Está se la guardo.
¡¡No he pasado más vergüenza en mi vida!!Al salir de la habitación tras la siesta ¡sorpresa! Me he dado de bruces con un amigo de mi hermano en el pasillo.
Y ligerita de ropa que estaba.
Ha parecido una competición de ver quien alcanzaba la mayor tonalidad colorada.
(En eso creo que me ha ganado)
Mientras mi hermano muerto de la risa,argumentaba que creía que no había nadie en casa.
Y voy yo y me lo creo.
Que si estuviera bueno su amigo, pues lo mismo hasta utilizaba ese momento para romper el hielo.
Ya pensaré en la venganza, si y así de paso, lo utilizo para salir de este estado bipolar en el que últimamente ando.
Porque los ánimos aún están revueltos.
Y a nada que veo una actitud cariñosa ( Por ejemplo viendo la televisión) creo que el suspiro se me tiñe de color rosa.
Algo que según mi hermano es indicativo de que ando enamorada... ¡será imbecil!
Vamos que voy y vengo a Babia recreándome en mi desgracia.
Algo que detesto hacer pero controlarlo nada, imposible.
En fin... que voy para desesperada y casi comienzo a ver con buenos ojos que mis amigas puedan regalarme una mascota.
Pero lo peor es que ya puedo poner empeño en saber donde deje la pulsera anoche.
No aparece ni invocándola y la habitación parece que allá pasado un tornado por ella.
Como le dé por asomarse a mi madre.
Ya puedo encontrarla o mi amiga no me habla hasta su boda.
(Como sea una bromita de mi hermano lo capo sin anestesia)
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¿Y si resulta que eres mi hilo rojo?
Rastgele¿Quien no ha creído que su hilo se rompió alguna vez? Aunque la leyenda dice que es indestructible. Y todos de algún modo soñamos con encontrarlo. Minerva a través de su diario, contará su periplo para volver a creer y preguntarse: ¿Y si resulta que...