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Simón.

Su sonrisa, sus palabras, su miradas, sus pensamientos, su conducta que refleja para mí, no puedo no sentir nada, soy un humano que no puede evitar sentir el sentimientos cuando una persona después de mucho tiempo me da tanto afecto y comodidad, Raphael me ha dado su confianza y ha confiado en mí después de que nadie lo hizo, me sonrió y apoyo cuando me estaba cayendo, me eligió como su mano derecha aún sin saber nada y ser recién transformado, y ahora estoy a su lado como si fuera un amigo de toda su vida ¿Cómo puedo evitar no enamorarme?. Nunca he tenido preferencia sexual, después de conocer a Alexander o a Magnus vi que no debía ser cerrado y quedarme con un solo gusto de un género cuando podía conocer a más, conocer a Raphael.

Ahora mismo lo estoy observando y me da tanta paz sus facciones mientras lee, y aunque me este muriendo de dudas por saber que está pasando y cómo fue el motivo de como Raphael cayó en las manos de Isabelle no preguntaré nada, todos merecen tener en su cabeza sus propios secretos y sus propias vergüenzas, yo también poseo los mismos y prefiero mantenerlos en mi cabeza, y tampoco no quiero parecer un poco paranoico obsesionado por esto, podría ser malentendido mis actitudes y considerarse celos, y eso podría delatarme.

— ¿Quieres preguntarme algo?— pregunta él.

Tiene una percepción de su espacio muy perfecta para mi gusto, aunque esta vez no quería preguntar nada, solo observarlo, pero si le digo eso sería medio extraño, así que debo fingir que si quería hablar, pero no sé me ocurre nada, estoy en blanco, así que dejo salir lo primero que se me venga a la mente.

— ¿Te has enamorado después de lo sucedido con Isabelle, Raphael?

"Mierda, mierda ¡Santa mierda! ¿Yo dije exactamente eso?"

Quiero pegarme a mí mismo más de diez veces por aquello dicho, después de lo de Isabelle Raphael fue encerrado, cuando fue liberado no hizo más que estar encerrado en las cuatros paredes con Magnus lejos de Brooklyn, y después encerrado con dos hombres más, y Raphael no parece uno de esos chicos que le gusten las personas de su mismo sexo, ni parece que le guste alguien, pero yo sé que le gusta las chicas por esto, entonces no entiendo porque sigo preguntando estas cosas ¿Qué quiero lograr?

— Ya sabes, debiste haber conocido chicas cuando estuviste con Magnus después de tu escape— digo con rapidez inmediata.

— Si— suelta entonces.

— ¡¿Qué?! ¿Lo estás?— chillo— em, am, bueno te felicito, de seguro ella vendrá a ti pronto. Tengo que ir a hacer algo, vuelvo pronto.

"¿Quién es? ¿Como la conociste? ¿Por qué te gustó? ¿Por qué tienes esa sonrisa después de admitir que te has vuelto a enamorar? ¿Te contactas con ella? ¿Piensas que es tu persona ideal? ¿Ya tuvieron relaciones?"

Salgo de la habitación mordiendo mi labio con tanta fuerza que cuando salgo de ahí y cierro la puerta para quedarme fuera, el dolor se presenta y me quejo, toco mi labio viendo cómo de este sale sangre por la fuerza que he puesto en mis colmillos, esto es culpa de Raphael, sino fuera por él yo no estaría ahora corriendo a mi habitación para tratar de curarme y que nadie vea lo que he hecho por una palabra, "Si", si no fuera por mi gran boca no me hubiera enterado y no estaría aquí tirado en la cama como un adolescente mundano, dejando que mi grito de frustración se callen con la almohada. ¿Quién es ella? Debe ser hermosa.

 Raphael debe haber tenido un buen gusto, una chica hermosa, de ojos encantadores, sonrisa brillante, pelo suave y luminoso, alguien de una inteligencia ilimitada, sabía, humilde y con un valor puro, una chica de rasgos suaves y un aura puro e inocente, yo al lado de ella debo ser nada, porque primero soy hombre, y porque si esa chica tiene esas características o se aproximan, porque Raphael no elige cualquiera, entonces estoy acabado, no tengo nada de eso para competir.

Al Lado Tuyo. •Saphael•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora