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No podía respirar,  olvide como,  aguantaba todo el aire,  no podía creer lo que me acaba de decir,  aún no estoy preparada para estar aquí,  apenas tengo unos meses aquí como para ya venir  a ayudar a un psicópata,  mierda,  no,  que esto sea una broma.

-Pero señor alcantara,  yo no estoy preparada- me levante de la silla asustada a mas no poder.

-Perdon señorita frías pero, yo se lo que hago- sin mas que decir giro su silla dandome la espalda. 

-¿Que?  ¿Porque? - pregunte y lo que llegó fue un silencio,  uno muy incómodo y pesado,  pero fue roto al momento que el teléfono sonó,  el habló unos cuantos minutos y luego volvio su mirada hacia mi.

-El llegó,  prepare sus cosas,  ahora dormirá aquí,  bienvenida al área  D- me sonrió torcida mente -vendrán en un segundo los guardias que la llevarán a su nuevo dormitorio y la ayudarán con el- iba a protestar pero hubo un sonido por parte de la PC de el señor alcantara.

-Han llegado dos personas,  mostrando Cámara- el miro la camara y luego paso su mirada a la puerta

Segui su mirada hasta dos chicos altos, uno rubio de ojos verdes que venia con una expresion seria y uno de cabello castallo y ojos mieles, tenia una calida expresion, no parecia un guardia. 

-Mucho gusto preciosa- quien hablo fue el serio que en cuanto me vio cambio su expresion por una sonrisa. 

-Por favor dime que el no es el psicópata- dije y el chico se puso serio nuevamente y el de al lado empezó a reír

-Ellos son los guardias que te ayudarán Lara- dijo mi jefe parandose de su silla- el Rubio es Carlos Valentino- dijo señalando al que crei que era el psicópata - y el otro es Maicol Stevan - 

-Mucho gusto chicos, yo soy Lara frías, mucho gusto conocerlos- dije con una sonrisa

-Vamonos- dijo Carlos volteando se a la puerta,  creo que comenzamos con el pie izquierdo,  los tres salimos y todo mantenia un silencio,  ellos me llevaron hasta mi cuarto,  me dieron una tarjeta y yo lo mire confusa.

-Estas en la última área,  no puedes dormir en un cuarto con puerta normal,  esta es una tarjeta para poder acceder a tu cuarto- Maicol habló con una reluciente sonrisa,  le sonrei y pase la tarjeta,  al entrar todo se veia solitario y limpio, bonito claro, y mas espacioso que mi antigua habitacion.  

- Chicos ya pueden irse,  yo puedo hacer todo sola, gracias por acompañarme- dije mirando a los dos chicos detrás de mi.

-No es como que planeara ayudarte - dijo Carlos mirando a otro lado, ¿como puede ser tan inmaduro? 

-Perdon por el comportamiento de Carlos,  el es asi,  pero después te Aconstumbras- dijo Maicol poniendo su brazo sobre los hombros de Carlos y este se solto caminando  a la puerta.

Cuando los dos se fueron, otra vez senti los nervios subiendo por mi espalda, mañana temprano conocería a un psicópata  ja,  la vida que todos sueñan, ojalá alguien  estuviera acá para comprender mi sarcasmo,  si mencionar que tengo que leer lo que me mando la doctora sobre mi paciente,  el cual no me se ni su nombre,  genial.

***

Mi alarma sonó y yo la apague,  no dormí nada, me levante de mala gana y camine al baño, leí todo lo que me mando la doctora y organice mi cuarto anoche,  todo estaba bien,  o eso pensé hasta que me mire en le espejo del baño,  yo estaba horrible.

Mi cabello en un desordenado moño,  mi cara pálida con ojeras,  parecía un zombie,  creo que si un vampiro me viera tendría miedo de mi,  aunque,  no les puedo negar que siempre e sido asi de monstruosa,  tanto en las mañanas como en las tardes y en las noches,  que me cambie y me ponga maquillaje no me arregla,  asi que hice lo de siempre.

Un amor psicópataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora