Simón.
Magnus se fue a descansar después de haber calmado a Raphael, quien parece perder la paciencia muy fácil, Fran se ha ido en compañía de Ragnor a dar los informes del día a los vampiros de Camille que han llegado a la azotea con una hora puntual como habían acordado, quedando ambos solos, ninguno de los dos nos hemos movido de la sala, estamos sentados uno al frente del otro, mirando la televisión que el brujo ha hecho aparecer para mí y Fran, como unos que otros objetos para no sacarnos la mundanez que aun tenemos.
Fran lo ha colocado en un canal de dibujos animados la cual no puedo prestar atención, siempre me ha gustado la animación pero esta vez Raphael Santiago esta frente a mí y no puedo concentrarme, estoy muy nervioso por todo lo que sucede, por lo que ellos están planeando. Al parecer los Nephilim no parecen mirar en los problemas que pueden meterse si vienen por mi o aquellas pueden salir heridas, todos lo que puede pasar, los subterráneos que pueden unirse a una guerra, los acuerdos se romperían dejando en libertad una guerra llena de matanzas, llena de sangre culpa mía.
— Puedo oler tu preocupación desde aquí ¿Qué sucede?
Vuelvo la vista al vampiro que esta mirándome fijo, con un dedo bajo su mentón como si me estuviera analizando con esos ojos avellanas que no puedo dejar de ver, aprieto los labios para no colocarme más nervioso, aún no puedo creer que aquel chico desastroso que vi cuando estaba capturado, ahora era ese chico que no tenía ni un solo pelo fuera de lugar, que parece todo un señor de riquezas, no es nada parecido a la persona que daban a nombrar en el cuaderno de historias sobre los subterráneos que tenían los Nephilim, aunque puedo afirmar que si tiene esa cara de ángel que me imagine al leer.
<<Oh Raziel, él es despiadado, asesina a sus víctimas sin piedad, con rostro de ángel pero una mente inteligente, sabe conquistar para capturar; sus labios bañados de sangre, sus ojos con recuerdos sangrientos, no te acerques a él si no quieres morir. No es amante de la compañía, siempre acompañante de él mismo, le gusta atacar sin pensar si está bien o está mal, no le importa los acuerdos, menos los de su clases, ten cuidado de estar cerca de él. Si quieres encontrarlo no falta buscarlo, solo con nombrar su nombre va a aparecer, no lo llames sin necesidad alguna, no es alguien de paciencia tener, se trata de Raphael Santiago, un subterráneo despiadado, con orden de a quien se debe matar. >>
— No me gusta esto, de que se estén arriesgando sus vidas por la mía, me hace sentir mal—le digo— no me gusta, quiero que cancelen esto.
— Hay algo más que eso, puedo oler a exceso de pasado, no me mientas polluelo.
Es difícil mentirle a un vampiro, más a Raphael que sabe todas las tácticas correspondiente de una mentira en un polluelo, más cuando ha tenido a muchos de ellos, dirijo la mirada a la televisión como una forma de sacar este nerviosismo que ha crecido en mi y después vuelvo la mirada vampiro otra vez, sonrió resignado decidiendo contar lo que le estaba preocupando desde hace días, a pesar de no tener porque hacerlo, me acomodo en el sillón y aprieto mis labios antes de comenzar, no sé porque tengo tanta confianza en él.
— Cuando era un niño mi padre murió de cáncer, no sé porqué te lo estoy diciendo, solo que mi padre sabía que llegaría a su final, se preparó para esos momentos y cuando murió él ya tenía todo planeado, documento, testamento, y había hecho feliz a su familia antes de que falleciera, me hizo feliz en sus últimos minutos de vida —le digo tratando de no llorar— pero una enfermedad lo mató y pase a ser el hombre de la casa, debía encargarme de las mujeres, se lo prometí y solo le fallé, me fui detrás de Clarissa sufriendo las consecuencias, ahora he dejado a mi familia sin un hombre que pueda estar para ellas, lamentando la muerte mía también, estoy decepcionado, porque terminaré muriendo pagando todo este error.
Seco una de mis lágrimas que ha resbalado por mi mejilla pero estoy intentando mantenerme relajado para no dejarme llorar, hablar de mi padre es como hablar de un recuerdo doloroso a la cual he prometido no recordar así, es que no puedo hacerlo de otra manera, de mi padre he aprendido todo hasta lo que más pudo enseñarme y recordarlo es tan doloroso ¿Mi madre que estaría haciendo en estos momentos? ¿Voy a vivir para verla por mucho más tiempo? ¿O solo moriré degollado por un arma de Nephilim? No quiero pensar sobre aquello, aunque es inútil, estoy triste y asustado, ni mirar a Raphael que irradia seguridad puede calmarme de aquello que llega a mí.
