Un amor psicópata

7

Cuando la puerta  se abrió, Samuel se separó rápidamente, Carlos nos miraba confundidos por nuestra posición,  pero, al parecer no vio nada.

-Lara,  alejate de el- dijo Carlos  ganandose una mala mirada de mi parte. 

-Esta lastimado,  no hará nada,  tranquilo  ¿si? ,  como su psicóloga solo lo cuido! - dije parando me y ayudando a Samuel a hacerlo.

-No deberias sentir pena por un psicópata  - Carlos se veía muy preocupado,  su cara tenía una expresión asustada y sería al mismo tiempo,  no sabía que hacer,  el tiene razón en algo,  pero Samuel esta lastimado por mi  culpa.

-Confio en el- dije nerviosa poniéndome frente a samuel- Pero también en ti,  me alejare pero promete no volver a golpearlo-

-Lo que sea,  ven aca por favor-susurro,y yo hubiera a caminado hasta el, si Samuel no me hubiera abrazado por la cintura acercandome a el y puso su cabeza en el espacio de mis hombros.

-No te vayas,  yo te necesito psicologa- susurro suavemente en mi oído dándome una leve corriente,  esa que sientes cuando estas enamorada,  pero en este caso no es por amor es porque me sorprendió o me puso nerviosa. 

-Lara!- grito Carlos ahora sacando un Arma.

-Suelta la y alejate- dijo Carlos apuntando a Samuel.

-con lara al frente? ¡cierto¡,  a ti no te importa matar a nadie! - grito Samuel apretandome con mas fuerza haciendome soltar un quejido de dolor.

-De que hablas maldito loco!-

-No te hagas el inocente, yo se la verdad!- después de que Samuel dijo eso, todo quedó en silencio,  ninguno de los dos hacia nada,  solo se miraban entre si.

Y yo como siempre en medio de discusiones en las que no debería de estar,  Dios,  ¿para eso me mandaste al mundo?  Para estar en medio de este tipo de cosas, aunque,  gracias por la vida.

-Oigan chicos  ¿no podrían guardar su adrenalina para después? ,  me acabo de levantar y no me siento muy bien,  por favor,  por lo menos hoy- dije intentando que dejen de mirarse desafiante.

-Tu callate- dijo Samuel poniendo todo su brazo al rededor de mi cuello haciendo que pierda el aire.

Mierda,  porque siempre ahorcándome.

-Lara! - grito Carlos.

-Da un paso más y le rompo el cuello- dijo Samuel cambiando su posición, poniendo sus manos en mi cabeza,  un movimiento y adios Lara. 

-Detente,  aunque la mates,  todo el personal te atrapara y molera a golpes,  Cualquiera sabría que ella es la única que te defiende de momentos como estos- dijo Carlos guardando el arma-Se que no le harás nada solo quieres que me vaya  ¿No? - dijo caminado hacia atrás con las manos a la vista, sin dejar de mirarnos.

-Muy inteligente Valentino,  solo lárgate,  ya vez que no le haré nada- al decir eso Samuel quito sus manos de mi cabeza pero me mantenia cerca esperando que Carlos se fuera y yo como siempre sin entender nada.

Carlos camino hasta la puerta pero al estar frente a ella se giro para mirarnos.

-Aunque, si Lara no quiere quedarse,  no puedes obligarla-

-Que?- pregunte confusa.

-Lara, es un enfermo mental, no se que pueda hacerte al momento de salir por esa puerta, por favor, piensa en las veces que casi te mata - dijo Carlos con una clara preocupacion en su rostro. 

-Quédate yo te necesito- dijo Samuel aferrándose a mi.

Ahora estoy metida en un lío, ¿me voy con Carlos?   ¿Me quedo con Samuel?  Carlos tiene razón , Samuel podria hacerme lo que quiera, no tendria como defenderme, pero cada dia que paso con el, siento como si todo fuera una farza, como si Samuel no fuera un asesino a sangre fria y solo fingiera, además todo esto es mi culpa,  yo fui que no revise la puerta. 

-Lara? - dijo Carlos esperando mi respuesta.

-yo, creo que, debo quedarme con el, es mi culpa, Carlos, el no intento escapar, fui yo quien dejó la puerta abierta- dije mirando el piso, podrian hasta despedirme pero, me lo merezco.

-Lara no debes mentir, se que tu no serias capaz- dijo Carlos mirándome serio.

-Si fui yo, el dijo algo que me dio vergüenza y-

-Fui yo, Lara no mientas por mi - me interrumpio Samuel y yo mire su cara.

-Samuel- dije su nombre suavemente y el sonrió como siempre lo hace.

-Puedes irte Lara, estaré bien, el dolor no es algo que me lastime, estoy aconstumbrado a el, solo fingi por tu atención-

Y así es como un chico te hace perder la cordura, maldito, yo preocupada y este, mira!   como puedo siquiera pensar algo bueno de el, siempre sale con las mismas, este chico me va a volver loca!

-ya oíste Lara, vamonos- dijo Carlos esperando que me vaya con el pero, le pase por el lado sin siquiera mirarlo. 

-Puedo irme sola-  Suspire saliendo de ese infierno, entrando a otro al  volver a oir los gritos, los quejidos-Que clase de infierno es esto- corrí hasta las escaleras tapando mis oídos, no quería estar aquí, esto es para ayudar porque los maltratan.

-Lara, dejame explicarte- habló Maicol en cuanto ya estaba afuera de ese infierno, no lo mire, no destape mis oídos solo segui corriendo, queria llegar a mi cama y tirarme.

-Lara- volvieron a decir mi nombre y mire a quien era, era Marializ, estaba tan bella como siempre y me sonreia.

-Espero ya estés mejor, Eimy ya me contó, ten más cuidado con las cosas que te dan alergia- me sonrió otra vez y yo no le respondi, solo segui mi camino.

Por fin llegue a mi cuarto, me tire a mi cama y empece a dar vueltas en la misma, sentia como si todo esto fuera un juego. 

...

Era una hermosa noche,  el frío era notable en todo el lugar,  tarareaba una cancion casi en voz alta, era un claro buen dia, solo queria seguir caminando hasta llegar a donde me gustaria estar, pero me detuvieron dañando un buen momento. 

-Crees que podras mantener esta farsa toda la vida?- 

-Te recuerdo que te pago para que vigiles a Lara?  no para que vengas aqui a molestarme-dije tomandolo del cuello de su abrigo azul. 

-La gente con dinero cree que puede salirse con la suya facilmente- golpee su rostro dejando un moreton en su mejilla, retrocedio poniendo rapidamente su mano en donde estaba la herida. 

-Si viniste aqui  a darme un sermon  por mierdas donde tu tambien sales ganando sera mejor que te largues- 

-Un psicologo te esta investigando- susurro. 

-Estonces que esperas para matarlo? no necesitas mi permiso para matar a quien sea que pueda estropear el plan, no soy Dios- sin esperar su respuesta segui mi camino, la gente con la que trabajo son unos buenos para nada. La muerte no me importa en lo más mínimo,  solo son  piezas  de mi ajedrez, van , vienen,  no importa siempre tendre fichas de más para ganar.