuera de juego.
Resumiendo, que al final esto se parece en extensión al listín telefónico.
Romeo figura como mi acompañante para la boda de mi amiga si supera, mis quince cambios de parecer, según ella. Y yo, amenazándola por cambiarla por la estirada.(Algo que no va a ocurrir claro, que una cosa es que haga lo posible en lo que me pidió mi hermano y otra que vayamos a ser íntimas)
Y ya hablando de su majestad... no está demás reconocer que se ha anotado un tanto con su regalo.
(Seguro que guiada por mi madre)
Un nuevo diario que me viene de perlas pues, a este le quedan solo un par de páginas.
Como me ha venido que mi madre viera que por primera vez la he abrazado y he admitido su broma."Cuñi, no le pongas tanto énfasis que mi delantera me duele con estos cambios hormonales"
(Es para verla, como le sigan creciendo no se va a saber si lo que tenga, llora por hambre o porque le asusta la grandeza de eso que tiene que chupar)
Ver , para creer..Como es increíble que vaya a dejar esas dos ultimas paginas para cuando pase un tiempo, y tenga algo más que la certeza, de que pueda ser cierto todo eso que cuenta esa leyenda china y en la que... bueno, parece que he llegado a creer.
(Recuérdalo Mine, lo prometido es deuda y habrá que llenar el nuevo diario con argumentos más bonitos... aunque parezca una ñoñez ... joer ya se ha escapado otro suspiro...)
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¿Y si resulta que eres mi hilo rojo?
Acak¿Quien no ha creído que su hilo se rompió alguna vez? Aunque la leyenda dice que es indestructible. Y todos de algún modo soñamos con encontrarlo. Minerva a través de su diario, contará su periplo para volver a creer y preguntarse: ¿Y si resulta que...