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Simón.

Le tiendo el bastón mientras me voy casi corriendo de ahí, esta noche he visto tantas facetas de Raphael que me asusta, porque ninguna es como los Nephilim lo han descrito, porque estoy viendo que ellos nos hacen vivir en engaños a todos y nos convencen de eso por casi toda nuestras vidas, no me imagino los demás que se han quedado en el instituto, se les distorsionan lo que está bien y lo que está mal, a Raphael lo construyeron así cuando lo agarraron para atraparlo en los calabozos. 

Le arrebataron su libertad, a una persona que no es mala, que tiene una vida formada, una digna vida fuera de las maldades que todos han mentido por años, los Nephilim estaban equivocados, ahora solo creo en los subterráneos y algún día lo harán todos cuando vean como se han equivocado, y lo peor de todo es que estoy comenzando a sentir incomodidad en el centro de mi pecho cada vez que escucho algo bueno de él, como sus acciones, sus palabras hacia sus dos amigos cercanos, o sus minúsculas sonrisas que muestra casi a penas, y eso me molesta, porque no se lo he dicho a nadie, pero quiero saber que sucede. 

Nunca he sentido algo tan incómodo e intenso como lo que siento a veces, y no quiero reconocer algo que no pueda ser, porque sé que con todas las conversaciones que he tenido con Fran y las películas que me ha hecho ver se puede haber distorsionado un poco mi cabeza, porque Raphael representa en su totalidad, tanto físico como su conducta al chico malo de las películas.

— Simón.

Caigo al piso por mi torpeza quedándome boca abajo mientras me maldigo por ser tan torpe, por no poder ser más ágil, veo como Raphael se arrodilla frente a mí, y me levanta la cabeza a penas para que pueda mirarlo, él lo sabe, se que lo hace, en sus ojos se reflejan que lo ha sentido por mis emociones.

— Estoy orgulloso de que te hayas dado cuenta que los Nephilim pueden fallarte si le tiendes la mano, eso me muestra que puedes, cada vez más, ser digno de ser mi mano derecha.

Lo veo como me tiende la mano para ayudarme a pararme, le tiendo mi mano para recibir la suya viendo como éste hace apenas un movimiento y ya estoy de pies frente a él, viendo como éste me acomoda la mi ropa como un acto paterno y sacude como si hubiese tierra, si yo aún fuera un mundano, donde la sangre recorriera mis venas y mis pulmones fueran expuesta a aire, ahora mismo estaría con la respiración agitada y bien sonrojado hasta la punta de las orejas, pero no lo soy, y no lo demuestro, lo agradezco por tener esa suerte.

— Yo, yo necesito ser fuerte, cada comentario que me digas es un aprendizaje y te obedeceré porque soy tu mano derecha.

— Que gran tensión sexual hay aquí.

Ambos, tanto yo como Raphael nos sobresaltamos, no puedo evitar dejar escapar un grito al ver a Magnus en pijama cerca de nosotros, no lleva maquillaje, y su pelo que sabe siempre llevar alguna mecha ondulada ahora está todo liso, cayendo sobre su cara, y su sonrisa en particular, hacemos todos dos pasos hacia atrás, todo parece ser divertido para el brujo que está riendo sin poder controlarse, creí que ya estaba durmiendo, nos había dado un show en la habitación donde nos dijo que necesitaba hora de descanso de belleza, y se había ido, pero aquí esta, junto a nosotros con sus particulares bromas.

— Ya cállate Magnus, solo estamos hablando, es mi mano derecha ¿De qué carajos hablas?— murmura Raphael— deberías ir a dormir, el sueño comienza a afectar.

— Solo venia a la habitación de Ragnor, pero los encontré de camino. Además ¿Qué hacen ustedes dos solos por estos pasillos desolados?

Trato de explicarle entre balbuceos todo lo que ha sucedido, explicando porque yo había llegado hasta acá, viendo como Raphael se lamentaba en silencio por mi falta de coherencia en las palabras, y veo como Magnus sonríe para alejarse de nosotros y seguir caminando hacia la habitación de la cual era su objetivo desde el principio, quedándome solo con Raphael una vez más, a cual lo miro un poco sorprendido porque esta sonriendo, con una sonrisa casi a penas visible, pero se nota por el hoyuelo que se muestra, de seguro se está burlando de mi.

Al Lado Tuyo. •Saphael•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora