I love your heart [Gavin x Rk900]

[2] La Tormenta "Maldita Cafetera 2.0"

Perdón por lo errores de ortografía que te puedas encontrar a lo largo de la historia.

23 de noviembre 2039
Departamento de policía de Detroit
5:30 am

Gavin llego temprano al departamento de policía, al pasar por la recepción dejo su huella dactilar y su firma, para registrar la hora de su llegada, por lo visto no había nadie caminando por el área de trabajo, uno que otro androide haciendo guardia o charlando entre ellos mismo, casualmente como personas.

—Putos androides—refunfuño Gavin para sí mismo—detesto acostarme temprano coño, por lo menos pude dormir en la noche.

Gavin había pasado años sin dormir tan bien en las noches, la cafeína y el trabajo no lo dejaban poder pegar el ojo más de 3 horas cada noche, el estrés y la angustia por los casos eran demasiado pesadas como para que una persona normal no cayera en depresión o alguna enfermedad rara, pero al pasar el tiempo y los años se acostumbro a llevar ese estilo de vida.

Un androide se acercó a Gavin que iba a servirse un café, pero se vio perturbado por la presencia de esa puta máquina de plástico, el androide un modelo KL900 del área de casos familiares y atención a personas con problemas de ira o estados emocionales poco apacibles se le acercó por un problema que tenía el detective le dijo que debía ir directamente a la oficina de Fowler.

Este estaba allí, sentado, agarrándose los pelos que no tenia en la cabeza, y mirando airado a un androide en frente de él, al parecer era Connor, con otra ropa mucho más ridícula de la que usualmente usaba cuando era un agente de cyberlife.

Gavin toco la puerta y el hombre con una seña de su mano le pidió que pasara, Gavin al entrar fue observado por unos ojos azules, inhumanos, fríos y vacíos, el personaje robótico en frente de él lo miró directo y conciso, sin duda ese no era Connor, sus ojos azules tan claros como el hielo, eran espeluznantes, a Gavin le recorrió un escalofrío por la espalda.

— Siéntese detective Reed, la próxima vez no espere invitaciones solo entre— dijo el hombre sin rodeos— Necesito que por favor preste atención.

Fowler volteo a ver a Gavin, cruzo sus manos sobre el escritorio deteniendo su escritura, y lo miro, hizo lo mismo con el androide.

—Muy bien, sé que es muy temprano, pero se te ha asignado un nuevo compañero—dijo el moreno volviendo a su respectivo trabajo.— Este androide de aquí es el que se te fue asignado, Rk900 es un prototipo de Cyberlife, lo han mandado para ver como es su desempeño en el área laboral.

Gavin quien quedó con la quijada en el piso, no pudo pensar que su suerte de verdad era una mierda, y el día se fue al puto carajo ¿Acaso su vida no podía arruinarse más de lo que ya estaba?.

 —¡No!—nego alzando la voz para poder expresar su descontento— ¡No haré equipo con esta maldita máquina de plástico!

—Detective Reed, no está bajo discusión— dijo el hombre intentando mantener el control—Por favor, debe retirarse a sus asuntos. Tiene un caso.

— Pero Capitán Fowler, ¡No trabajaré con esa cafetera, se lo repito!— vuelve a protestar.

 —¡Entonces entregué su placa y su arma, si no lo desea puedo retirarlo del cargo y poner a alguien que esté dispuesto a seguir órdenes!—Grito el hombre con autoridad, azotando sus manos contra el escritorio y poniéndose de pie—¡Fuera de aquí Detective!

Gavin iracundo salio del lugar refunfuñando maldiciones por lo bajo. El androide se quedo quieto sin inmutarse, se levanto y salio de aquella oficina de vidrio.

Miro alrededor y observo que el detective al cual a sido asignado no estaba en ningún puesto, así que decidio acercarse a un androide que trabajará en la comisaría. Un androide de seguridad publica modelo Gj500, encargado de patrullar la zona, moreno de tés y de ojos azules, volteo un poco anonadado por la apariencia de aquel alto modelo nuevo.