Mentiras

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2 meses después.

El invierno comenzaba a hacerse presente en la cuidad de Río Cuarto, Córdoba. La relación de Renato y Gabriel iba de diez, la familia de el rizado amaba al castaño, siempre le decían lo mucho que lo querían, y que estaban felices de que Gabriel por fin haya encontrado a alguien a quien amar, y así dejar de ser tan cerrado, pero la familia de Renato... la familia de Renato era un caso aparte, no quiere decir que no quieran al novio de su hijo, es más, lo harían, si tan solo supieran de la existencia de él. Renato había decidido no hablar sobre Gabriel con su familia ¿Por qué? Simple, si se enteraban que estaba en una relación amorosa, su madre sería capaz de dejar el trabajo, para tan sólo verlo feliz a él, y esa era una carga con la que el pequeño no quería cargar. El mayor siempre preguntaba sobre cuando sería la "presentación oficial" de parte de él, pero el castaño lograba evadir el tema con eficacia. ¿Le había contado a Gallicchio sobre su mudanza al sur del país? Obviamente que no, porque quería disfrutarlo el mayor tiempo posible, sin tener que pensar en la despedida, y si bien era un tanto egoísta pensar sólo en él, debía ser así

(...)

- ¿Qué hacemos hoy a la salida? - preguntó Renato, mientras hacía pequeñas trencitas en el pelo de su novio, que había crecido bastante éste último tiempo - mmm no sé, es que mañana es el exámen de literatura - contestó siguiendo con la mirada a unos alumnos de primer año, que lo miraron de forma despectiva en el recreo, Quattordio no lograba darse cuenta de esas cosas, o al menos las evadía tan bien, que parecía no tomarles importancia, Gabriel envidiaba mucho esa cualidad de su novio. - ¿Perdón? Que te haces, si sos un nerd en literatura - contestó dejando las trenzas de lado - ey, no soy nerd, sólo me gusta leer - dijo dejando un beso en el cuello del chico, haciéndolo estremecer - dios Gabriel, no hagas eso acá - se quejó el menor - ufff, sos un flancito, y volviendo al tema, podríamos ir a tu casa - soltó alzando las cejas. - no podemos - respondió sin vacilar - nunca me vas a presentar a tu familia - dijo el otro agachando la mirada, y Renato sentía que le clavaban cien puñaladas en el estómago cuando veía a su novio triste - amor, es que... mi vieja, mi vieja es homofóbica - mintió. Y Gabriel parecía comprender

(...)

El timbre dió aviso al final del día escolar, Gabriel y Renato salieron de la mano y dándose besitos, como de costumbre. - ¿Cuándo me ibas a decir que tenías novio? - preguntó la madre del castaño, haciendo que éste se exalte y suelte la mano de Gallicchio, el cual lo miró con miedo.
- Yo... Señora yo - intentaba dar una explicación a la mujer, que los miraba con los brazos cruzados - Estoy feliz de que me hijo al fin tenga novio, después de tanto tiempo - soltó abrazando al rizado, el cual se encontraba confundido ¿A caso la madre de su novio no era homofóbica? Si esa era la excusa para no presentarse en su casa. Clavó la mirada en Renato, buscando alguna explicación.
- ¿Qué viniste a hacer mamá? - preguntó de mala manera - Pasaba por acá, no me hables así - respondió la castaña, extrañada debido a el tono de su hijo - Bueno, Gabriel y yo nos tenemos que ir - dijo agarrando al rizado del brazo, llevándoselo.

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