¿Dónde estoy?

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Narra Tai

No recuerdo muy bien lo último que vi al desmayarme, solo recuerdo que Agumon estaba herido y yo estaba en mis posibles últimos minutos de vida y me sentí muy mal de ser tan débil y tan cobarde... Ahora empezaba a escuchar una voz.

 Ahora empezaba a escuchar una voz

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???: ¡Despierta! ¡Despierta! ¡Despierta! ¡Vamos! ¡Despierta!

Esa voz era muy familiar, sonaba a la voz de un niño y aparte sentía como si un bebé me diera unos golpes en mi estómago.

???: ¡Vamos! ¿Qué esperas? ¡Tienes que despertar!

Al abrir los ojos... no podía creer lo que estaba viendo... era Koromon

Tai: (tratando de despertarse) ¿Koro...mon? ¿Eres...tú?

Koromon: Sí, soy un Koromon

Al mismo tiempo detrás de él salieron otros dos más.

Koromon 2: Y yo también.

Koromon 3: Y yo- dijo sonriente.

De acuerdo, era oficial... estaba completamente loco, ahora veía a otros dos que se parecían a Koromon.

Eso me dio tiempo para ver donde estaba. Vi que me encontraba dentro de lo que parecía ser una tienda de campaña.

Ya no estaba muy herido, casi todo mi pecho estaba cubierto por vendas. Sin embargo, aún me sentía cansado y adolorido.

La sensación del frío había desaparecido, así que supuse que ya no estaba en la montaña, sino en un lugar un poco más cálido.

Acto seguido hice la pregunta del millón.

Tai: ¿Dónde estoy?

Ninguno de los Koromon me respondió. Tal vez ellos no sabían tampoco donde estaba.

???: ¡Oigan! Por favor no molesten a nuestro huésped -dijo aquella voz que escuche antes de desmayarme.

Intenté girar mi cabeza y ver quién era el que estaba ahí, pero no logré ver a nadie... apenas y podía moverme por culpa de mis heridas.

Koromon 2: Pero él se despertó solito.

Koromon 3: Sí, además él se encuentra mejor ¿verdad?

Tai: Bueno yo... aún no me siento muy bien que digamos.

???: ¿Puedo verte? -dijo mientras se acercaba a mí.

Cuando finalmente se acercó hacia mi cama no podía creer quién era... era Frigimon, el digimon al que Agumon y yo logramos quitarle el engranaje negro en la isla File.

Frigimon: ¿Cómo te sientes, Tai? -dijo mientras se sentaba en mi cama.

Tai: Yo... yo... yo no... espera ¿Aún recuerdas mi nombre? -dije incapaz de creer que aún recordaba mi nombre.

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