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-Sueltame- grite tratando de soltarme.

-Te das cuenta que estamos solos ¿no? - su agarre en mi se hace más fuerte y me comenzaron a doler la muñecas.

-Aunque estés aquí conmigo, no puedes hacerme nada , no hay nada con que lastimarme- dije mirándolo desafiante, aunque me moria del miedo, literalmente me moria. 

-No necesito un arma para matar, con mis puños me sobra- dijo y hay fue cuando todo lo que dije  sonó estúpido, ahora que lo veo el me dobla el tamaño ¿crecio mientras lo golpeaban?

Mi mente viajaba por todo lo que pasaba pero deje mis pensamientos a un lado cuando sentí algo frío en mi cuello, era la cadena de su cuello, era larga y daba para ahorcarme.

-A-alto- dije intentando quitar la cadena , el en un rapido movimiento cogió mis manos con una sola mano y las subió mientras con la otra jalo levemente la cadena haciendo que yo haga una fea mueca.

-De-dejame ¿que te hice? ¿Porque me harás esto? - pregunte intentando hacer algo en mis pocos minutos de vida, el aire me faltaba cada vez mas.

-Todos aquí me desagradan, deviste hacerle caso a la doctora ¿no crees? -

Fue hay cuando me di cuenta de algo, sus ojos verdes se veian oscuros, casi parecia un demonio, ahora si que tenía miedo, mi corazón latía rápido intentando buscar aire, ese aire que no entraba por mi boca ni por mi naris por el simple hecho de tener la cadena al rededor de mi cuello, estaba perdiendo el conocimiento pero fue hay cuando escuche la puerta abrirse y luego sentí mi cuello libre, caí al piso y toque mi garganta mientras cogía mucho aire, casi moria en mi primer dia. 

-Te lo advertí- dijo Carlos sentándose a mi lado, pensé que se burlaria o algo pero lo que hizo fue jalarme hasta el y abrazarme, no espere eso de su parte, mi cara estaba pegada a su pecho mientras el tenía su mano en mi cabeza impidiendo que me mueva.

Podía oir golpes, y luego a alguien quejándose, sabía muy bien que era Samuel, de seguro le estaban poniéndo otro traje de Seguridad, oi la puerta abriéndose otra vez y luego quedó todo en silencio.

-Estas bien? - pregunto aún sin soltarme.

-Si-si- tartamudie sintiendo el calor en mis mejillas, el me salvó, mi corazón latía tan rápido, aún tenía miedo, ví mi vida pasar por mis ojos, sentí que iba a morir y llegó mi Salvador - gracias Carlos-

-No digas nada, solo respira y calmate ¿si? , yo te cuido- sus palabras eran calidas, para alguien como el, lo que dijo fue muy dulce, me sorprendio y sin darme cuenta ya estaba llorando, sintiendo las frías lágrimas por mis mejillas, el terror de la muerte era muy presente en mi, justo ahora , no queria morir, pero por lo menos algo me calmaba, el calor que me daba Carlos.

***

-Sueltame Anny! - grito Samuel mientras la enfermera le pasaba un paño con Alcohol para vacunarlo.

-Perdón, pero es por tu bien- dijo y preparó la inyección, el se movía y retorcia pero no podía irse estaba encadenado a su cama, tenía muchas cadenas y protecciones pegadas a el haciéndole imposible huir o lastimar a la enfermera.

Tenía que estar aquí obligado, yo soy responsable de mi paciente, de verlo se me enfriaba todo, no queria estar viendo a la persona que casi me mata, no quería.

-Tranquila- dijo Carlos dándome una sonrisa, al momento que me miro me sonroje, el tiene los ojos verdes como Samuel, solo que Samuel los tiene un poco azulados y Carlos no, pero a pesar de eso para mi eran mejores los de Carlos ya que me daban seguridad y los de Samuel miedo.

-Bueno ya debo de irme, ten sus medicinas por si se sale de control- dijo anny pasandome las pastillas, cogió sus cosas y se fue dándonos una sonrisa.

Un amor psicópataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora