Simón.
Han pasado aproximadamente dos semanas y las cosas en la casa se han vuelto muy rara, hay mucha tensión por todos lados, Fran cada vez mas tiene una amistad con Ragnor mas distante, solo lo busca para darle su medicina y todo lo que resta del día se la pasa conmigo o viendo películas solo, se ve mucho más serio y triste, y a pesar de que intento tocar el tema se niega, con Raphael no hemos hablado bien desde hace dos semanas que tuvo comportamientos raros conmigo, pero puedo verlo caminar cerca y mirarme de a ratos, cada vez que intento hablar con él huye, Magnus también esta extraño y no entiendo la razón, ha hecho como un escudo protector en la casa y está haciendo posiciones con olores asquerosos.
Lo más raro es que computadoras o celulares han quedado sin señales en la casa, nadie puede comunicarse hacia nosotros y no podemos hacerlo nosotros, estamos como encerrado en la nada, y no puedo evitar sentirme incomodo.
He pensado enfrentar a Raphael y preguntarle qué sucede, creí que el peligro contra mí era más débil, pero con lo que me está dando a entender es que sigo en peligro y más, y no puede mentirme, porque lo veo observar por las ventanas casi siempre, esta tensionado y me preocupa que me este ocultando algo, no quiero comprometer a todos en algo que es lo que yo tengo que enfrentar.
Cuando llega el anochecer y Fran se va con Ragnor para cuidarlo en su habitación, Magnus desaparece y Raphael se encuentra solo, lo llamo hacia los pasillos donde queda las habitaciones de nosotros, este se niega y se encierra en su habitación a pesar de que amenazo con entrar, tengo tanto estrés que podría tirar la puerta y darle unos golpes por estar humillándome de estos modos, me duele, creí que mi vinculo con el vampiro mayor había avanzado a nivel cinco, donde me quedaría tan poco para llegar al puesto tres, dos o uno y ganar toda su confianza, hacernos bien amigos y vivir aventuras infinitas después de hacernos cargo del Lightwood, pero ahora estoy muy lejos de entender que sucede y porque todo se distancio.
— Raphael, lo siento si hice algo que te ofendió ¿Podemos hablar? Todo esta tan extraño en esta casa y tengo miedo de que yo sea la culpa.
— No es tu culpa.
Es la primera vez, después de dos semanas que vuelvo a escuchar la voz del vampiro mayor, con ese tono medio ronco cuando habla con tranquilidad, pero este no abre la puerta, me habla a través de ella como si yo tuviera una enfermedad contagiosa que podría contagiarlo si me acerco demasiado, eso duele en mi orgullo.
— ¿Y entonces de quién es? ¿Por qué me evitas?
— Te lo diré a su tiempo, ahora vuelve a la cocina o al comedor, vete, tengo que estar solo.
— Que te den Santiago.
Camino molesto hacia el comedor, tirándome en el sillón molesto, acaricio mi pecho porque he sentido una pequeña molestia que hace que recuerde como me gusta perder mi orgullo con ese vampiro mayor, yo no tengo la culpa de todo lo malo que suceda pero pido perdón igual porque quiero estar en paz en casa, sin problemas y todos unidos con el vinculo que tenemos, pero al parecer a todos, y más a Raphael le gusta hacerse el difícil, le encanta humillarme y yo pierdo mi dignidad, porque siempre lo hago, es mejor que se joda y me deje de preocupar por todo. Este no debe ser mi culpa.
Escucho como la puerta de la sala se abre y entra Magnus con Camille, la jefa del clan de los vampiros que maltrato de mí, ambos están riendo y parece que tienen una buena relación, esto me preocupa porque creí que tenía algo con Alexander y que iba a funcionar, me siento incómodo a verlos ahora porque siento que estoy cometiendo algún tipo de traición a ver una infidelidad. Magnus invita a sentar a la mujer a los sillones donde yo estoy y eso me coloca más que nervioso ¿Camille es una amante? ¿Un cliente? ¿Debería contactar con Alexander y contarle? De seguro el Nephilim perdería todo los sentido moral y la mataría por estar cerca de su chico; veo como Camille se sienta y Magnus da bebida a los tres, yo solo quiero irme y dejarlos que charlen solos.
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Al Lado Tuyo. •Saphael•
Fanfic||Saphael|| Raphael Santiago mano derecha de Camille Belcourt fue encarcelado bajo las órdenes de los Nephilim del instituto de Nueva York, bajo las órdenes de Robert Lightwood, culpándole de un error nunca había cometido. Pero lo que ellos querían...