— No es tu culpa, solo eres un chiquillo, dejarte ese cargo es duro para todos, más a esa edad, donde aún eres un niño, donde aún no sabes decidir, donde todo te parece más interesante que seguir la órdenes de adultos o estar al lado de los adultos— comenta Raphael— pero así es la vida, está hecha para equivocarse, nadie es perfecto para hacer todo bien, hay errores de los que se aprenden, si nadie comete uno ¿Cómo sabrían que no tendrían que pasar por eso de nuevo? No debes culpar a nadie ni a ti, solo las cosas no fueron bien.
— Gracias Raphael.
—Y eres un polluelo inútil, así que también está en eso— agrega.
— Ya lo entendí.
Seguimos mirando el programa de televisión, esta vez estoy sonriendo, estoy afirmando que Raphael Santiago no es como todos lo pintaban, no es un ser malvado, con mente inteligente y manipulador para lograr matanzas, al contrario parece una persona que a pesar de su mal carácter se preocupa por nosotros hasta el punto de sacarme de un problema tan grande o de animarme cuando estoy así, me agrada mucho esta pequeña parte de él.
A los minutos llegan Fran y Ragnor, quien después de que el brujo da la información de lo que ha dicho Fran se retiró para irse también a descansar quedando nosotros tres, el polluelo se adueña del control comenzando a dar zic zac con los canales, mientras que yo miro de reojo al vampiro mayor quien ha tomado un libro y le parece mucho más interesante que lo que nosotros estamos haciendo, a veces puedo imaginar a Raphael de una época que no conozco nada de lo que ahora ha aparecido, su libro suplantaba la televisión ¿Con cuántas cosas Raphael suplantaba la modernidad?.
— ¡Hotel Transilvania! — grita Fran.
Sacándome de lo que estoy haciendo para dar un salto en mi lugar asustado, me arrimo más adelante para sentarme en forma india y mirar cómo la película animada ya va por la mitad, a pesar de eso Fran parece muy contento, emocionado por estar viendo aquellos dibujos animados una vez más, y a pesar de que estoy observando así tan infantil no voy a juzgar como es el chico, porque no se su historia, no sé porque hace esto o su personalidad es así, cada uno tiene su diferente forma de ser, solo espero que el chico no nos traicione porque lo veo algo parecido como un amigo.
— ¿Le gustan estas animaciones? No le veo sentido, no tiene ni una pizca de realidad ¿Una momia? ¿Un hombre invisible? ¿Frankestein?— pregunta Raphael— ¿Como ese vampiro puede tener una hija? eso está fuera de lo común, fuera de la realidad, esto programas mundanos son tan estúpidos.
— ¿Estúpidos?— pregunta ofendido Fran— ¿Sabes qué es más estúpido? Tu cara maldito insensible.
Comienzo a reír por aquella situación, entre los dos hay una rivalidad muy grande y se siente en el ambiente, Fran no parece querer callarse frente al vampiro mayor y Raphael sólo aprieta los labios ya que sabe que es alguien de la pertenencia de Camille, del clan de aquel hotel, si no ya hubiese estado colgando en el centro de la sala mientras el vampiro mayor lo usa como bolsa de boxeo, ambos saben de aquello y Fran se aprovecha de la situación.
— Basta, basta, quiero ver la televisión sin ruidos— les digo— Fran deja de reírte y Raphael deja de gruñir como si fuese un animal, Magnus y Ragnor están durmiendo, solo hay que cerrar la boca para no despertarlos, así que los invitó irse cada uno a su habitación si no se mantienen pasivos.
— ¿Desde cuándo te crees que puedes mandarme?— musita Raphael— esta es la primera y la última advertencia, y va para ti niño, no van a faltarme el respeto, nunca más.
— Uy se enojó la fiera— susurra Fran.
Después de eso el vampiro desaparece por la puerta hecho una furia, quedando ambos riendo por el comentario que ha hecho Fran y la situación que surgió en la sala, tomamos para nosotros dos la sala, la televisión y una cantidad de sangre que encontramos en la heladera, después de una dos películas ambos se quedamos hablando, viendo que teníamos más de común de lo que pensábamos, adaptarse a esa vida había sido mucho más fácil de lo que pensé.
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Al Lado Tuyo. •Saphael•
Fanfic||Saphael|| Raphael Santiago mano derecha de Camille Belcourt fue encarcelado bajo las órdenes de los Nephilim del instituto de Nueva York, bajo las órdenes de Robert Lightwood, culpándole de un error nunca había cometido. Pero lo que ellos querían...