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Simón.

Estamos todos sentados en la sala, Isabelle se ha sentado al lado mío mientras me comenta todo lo que sabe, Alexander ha confiado en ella y ha dicho la verdad, por eso el Nephilim ha vuelto a comunicarse con Magnus, porque siente que ha hecho un avance y porque lo ha hecho por él, por lo que al parecer tuvieron los dos, un tipo amorío al cual no quiere acabar, presto toda la atención a la Nephilim y un poco embobado a sus labios rojizos, Isabelle ha sido mi amor, en termino mundano, platónico desde que entre a ese instituto y siempre me sentí acogido con ella porque al parecer me daba un poco de atención y por eso me siento tan feliz de que ella esté aquí, sosteniendo mi mano con las suyas, oliendo ese olor tan particular de ella.

— Isabelle, no te disculpes, estoy feliz de que vengas aquí— le digo— ¿Cómo está Clary? ¿Cómo han logrado venir hacia aquí sin que tu padre lo sepa?

Siento como Raphael está observando cada palabra que digo, está quieto en su lugar, sentado con suma elegancia mientras vigila todo, Fran se ha ido del lugar por el simple hecho de no querer dramas y Magnus está explicando a todo el grupo que Alexander volverá a frecuentar la casa, avisando que nadie refutara en ello porque el Nephilim posiblemente se convertiría en su amante, en palabras antigua, un novio. No me molesta en lo particular, pero Raphael a pesar de no estar mostrando ningún tipo de emoción parece estar molesto por dentro, porque solo emana enojo.

— Le pedí la orden a Raphael de venir, pero no me respondió así que no sé si fue bueno venir— dice Isabelle.

— ¿Bueno? Ustedes acorralaron al polluelo en un callejón para matarlo ¿Crees que es bueno?— pregunta Raphael— ¿Venir a una casa donde tu padre nos está haciendo la vida imposible? Me alegro que te estés dando cuenta Lightwood.

— Raphael, compórtate— le reta Magnus.

Lo veo pararse para irse, no quiere seguir aguantando más sus molestias y me lo hace notar con una mirada antes de irse, pido disculpas mientras me levanto y voy detrás de él, y aunque sé que sabe que voy detrás de él no para, entiendo un poco su punto. Se detiene y se da vuelta, me detengo antes de chocar con él de frente y hacerme pasar un mal momento como suelo tener siempre por mi torpeza.

— ¿Por qué vienes? Eres tú quien debes saber que esas personas que están ahí casi te matan si no fuese porque te salve— me dice calmado— pero al parecer si no te importa ¿Por qué me debe importar a mi? Eres mi mano derecha, mi polluelo, pero si quieres que te maten, tírate a sus manos, así mí favor se acaba.

Se da vuelta y se va, dejándome solo, le grito que le den porque sus palabras afectan, pero vuelvo a la sala sentándome en el lugar que estaba, Isabelle parece incómoda tanto como su hermano, mientras Magnus trata de impresionar a ambos, trato de establecer una conversación de nuevo con la Nephilim, me explica que Clarissa está por recibir un honor por ser una de las jóvenes novatas que ha hecho y cumplido misiones, de las cual yo participe, y que Robert no la cuida tanto por el simple hecho de que confía en ellos, pero hay temas importantes que debe resolver.

— Te ves mucho mejor Simón— dice Isabelle— sí que la transformación te ha hecho bien.

Me avergüenzo un poco porque me está mirando divertida, su mano ha subido a mi hombro y la tengo cerca, puedo sentir su corazón palpitando, su olor a jabón por su cuerpo y su perfume que ahora lo siento mucho mejor, no puedo dejar de sonreír embobado aunque dentro mío las palabras de Raphael están rebotando por mi cabeza una y otra vez, entonces mi sonrisa se vuelve un poco cínica y me hago un poco hacia atrás para que aleje su mano y sus olores deliciosos.

— Gracias, me estoy entrenando muy bien— le digo— hueles bien.

Escucho una risa por su parte y me contagio de ello, pero de un momento a otros me siento incómodo, ambos Nephilim que están ahí también están buscando por orden de Robert Lightwood mi cabeza, pero ahora están sentados aquí, diciendo todo lo contrario, solo quiero que se vayan para irme con Fran y sentirme un poco mejor, no puedo aceptar esto, se que ella lo está haciendo de buena manera, pero Raphael tiene toda la razón, ellos ocultos van a ser mis amigos, pero siendo Nephilim, estando con los demás, buscara mi cabeza, trataran de matarme, Isabelle no ha participado, pero todos dentro de este instituto me hicieron sentir como si no fuera nada, un inútil, un sirviente, soy un fugitivo de ellos, ya no soy uno de ellos, no soy sus amigos.

Al Lado Tuyo. •Saphael•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora